Masacre en el polémico examen de Matemáticas aplicadas en Selectividad en Mallorca: lo que han hecho otras comunidades afectadas

Regiones como Madrid, Cantabria o Andalucía también han tenido problemas similares con las pruebas de acceso a la Universidad

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

Frente al descalabro del examen de Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales en la Selectividad de Baleares, la UIB mantiene que los contenidos de la prueba se ajustaban a los contenidos de la asignatura de segundo de Bachillerato y no tiene pensado repetirla.

Polémicas por los exámenes de Selectividad ha habido en muchas comunidades. En Andalucía, por ejemplo, el examen de Matemáticas (el del itinerario de Ciencias) también ha sembrado quejas.

La prueba tenía ejercicios de matrices, vectores o integrales, y las familias han reunido más de 20.000 firmas en la plataforma Change.org para impugnarlo debido a su "extrema dificultad".

El examen se ha hecho tan viral en las redes sociales que muchos especialistas, como matemáticos, ingenieros o catedráticos de distintas enseñanzas han apoyado públicamente a los estudiantes. En cualquier caso, la Universidad Pablo de Olavide, organizadora de las pruebas, ya ha confirmado que no se repetirá el examen y ha tomado una postura similar a la de la UIB,

Las matemáticas también han avivado la polémica en Madrid, donde varios medios de comunicación han publicado que uno de los ejercicios era “imposible de resolver”. Según algunos expertos, el enunciado, que proponía estudiar la continuidad de una función en la recta real, estaba mal planteado y no se podía resolver.

El tuit del profesor y doctor Sergio Montáñez exponiendo el presunto error de los organizadores de las pruebas se ha hecho viral: "Han metido la pata", asegura.

Los estudiantes madrileños también han mostrado su indignación y han pedido repetir la prueba, aunque no parece que haya intención por parte de los organizadores.

En Cantabria ha habido tal caos que ha acabado con la dimisión del coordinador de Selectividad después de reconocer errores en los exámenes de Historia de España, Lengua y Literatura y Latín.

En este caso, la Universidad de Cantabria, organizadora de la prueba, asegura que los errores no supondrán un perjuicio para los alumnos y se habla de subir la nota a casi 300 aspirantes para subsanar los problemas.