Salud Pública cree que el origen del brote de diarreas en un hotel del Imserso en playa de Palma es alimentario

En las cocinas del establecimiento de s'Arenal se apreciaron también fallos en la manipulación de alimentos

Uno de los jubilados afectados muestra el tratamiento pautado por el médico del Imserso.

Uno de los jubilados afectados muestra el tratamiento pautado por el médico del Imserso. / Diario de Mallorca

I. Olaizola

I. Olaizola

La dirección general de Salud Pública cree que el origen del brote de gastroenteritis que se ha producido en un hotel del Imserso en playa de Palma, el Palma Bay Club Resort, y que de momento ha afectado a unos cuarenta jubilados de vacaciones en Mallorca, probablemente es debido a una toxiinfección alimentaria.

«Por la rapidez en la que se ha producido y por el número de afectados, todo apunta a que se trata de una toxiinfección alimentaria», declaró ayer Elena Esteban, directora general de Salud Pública, que añadió que casi todos los casos se manifestaron al mismo tiempo y que los síntomas (vómitos y diarreas) han ido remitiendo igualmente de manera pareja.

Estas apreciaciones contradicen las que recabó este diario el pasado martes de un presunto médico que se identificó como facultativo del Imserso, al parecer adscrito a su vez al Grupo Juaneda, que aseguró categóricamente que los vómitos y las diarreas que padecían ya un gran número de clientes del hotel era debido a un contagio vírico y, por tanto, no contraídas por ingerir alimentos. Este facultativo subrayó además que trabajaba para el Imserso, no para el establecimiento hotelero. La directora general dijo desconocer quién era este supuesto médico del Imserso, persona con la que no habrían mantenido ningún tipo de comunicación.

La directora general recordó que las cocinas del establecimiento se encuentran en estos momentos clausuradas tras las visitas cursadas por inspectores del departamento de Seguridad Alimentaria. Pero desveló uno de los motivos de este cierre hasta el momento no revelado: los técnicos habrían detectado deficiencias en el proceso de manipulación de los alimentos que se servían a sus clientes.

Cómo se recordará, hasta el momento se había atribuido el cierre de las cocinas a irregularidades en las infraestructuras de las mismas, pero nada se había dicho de posibles malas prácticas en la manipulación de los productos que luego se van a ofrecer en el bufé del hotel.

Sin muestras testigo

«Se tomaron muestras de las superficies (de la cocina), de algunos restos de comidas pero carecían de muestras testigo», señaló Esteban aludiendo a una nueva obligatoriedad en el sector de la restauración: mantener congelado durante un tiempo una muestra de los platos que se sirven al cliente.

Esteban confirmó asimismo que están realizando inspecciones a otros establecimientos de la misma cadena en la zona (playa de Palma) y que previsiblemente el origen del brote de gastroenteritis se conozca con exactitud la próxima semana, una vez que se tengan los resultados de las analíticas en proceso.

La directora general concluyó pidiendo una mayor responsabilidad por parte de restauradores y usuarios al admitir que con el actual número de inspectores y el imparable crecimiento de los locales de restauración «nunca vamos a llegar (a realizar las inspecciones con la regularidad que toca)».

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