Un testaferro y dos hijos de Kühn, tras los terrenos de Muleta

La fiscalía sostiene que el magnate aún controla ese suelo, que pasó a una sociedad de sus vástagos

B. Palau

B. Palau

La querella de la Fiscalía Anticorrupción de Balears sostiene que el empresario germano Matthias Kühn continúa controlando los terrenos de Muleta, donde proyectaba una urbanización de chalés de lujo en el Port de Sóller y por cuya desclasificación ahora el Tribunal Supremo ha sentenciado que el Govern balear debe indemnizarle con 96 millones de euros.

El ministerio público mantiene que el magnate inmobiliario realizó «una artificiosa maniobra» para lograr sacar a la sociedad Birdie Son Vida SL, propietaria inicial de los terrenos, del concurso de acreedores, de su esfera jurídica de propiedad directa y colocar las parcelas en una sociedad sin deudas de ningún tipo y bajo su control.

Según la fiscalía, un querellado actuó como testaferro en la operación para ocultar la futura compensación que podían recibir por Muleta. Este testaferro fue nombrado administrador de Organización Flamenca 2019 SL el 11 de febrero de 2020, el mismo día que dos hijos de Kühn adquirieron las participaciones de esta sociedad. Diez días después, el testaferro realizó una oferta de 200.000 euros por Birdie Son Vida y los terrenos, sin que Hacienda supiera que los vástagos del magnate estaban detrás de la empresa. La venta de las participaciones sociales se formalizó en agosto y, dos meses después, un hijo de Norma Duval asumió el cargo de administrador de la entidad. En un principio, la Agencia Tributaria se opuso a la venta de las participaciones al alegar que Birdie Son Vida tenía derecho a obtener una cuantiosa indemnización por la desclasificación de Muleta. Fuentes cercanas al caso precisaron que no hubo ocultación ni testaferro, ya que se conocía que los titulares reales eran los hijos de Kühn y esta información estaba a disposición de Hacienda.

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