UGT denuncia que la brecha laboral entre hombres y mujeres en Baleares sigue siendo muy grande

 El sindicato UGT ha realizado esta mañana, con motivo del 8-M, el día de la Mujer Trabajadora, una radiografía del mercado laboral en las islas. Una radiografía que ha sido presentada por Xisca Garí, portavoz del sindicato, que ha señalado que todavía existen muchas brechas de género en la contratación laboral, donde la mujer sigue siendo la más perjudicada.

Este año esta jornada reivindicativa, que se celebra mañana, se presenta bajo el lema: “Objetivo: la igualdad no es solo cosa nuestra, corresponsables”.

La portavoz sindical señaló que se han producido avances en la lucha contra la desigualdad laboral y ello se ha debido al diálogo social que ha contribuido al desarrollo de las políticas de igualdad, a las medidas legislativas, la contratación indefinida dentro de la reforma laboral y el aumento del salario mínimo, entre otros logros positivos. Aún así, el camino que se ha recorrido es insuficiente para conquistar esta igualdad, dado que las islas siguen liderando a nivel nacional, tanto la tasa de de ocupación como la de inactividad de las mujeres que se ven obligadas a trabajar en el hogar, o a dedicarse al cuidado de familiares.

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Garí insistió en que todavía existe una enorme diferencia en las cifras de ocupación, paro, retribuciones y responsabilidades familiares entre hombres y mujeres. De hecho, calificó esta diferencia de “excesiva”, pese a los logros conseguidos.

Por esta razón, el sindicato UGT insistió en que la igualdad, más que un derecho fundamental, debe convertirse en una necesidad social y económica. Y afirmó también que las empresas no pueden ser competitivas si no existe una igualdad real entre hombres y mujeres.

Pleno empleo

Según las cifras que maneja el sindicato, el índice de ocupación de las mujeres en Baleares, que alcanza casi el 60%, es más elevado que la media nacional, que se sitúa en el 54,4%. Sin embargo, Garí no se muestra del todo satisfecha con esta cifra, ya que se produce en un momento en el que Baleares vive una situación de pleno empleo. Por ello, la sindicalista insistió en la necesidad de aplicar medidas de apoyo para que este porcentaje de ocupación aumente, ya que gracias a ello facilitará el crecimiento económico de las islas.

Mientras se lidera el porcentaje de ocupación laboral femenina, al mismo tiempo desciende el número de mujeres que están apartadas del mercado por su necesidad de dedicarse al cuidado del hogar. Aún así, siguen siendo muchas las mujeres que se ven obligadas a dejar su trabajo y, por tanto, reducen la posibilidad de ascenso, para dedicarse a otras labores familiares. Y mientras las mujeres se ven obligadas a trabajar en casa, los hombres que dejan su trabajo se debe más a que inician el periodo de jubilación. Para UGT esta situación aboga en seguir manteniendo esta brecha entre las condiciones laborales de hombres y mujeres.

El sindicato aprovechó esta fecha reivindicativa para exigir medidas legislativa y una de ellas es que las mujeres que se ven obligadas a solicitar una excedencia para cuidados familiares, sigan percibiendo un sueldo durante este periodo que permanecen apartadas de su actividad laboral.

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Sobre los datos de contratación, debido a la reforma laboral, la contratación indefinida ha beneficiado de una forma especial a las mujeres trabajadoras. En Baleares, las mujeres representan el 48,4% del total de las contrataciones indefinidas y este porcentaje es un 1,3 puntos superior a la medida nacional. En los contratos temporales el porcentaje se sitúa en el 52,4% y en este caso sí es inferior a la media del Estado.

Sin embargo, según la radiografía que ha realizado el sindicato, las denominadas jornadas parciales tiene rostro de mujeres. Suelen ser contratos precarios, muchos de ellos de pocas horas, que repercuten sobre todo en el sector femenino, como pueden ser los contratos temporales para atender comercios. Para Garí, esta situación es un factor que ayuda a que se mantenga esta desigualdad de género en el trabajo, ya que estas mujeres cobran menos sueldo, tienen menos protección social y, sobre todo, sufren mayores dificultades para recibir prestaciones contributivas.