Las matronas de Baleares piden continuar con la casa de partos naturales de Son Espases

Desmienten la falta se seguridad y de consenso que alega IB-Salut para paralizar el proyecto

El 7,8% de los nacimientos públicos son fisiológicos, afirman

Una matrona preparando una bañera para un parto.

Una matrona preparando una bañera para un parto. / COIBA

I. Olaizola

I. Olaizola

Las matronas de Baleares piden que se continúe con el proyecto de la casa de nacimientos naturales en el exterior de Son Espases, iniciativa que acaba de ser paralizado por el Servei de Salut alegando que no garantiza la seguridad ni de la madre ni del bebé y que no carece asimismo de un consenso entre los profesionales implicados.

La presidenta de la Associació Balear de Comares, Isabel Sampedro, asegura con respecto a la falta de consenso que este se está trabajando en estos momentos entre los sanitarios con más conocimiento de estos alumbramientos con la mínima intervención médica y farmacológica, las comadronas y los obstetras, con los otros profesionales implicados, los pediatras, los anestesistas y los servicios de emergencias sanitarias del 061, para adoptar un protocolo asistencial basado en la evidencia científica

Respecto a la falta de seguridad tanto para la madre como para el bebé aducidas por el Servei de Salut para parar este proyecto puesto en marcha a finales de la pasada legislatura, Sampedro sostiene que esa misma evidencia científica avala que estos nacimientos fisiológicos «son seguros».

Asegura la presidenta de las matronas que además este nuevo modelo asistencial en el parto responde a una demanda social ya que el 7,8% de todos los nacimientos que se llevan a cabo en la sanidad pública de esta comunidad han optado por esta forma de parir con una mínima intervención médica.

Y es que en la casa de partos, si finalmente se lleva a cabo, solo actuarán las matronas con las familias, las profesionales de referencia de estos alumbramientos fisiológicos, señala Sampedro subrayando que las ratios en estos partos es de una matrona por cada embarazada durante el proceso de dilatación y de dos profesionales por cada gestante durante el nacimiento. Unas proporciones que duda que se respeten en los paritorios habituales de los hospitales públicos y que, admite, obligará a la contratación de más matronas para cumplirlos.

«Hay estudios internacionales realizados con 20.000 mujeres que han demostrado que los partos fisiológicos tienen menor riesgo de sufrir hemorragias y precisar de transfusiones así como de tener que realizar una episiotomía (corte para ensanchar la apertura de la vagina», contrapone.

En un parto fisiológico, explica, no hay intervención médica «porque no hay patología. Solo intervendría en caso de distorsión de la normalidad» en el alumbramiento, razona. «La bolsa se rompe de manera natural y no se usan fármacos para acelerarlo, ni instrumentos como las ventosas o los fórceps o la epidural para el dolor. Por eso las mujeres necesitan de un espacio más íntimo, con mejores condiciones acústicas y lumínicas que las de un hospital porque la percepción del dolor varía según el entorno. Y más espacio para que tengan libertad de movimientos porque estos partos pueden alargarse hasta 24 horas», describe.

Hay motivos de exclusión como los embarazos gemelares, que el bebé no venga de cabeza, diabetes estacional, hipertensión o hemorragias previas de la madre, añade Sampedro concluyendo que el principal motivo de desestimiento de estos partos es por la decisión de la madre de recibir tratamiento farmacológico. De continuar el proyecto, la casa de partos de Son Espases sería la primera del país en ubicarse fuera de su hospital de referencia.

Apoyo del Colegio de Enfermería

Desde el Colegio de Enfermería de Balears (COIBA) confiaban en que se aclarasen y se subsanasen los asuntos que han llevado a la paralización y que el centro de nacimientos sea una realidad lo antes posible, ya que se trata de un recurso asistencial que responde a una necesidad y demanda histórica de las mujeres, las matronas y la Associació Naixença. Responde a la necesidad que las mujeres expresan desde hace años de tener un parto y nacimiento respetados, con un menor grado de intervencionismo y manteniendo los niveles de seguridad para madres y bebés. Poder contar con un centro de nacimientos supone un logro importante para las mujeres y su derecho a decidir dónde y cómo quieren parir, concluía la institución colegial.

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