Entrevista |

Maria del Mar Rus Calafell: "Habrá que hacer una regulación para el uso de las tecnologías»

«Entre un 17% y un 21% de 1.700 jóvenes entrevistados en Alemania presentan más de cuatro experiencias psicóticas: sentirse perseguido u observado, escuchar voces, percibir que tienen superpoderes y no tener motivación para hacer nada son las más habituales».

Maria del Mar Rus Calafell

Maria del Mar Rus Calafell / Bernardo Arzayus

I. Olaizola

I. Olaizola

¿Qué significa para usted recibir el Premi Diario de Mallorca de Ciència i Investigació?

En primer lugar mucha alegría y un honor porque viene de un diario muy importante en Mallorca pero también de un compañero que he tenido en mi casa con mis padres. Y siempre me hace mucha más ilusión cuando me dan un premio en España y aun más en Mallorca que otros reconocimientos internacionales que he tenido.

¿Sigue trabajando en la Universidad del Ruhr, en Bochum (Alemania), con el proyecto Young Voices (uso de entornos virtuales para abordar trastornos psicóticos de los adolescentes, resumidamente)?

Sí. Ahora estamos analizando los datos de dos de los estudios principales del proyecto, el que incluye una muestra de 1.700 adolescentes a los que hemos entrevistado en sus centros educativos y otro de intervención temprana en población clínica de entre 12 y 18 años que ya acude a pedir ayuda.

¿Qué conclusiones están sacando?

En el primero, el realizado con los 1.700 adolescentes, es que la prevalencia de las experiencias psicóticas que estábamos analizando es mayor de lo que nos esperábamos. Hemos tenido algún problema para la recogida de datos con la pandemia pero estamos muy sorprendidos con el resultado.

¿Y con la población clínica?

Nos ha confirmado la hipótesis con la que partíamos, que las experiencias psicóticas no son solo la esquizofrenia sino que se distribuyen en diferentes diagnosis como ansiedad, depresión y otros trastornos que no se encapsulan solo en los psicóticos.

Ha hablado de un mayor número de experiencias psicóticas entre los adolescentes de las esperadas. ¿Me las puede evaluar?

Entre un 17% y un 21% de los jóvenes entrevistados (1.700) presentan más de cuatro experiencias psicóticas. Y eso que hemos puesto el número de cuatro, normalmente son tres, para ser más restrictivos. 

¿Cuáles son básicamente?

Sentirse perseguido u observado, escuchar voces...

Trastorno característico de las psicosis no afectivas me dijo en una ocasión...

Sí, pero ahora hemos descubierto que también se dan en psicosis afectivas (una depresión severa, por ejemplo).

Estaba con las 4 experiencias psicóticas más habituales...

Sí. escuchar voces, sentir que tienes superpoderes y el más común y más negativo, no tener motivación para hacer nada. Estos jóvenes, sin llegar a necesitar asistencia clínica, también reportan un nivel de malestar. Y ahora lo que queremos saber es por qué no acuden a la clínica si nos refieren que tienen esas experiencias que les causan malestar.

¿Qué motivo baraja?

Nos han dicho que el estigma no les viene de los iguales, sino de los adultos. La generación Z está más abierta a hablar de estos temas, los consultan con los amigos, en las redes, pero se sienten más estigmatizados al hablarlos con los padres, con los adultos. No estoy culpando a los padres, pero es lo que ellos nos explican.

¿Estamos viendo solo la punta del iceberg de los trastornos mentales que han llegado con la pandemia?

Podría ser porque los estudios comparativos anteriores reportan unos porcentajes más bajos. Pero también podría ser por otras causas. Pero lo que es cierto es que la pandemia los ha puesto (a los adolescentes) en una situación muy límite. Bueno, a todos (risas). Y los que llegaban con una cierta vulnerabilidad lo han pasado mucho peor.

¿Ya han aplicado terapias con avatares y entornos virtuales? ¿Qué resultados están cosechando?

Hemos invitado a 200 de los jóvenes que nos reportaron al menos tres d e las experiencias psicóticas y hemos comprobado que tienen un comportamiento social más bajo o equívoco. Gracias a la realidad virtual hemos podido comprobar que la adversidad social empieza en fases muy tempranas. Se enfrentan a otros de manera neutral y a pesar de ello se les disparan los síntomas en entornos sociales.

Entornos virtuales, avatares... ¿cuál va a ser la próxima herramienta?

