Manifestación por el 8M: una marea violeta copa Palma

Más de 2.000 personas han marchado este viernes por Ciutat para clamar por la «igualdad real» entre hombres y mujeres en un recorrido organizado por el Moviment Feminista

Más de 2.000 personas marcharon por Palma en la protesta organizada por el Moviment Feminista.

Más de 2.000 personas marcharon por Palma en la protesta organizada por el Moviment Feminista. / Guillem Bosch

Una marea violeta copó este viernes por la tarde Palma. Madres y padres, hijos e hijas, primos, hermanos, amigos, abuelos y nietos salieron a la calle para aunar sus fuerzas en una reivindicación histórica: la «igualdad real» entre hombres y mujeres.

Y lo hicieron bajo el paraguas del Movimient Feminista de Mallorca con el lema Fortes, juntes i dempeus, al que se sumaron más de dos mil almas de todas las edades y rincones de la isla, según la organización. Aunque realmente fueron cerca de 6.000 personas las que salieron ayer a la calle con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, ya que simultáneamente la Coordinadora Transfeminista convocó otra protesta en la que se congregaron alrededor de 4.000 personas. Todo para decir «basta». «Basta a la violencia machista, las agresiones sexuales, la brecha salarial y la precariedad laboral». «Basta al patriarcado y los movimientos populares extremistas». «Basta a vivir con miedo por el simple hecho de ser mujer». 

Más de 2.000 personas recorrieron Palma, según la organización.

Más de 2.000 personas recorrieron Palma, según la organización. / Guillem Bosch

Los hermanos Álvaro y Juan Sánchez aguardaban, pancarta en mano, en el Parc de ses Estacions a que la protesta marchara. Lo hizo tal y como estaba previsto, a las 19 horas. Ellos fueron unos de los primeros en arrancar a caminar. «Soy asiduo a esta manifestación, ya sea en Mallorca o otra ciudad europea, ya que es muy necesario avanzar en derechos para mejorar la sociedad. Y eso nos incluye a todos», reveló Álvaro, quien se encuentra cursando el doctorado en Geografía. Su hermano, profesor de ciencias en Secundaria, asintió a sus palabras, al tiempo que añadió: «La isla está horrible, es necesario reactivar las reivindicaciones y profundizar más en lo que nos acecha». Y es que según este docente, la radiografía juvenil que se divisa sobre este tema es desoladora. «Hay mucho machismo entre el alumnado y ridiculizan el feminismo», expresó Juan, mientras citaba como ‘culpables’ las redes sociales y los partidos populistas. Son mentes muy jóvenes -continuó- y no quieren profundizar en la materia. «Se debería trabajar en edades más tempranas [antes de llegar a la adolescencia] y cambiar la estructura social», defendió.

"No celebramos, reivindicamos", uno de los cánticos en la protesta.

"No celebramos, reivindicamos", uno de los cánticos en la protesta. / Guillem Bosch

La marcha siguió, al ritmo de la batucada, por las Avingudes y con cánticos como «no es una fiesta, es una protesta», «abolición a la prostitución», «sola, borracha, quiero llegar a casa» o «machete al machismo». Ahí se encontraban Maria Torrens (21), Maria Canyelles (28) y Amparo Crespí (29). Un grupo de amigas de Santa Maria que no dudó en desplazarse en coche hasta Ciutat para asistir, un año más, a la manifestación del 8M. En su caso tenían una reivindicación muy concreta: dar mayor visibilidad a las deportistas. Ellas lo son. Jugadoras de baloncesto en concreto. «No tenemos los mismos derechos ni visibilidad. De hecho, es muy difícil tener a una mujer como referente», aseguró Torrens. Mientras, su compañera Crespí, ponía el foco en la división del colectivo: «Si estuviéramos todas juntas en la misma protesta tendríamos más fuerza. Es una pena». De hecho, ella el pasado año asistió a la ‘trans’ y este año a la ‘oficial’, al considerar que ésta aúna el movimiento feminista en sí.

Una fractura que no todos conocían. Muestra de ello es que mujer gallega se acercó, desconcertada, a decirnos que acababa de salir de una manifestación (la Coordinadora Transfeminista) y se acababa de topar con otra (la del Moviment Feminista). «¿Cómo es posible? ¿Es que hay dos convocadas?», se preguntaba sin dar crédito, a lo que añadió: «Esto en Galicia no pasa»

"He venido a luchar por las que ya no están"

Siguiendo el itinerario, la muchedumbre marchó por La Rambla, calle Unió, hasta llegar al Passeig des Born, donde el Moviment Feminista leyó el tradicional manifiesto, poniendo el acento en la necesidad de ejecutar medidas que acaben con la «violencia machista y las agresiones sexuales», entre otros. Aunque por el camino aún estaban Fani Coll (65) y su nieta de cinco años. «Es su primera manifestación», se aventuró a decir la abuela. La pequeña había estado el día anterior confeccionando una colorida pancarta en la que había estampado sus huellas. «Como mujer que ha sido maltratada, he venido a luchar por las que ya no están y por las que aún hoy en día no pueden salir porque no se lo permiten», reveló Coll, al tiempo que destacó: «Porque si no luchas, no ganas».

La marcha transcurrió durante casi dos horas sin ninguna incidencia y contó con la presencia de numerosas autoridades como Catalina Cirer, Marga Durán, Jaume Bauzà y Manuela García, por parte del nuevo Govern balear (PP); además de miembros del partido socialista como Catalina Cladera o Rosario Sánchez, y personalidades de Més per Mallorca. Quienes no asistieron fueron los representantes de Vox.

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