Los Reyes Magos llegan a la Fundació Monti-sion: "Los niños se ponen muy contentos, es una sonrisa que no se puede comprar"

La entidad reparte este miércoles juguetes, peluches, puzzles y libros a unos 800 niños de Mallorca gracias al proyecto 'Cap infant sense jugueta'

Nair Cuéllar

Nair Cuéllar

Los Reyes Magos llegaron este miércoles a la Fundació Monti-sion Solidària, donde se repartieron juguetes, peluches, puzzles y libros a unos 800 niños de casi 500 familias inscritas en el programa Aliments i Solidaritat.

Las caras de los pequeños no podían expresar mayor felicidad. Reían, sonreían y jugaban con los obsequios que sus Majestados de Oriente han llevado este año a la entidad gracias al proyecto Cap infant sense jugueta, del que Cristina Conti es coordinadora: "Los reyes van enviando juguetes durante todo el año y nosotros los acabamos de montar, organizar y preparamos esta exposición para que los niños puedan venir aquí y elijan lo que han pedido".

El recinto de la Fundació, situado en la calle Montevideo 3, estaba este miércoles engalanado para la ocasión. Al ritmo de los villancicos y las xeremies y ante la presencia de innumerables adornos navideños, cada uno de los niños de hasta doce años realizaba el recorrido perfectamente organizado para que salieran de Monti-sion con un total de cinco obsequios en perfecto estado: un juguete principal, un peluche, un puzzle, un cuento y un detalle final. Además, cada una de las familias podía participar en el sorteo de los regalos más especiales. Introduciendo en una urna el tíquet que la fundación les había proporcionado podían conseguir, a última hora de la tarde, uno de los grandes obsequios, entre los que se encontraban incluso bicicletas.

"Una cuestión de justicia social"

Cap infant sense jugueta cumplió este miércoles su 13ª edición. Para Conti un proyecto como este debe continuar "por una cuestión de justicia social, por una cuestión de igualdad. Para que el lunes, cuando retomen el curso, todos puedan contar en clase los juguetes que tienen", apunta Conti.

La coordinadora explica a este diario el proceso por el que pasan los juguetes y muestra los talleres de reparación de los que disponen en la Fundació. Recopilan juegos de mesa para tenerlos completos, lo mismo ocurre con los puzzles, arreglan los muñecos, tejen ropa para ellos, etc. un sinfín de actividades para que cada todos los pequeños se vayan con una sonrisa.

Cristina Conti en el taller de raparación de juguetes de la Fundació.

Cristina Conti en el taller de raparación de juguetes de la Fundació. / Enrique Calvo

Así, este miércoles los niños podían escoger entre un total de 12.000 juguetes, que lucían bien expuestos en el recinto. "Es una barbaridad la cantidad de juguetes que generamos las familias", por eso nos llegan muchas donaciones de particulares, que ya nos conocen y se acercan aquí a traerlos cuando sus hijos ya no los usan, pero también de algunas entidades de aquí y de la Península", explica la coordinadora. Han participado la Fundación Crecer Jugando, a través de su proyecto Comparte y Recicla, Las costureras de Inca Solidaria, del proyecto Punts amb Vida; FAPA Mallorca, Fundació Guillem Cifre de Colonya y el Hotel Melià Palma Bay, entre otros.

Durante todo el año, un grupo fijo de unos doce voluntarios se encarga de poner a punto los regalos que van enviando los Reyes Magos, pero este miércoles llegaban a ser hasta sesenta las personas que ayudaban en el recinto a que los más pequeños de la casa disfrutaran de una Navidad plena.

"Su sonrisa no se puede comprar"

Pepe Gibert lleva cuatro años siendo voluntario la Fundació Monti-sion, es profesor de Secundaria y empezó dando clases de refuerzo para los niños más necesitados. Además de colaborar en el proyecto Cap infant sense jugueta, también participa en los mercadillos a los que la entidad acude para recaudar fondos y en los que sacan a la venta los juguetes que no cumplen las necesidades para ser regalados a los niños en días como Reyes, pero que pueden ser utilizados.

Gibert explica que ser voluntario "te hace sentir bien", además, en días como hoy [por el miércoles] "los niños se ponen muy contentos, es una sonrisa que no se puede comprar", señala con satisfacción.

Pepe Gibert y Xon González, este miércoles en la Fundació Monti-sion Solidària.

Pepe Gibert y Xon González, este miércoles en la Fundació Monti-sion Solidària. / Enrique Calvo

Xon González es voluntaria de la entidad desde hace cinco años. Se encarga de entrevistar a los potenciales usuarios del programa Aliments i Solidaritat y puedan adquirir los productos que semanalmente entrega la Fundació. ¿Qué requisitos deben cumplir para optar a estos beneficios? González explica que son necesarios tres documentos: el certificado de empadronamiento de toda la familia, el de vulnerabilidad y el documento de identidad que corresponda. "Una vez presentado esto, les hacemos una entrevista, les introducimos en la base de datos y si todo es correcto ya pueden empezar a contar con lo que la fundación les ofrezca", relata.

Tanto González como Gibert cuentan señalan que cada jueves, mientras los padres hacen cola para abastecerse de alimentos, un grupo de voluntarios entrega a los pequeños una merienda solidaria y les entretienen en la ludoteca, donde los niños "se lo pasan genial".

Junto a González y Gibert se encuentran Georgina Rabassa, también voluntaria de la Fundació, aunque ella desde hace más tiempo. Lleva diez años en la entidad, donde en la actualidad se encarga de la acogida de los nuevos voluntarios, a los que -señala- "se les pide un compromiso", tiene que haber una cierta continuidad. Concluye señalando que "ser voluntario satisface mucho y te divierte, porque conoces a gente con intereses sociales com tú". Algo en lo que coincide González, que añade, además, que es algo que "engancha".