Juicio al consuegro del duque de Alba por dos delitos fiscales en Palma

La fiscalía y la abogacía del Estado solicitaron ayer cuatro años de cárcel para el empresario Fernando Palazuelo por defraudar un millón de euros a Hacienda

El empresario acusado, Fernando Palazuelo, en otro juicio.

El empresario acusado, Fernando Palazuelo, en otro juicio. / EFE

B. Palau

B. Palau

El juicio por fraude fiscal contra el conocido empresario y arquitecto, Fernando Palazuelo, que es consuegro del duque de Alba, quedó ayer tarde visto para sentencia en la sede judicial de Vía Alemania, en Palma. Después de varias sesiones que se han prolongado en los últimos meses, ayer finalmente acabó la vista oral.

La fiscalía y la abogacía del Estado pidieron para el encausado, cuya hija, Sofía, es la mujer del heredero de la Casa de Alba, Fernando Fitz-James Stuart, duque de Huéscar, una condena de cuatro años de prisión por dos delitos fiscales por presuntamente defraudar a Hacienda alrededor de un millón de euros al omitir datos imprescindibles a la Agencia Tributaria en el impuesto del IVA y en el impuesto de sociedades en el año 2007, en el transcurso de diversas operaciones inmobiliarias llevadas a cabo tras la permuta de las Torres del Temple con el Ayuntamiento de Palma.

En esa época, la administración se hizo con el edificio histórico y el empresario acusado recibió a cambio una finca municipal, un solar, en la calle Aragón de Palma. Ese solar fue vendido luego por partes y a resultas de dichas operaciones el arquitecto supuestamente defraudó al fisco.

Solicita la libre absolución

El abogado defensor de Palazuelo, cuyo modelo de negocio consistía en adquirir edificios emblemáticos históricos para luego reformarlos con la intención de ubicar pisos de lujo, reclamó ayer la libre absolución de su representado. El letrado detalló que su cliente no tuvo ánimo de defraudar y ofreció una explicación razonada de cada hecho que se le imputa. De forma alternativa, la defensa mantuvo que Palazuelo no era el autor del delito, ya que tenía asesores, él no firmó las declaraciones de la renta y, además, no vivía en España, sino que se había trasladado a Perú. Por último, su abogado planteó la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas, ya que han pasado 17 años, así como un error de tipo y de prohibición, al alegar que el arquitecto no sabía que estaba cometiendo un delito.

Palazuelo, que fue condenado años atrás por un juzgado de Palma por coaccionar a dos vecinos de las Torres del Temple para forzar su marcha, aprovechó ayer el turno de la última palabra para dar las gracias a la magistrada que ha enjuiciado el caso, así como recalcar que nunca tuvo la intención de defraudar y que en aquellos años se marchó a Perú. En esta ocasión, compareció a través de videoconferencia, a diferencia de otras sesiones. Con anterioridad, alegó que él no tenía conocimientos de contabilidad.

Sin embargo, la fiscalía destacó que Palazuelo era el administrador único y era él quien dirigía la empresa. «No era un empresario caótico, era un empresario diligente», señaló la fiscal, que añadió que sí que existió «ánimo de defraudar». La acusación detalló: «Es un empresario con una larga trayectoria. Vino de Barcelona a Mallorca y luego se fue a Perú. Conoce sus obligaciones de tributar. El hecho de que estuviera en Perú no le exime de sus obligaciones». La fiscal subrayó que el fraude a la Agencia Tributaria consistió en omitir datos imprescindibles en el impuesto del IVA y el de sociedades. El acusado se ha visto inmerso en otros juicios en estos años.

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