La dueña de la agencia de viajes denunciada por estafa en Palma se siente víctima de una campaña de desprestigio

La mujer afirma que ha sido víctima de una campaña que ha provocado una cascada de anulaciones, pero que devolverá el dinero

Imagen del aeropuerto de Palma

Imagen del aeropuerto de Palma / GUILLEM BOSCH

La propietaria de la agencia de viajes que ha sido denunciada ante la Policía por supuestamente quedarse con el dinero de su clientes afirmó ayer a este periódico que no ha estafado a nadie. La mujer, que prefiere mantenerse en el anonimato, se siente víctima de una campaña de desprestigio, que inició un grupo de clientes al que organizó un viaje a Japón. Este desplazamiento tuvo muchos problemas y los clientes escribieron reseñas negativas de esta agencia, especializada en la organización de viajes de luna de miel, en la plataforma Google. A partir de ese momento, según ella, empezaron los problemas, ya que muchos clientes renunciaron a los viajes, que ya habían pagado. La mujer asegura que no piensa quedarse con nada que no le pertenezca y se comprometió a devolver el dinero que cobró de sus clientes por adelantado. Lo hará cuando sus proveedores le devuelvan el dinero que ella adelantó por la reserva de vuelos y hoteles.

La empresaria asegura que padece un grave trastorno psicológico como consecuencia de estos problemas, pero afirma que ha tenido que presentar tres denuncias por las amenazas que ha venido sufriendo en los últimos días. Detalla que un familiar de un cliente se ha presentado en su domicilio y que desde entonces está atemorizada y no sale de casa.

Esta versión no coincide con las denuncias de los clientes, que aseguran que han pagado por un viaje que no han podido hacer, a pesar de haberlo abonado por adelantado.

Dos de los clientes han detallado a este periódico que se enteraron de la presunta estafa un día antes de la boda. Habían pagado 6.000 euros por un viaje a Japón. Sin embargo, descubrieron que la dueña de la agencia de viajes no había abonado los billetes de avión, ni tampoco había reservado las habitaciones de hoteles. La novia explicó que durante muchas semanas intentó comunicar con la dueña de la agencia, pero nunca contestaba a las llamadas, ya que únicamente se comunicaba por mensajes. Después de varias semanas intentando concretar los detalles del viaje, según la clienta, la dueña de la agencia le envió la foto de un féretro, pidiéndole que tuviera respeto porque asistía a la muerte de un familiar. La empresaria nunca les envió la certificación de las reservas. Esta pareja no ha podido finalmente realizar el viaje a Japón. Tuvo que contratar un nuevo paquete turístico a otro destino en otra agencia, con un coste económico que no tenían previsto.