A partir de noviembre vamos a hacer un estudio clínico con jóvenes con un trastorno psicótico en los últimos cinco años a los que aplicaremos una combinación de la terapia avatar de enfrentarte a su voz, y más tarde , volver a hacerlo en entornos virtuales sociales. Por ejemplo que la voz le diga que se van a reir de él cuando vaya a hablar con un grupo de gente.

Eso les ayudará a enfrentarse a sus miedos..

Eso es lo que esperamos. No solo que las voces mejoren, que causen menos malestar, sino que funcionen mejor socialmente. Y que tengan menos evitación y ansiedad social.

¿Cree que nuestros jóvenes hacen un uso adecuado de las nuevas tecnologías o de la Inteligencia Artificial?

Creo que la tecnología está aquí y ha llegado para quedarse. También pienso que les culpamos mucho a ellos de no saber usarlas cuando tampoco nadie les ha educado para su uso. Creo que tendremos que introducir educación en tecnología. Para los consumidores jóvenes y para los que la regulan, los meta, los metaverso, los twitter y organismos de regulación gubernamental. Habrá que invertir en ciberseguridad y hacer una regulación del uso de las tecnologías. Pero no podemos culpar solo a los jóvenes de que están enganchados. Intentemos comprender por qué lo están y porque hacen un mal uso de las tecnologías. Porque para mi el caso del uso inadecuado de la IA en Almendralejo es también un problema de educación sexual.

¿No cree que algunos jóvenes, de la mano de las nuevas tecnologías, tienen un discurso cada vez más reaccionario y extremista?

Habría discutir qué uso hacen de la tecnología diversas ideologías. Las ideologías de derechas han invertido mucho en saber cómo se puede usar la tecnología para influir en según qué sectores de la población. Y uno de los sectores más vulnerables es la gente joven.

¿Cómo abordaría la ola de trastornos de salud mental que tenemos?

Con más inversión pública y más imaginación e innovación. Puedes introducir, que ya se está haciendo, la figura del psicólogo general sanitario en Atención Primaria o en centros educativos para que ayude a la gente de a pie. U ofrecer tratamientos de baja intensidad por internet con los que ya les estás dando recursos y pautas para que mejoren. O utilizar a personas que han tenido un trastorno mental para que ayuden a otros con su experiencia en primera persona. Nosotros los estamos usando en todos los estadios de nuestras investigaciones. No solo pueden participar en estos proyectos sino que además nos ofrecen una ayuda brutal. En definitiva, creo que hay recursos que valen menos que no se están utilizando.

La nueva conselleria de Salud ha creado una nueva dirección general de Salud Mental. ¿Si le hubiesen ofrecido llevarla habria aceptado?

Sí, lo hubiera considerado si hubiera tenido un equipo que creyera firmemente que la salud mental no es una moda sino un pilar de la sociedad y contara con gente con una manera de trabajar similar a la mia.

¿Conoce a Oriol Lafau?

Sí, soy fan de él porque hemos interactuado en un par de acontecimientos. Tiene una visión sobre lo que tiene que ser la salud mental muy similar a la mia. Y creo que valora el peso de la investigación clínica y la aplicará si concluye que algo funciona. Porque también hay que hacer un buen uso de los pocos recursos públicos de los que disponemos.

Expertos comentaron que en Balears se están recetando ansiolíticos y antidepresivos a gente que no los necesita ¿Qué cambios haría en el abordaje de estas depresiones leves?

En el Reino Unido han realizado un gran estudio que ha demostrado que dar un mínimo de diez sesiones con psicólogos que no tienen por qué tener la especialidad clínica es más eficaz para los pacientes que darles un ansiolítico, aunque no para las farmacéuticas (risas). Se ha evaluado y hay menos bajas laborales con estos tratamientos de baja intensidad y además han comprobado que gastan menos dinero que recetando fármacos.

¿Qué alternativas hay al antidepresivo? Hacer deporte, socializar...

Dependerá de la severidad de la depresión. Pero está demostrado que efectivamente ayuda mucho hacer deporte, el acompañamiento simple, reorganizar tu vida y socializar y salir, que nosotros llamamos la reactivación conductual. Esto funciona con las depresiones moderadas. Con las severas, cuando alguien ya no puede dejar su casa porque está muy mal, hay que hacer una combinación de antidepresivos con tratamientos psicoterapéuticos. Pero me atrevo a decir que en todos los trastornos de salud mental, medicación sola, no.