Los rebeldes de Vox justifican la expulsión de Le Senne por su «presidencia parcial» del Parlament

El grupo de tránsfugas de Vox presentó ayer por primera vez ante el Parlament el acta de la reunión mantenida el pasado 29 de enero en la que los cinco diputados decidieron por unanimidad la expulsión directa del presidente de la Cámara balear, Gabriel Le Senne, y la presidenta del partido y diputada, Patricia de las Heras.

La portavoz de los rebeldes, Idoia Ribas, justifica esta decisión en base a varias cuestione: «Durante su mandato no ha cumplido las expectativas de este grupo; ha demostrado su absoluta incapacidad para romper el cordón sanitario impuesto por diferentes grupos políticos; ha desempeñado la presidencia de forma parcial en diversas ocasiones, provocando una queja formal del grupo parlamentario popular [el PP criticó que le concediera un turno de palabra por alusiones al portavoz del PSIB, Iago Negueruela, cuando la presidenta del Govern, Marga Prohens, utilizó una fotografía del terrorista Txapote en el Parlament]; absentismo frecuente a las reuniones del grupo parlamentario y ocultación de información relevante para la adecuada coordinación con el grupo parlamentario».

En el acta, una vez ofrecidas estas justificaciones, Ribas detalla que se ha solicitado a Le Senne su dimisión como presidente «dado que no ha aceptado dimitir, a solicitud de la mayoría absoluta de los miembros de este grupo».

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Más adelante, la portavoz también argumenta que la expulsión de Patricia de las Heras se debe a que haber «obstaculizado gravemente» la actividad del grupo parlamentario: «Durante el anterior periodo de sesiones ha realizado declaraciones en prensa contrarias a los acuerdos alcanzados con el grupo parlamentario popular, sin autorización de nuestro grupo».

También denuncian que De las Heras se negó a asumir la portavocía de la Comisión de Ordenación territorial, Vivienda, Movilidad, Mar y Ciclo del Agua tras la vacante producida por la baja en el grupo de Xisco Cardona, «con la consiguiente carga de trabajo para el resto de diputados».

Asimismo, apunta dos consideraciones que ya ha deslizado en sus comparecencias públicas: «Nula participación en las reuniones del grupo con ciudadanos, asociaciones y profesionales; ha intentado aislar al grupo parlamentario y silenciarlo ante los coordinadores y los concejales, a quienes ha prohibido contactar con los diputados para obtener mejoras en sus municipios durante la tramitación parlamentaria».

El conocimiento de este acta corrobora, por tanto, que la división interna de Vox se remonta por lo menos hasta la votación agónica del primer techo de gasto.

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