Jorge Morell: «Sobrarán abogados, el sector legal será de los más afectados por la IA»

El abogado mallorquín, experto en transformación digital, cree que el sector tiene que "ponerse las pilas" y hay mucho margen de maniobra: "Algunos aún redactan las demandas a pluma"

Jorge Morell Ramos

Jorge Morell Ramos / DM

Mar Ferragut Rámiz

Mar Ferragut Rámiz

«Más de uno y más de dos: van a sobrar y van a desaparecer abogados», vaticina Jorge Morell, jurista mallorquín impulsor de Legaltechies, un consultora especializada en transformación digital del sector legal, sector que será, indica, «el segundo más afectado (solo por detrás del trabajo administrativo) por la irrupción de la IA generativa, según estudios como los hechos por Princetown y Goldam Sachs».

¿Por qué? En primer lugar «porque la materia prima de los abogados es el texto, muy tratable con IA generativa». Además, razona, el contenido jurídico está «cada vez más estructurado» con lo que es más fácil que la máquina lo pueda ordenar, compilar y redactar.

Apunta que la IA no podrá (o no puede de momento) asumir tareas complejas, como analizar las evidencias, pero sí podrá encargarse de «las más estandarizables y repetitivas, necesarias pero no muy valiosas, como redactar un primer borrador o cumplimentar un formulario» . A décadas vista, vaticina, sí que podrán ir asumiendo trabajos más complejos. Otras cosas son insustituibles, como el trabajo a pie de tribunal, apunta.

El abogado subraya que ante este panorama hay oportunidades de transformación. Por ejemplo, cita una nueva figura profesional: el ingeniero de ‘prompts’, alguien especializado en saber qué y cómo preguntar a la máquina (algo especialmente relevante en el ámbito jurídico).

Ve necesario cambiar la mentalidad ya que a nivel histórico y por varios motivos (como el componente semipúblico o la gran regulación al que está sometido) el sector legal no es de los más innovadores: «Aún hay gente que redacta las demandas a pluma», asegura Morell. Las facultades de derecho, añade, «también tienen que ponerse las pilas».