Payeses de Mallorca afectados por las placas solares: "Ahora los chinos nos desplazan con el beneplácito institucional"

El presidente de Camp Mallorquí reacciona al conocer que una multinacional se ha hecho con parte de la finca Maynou de Consell para poner placas: "Los payeses queríamos sembrar ahí 'garrovers'"

Mae de la Concha, el ministro Luis Planas, Armengol y Miquel Gual de Camp Mallorquí.

Mae de la Concha, el ministro Luis Planas, Armengol y Miquel Gual de Camp Mallorquí. / DM

M. Elena Vallés

M. Elena Vallés

La Cooperativa Camp Mallorquí es una de las afectadas por la instalación de un parque solar en una finca donde cultivan sus payeses. «Alquilamos una parcela hace cinco años y sembramos almendros. Ahora estábamos negociando una segunda parcela con el propietario para sembrar algarrobos, pero al final van a hacer un megaparque solar», explica Miquel Gual, presidente de la agrupación agraria.

Gual se está refiriendo a la finca Maynou, en Consell, que se convertirá en una central fotovoltaica de 60 hectáreas. «Es una de las fincas más fértiles de todo el Raiguer. Sé de algunos proyectos solares y hay muchos en esta zona de la isla porque es plana y aquí son fáciles de instalar. Se van a cargar muchos garrovers centenarios. Y me parece contradictorio porque no se está teniendo en cuenta la soberanía alimentaria de la isla, que es bajísima, ni a los payeses», considera. «Así se lo dije al ministro de Agricultura Luis Planas a finales de marzo cuando nos visitó. Cosechamos menos patata, almendras, trigo y aceitunas; ahora cosechamos voltios, vatios y amperios», denunció Gual ante el responsable en Madrid del sector primario. «La presidenta Francina Armengol se molestó por mis palabras, pero es contradictorio que en la ley de turismo se esté pidiendo un 3% de producto local en los hoteles, y en el campo haya cada vez menos payeses y menos producción y cada vez más chalés y placas solares», protesta.

Una corporación asiática

Detrás del proyecto de Maynou (Shamsh I Energy) está Tayan Investment 11 SL. El grupo Tayan Energy está participado por el Grupo Eland y Shanghai Electric Group Company Limited, una corporación industrial china que cotiza en las bolsas de Shanghái y Hong Kong. «Pues no lo sabía», confiesa Gual. «Ahora los chinos nos desplazan con el beneplácito institucional», reacciona. 

El presidente de Camp Mallorquí está preocupado porque en esta precampaña política los partidos no se están posicionando sobre este tema. «Pido que se hable de la cuestión e informen de su postura y qué quieren legislar exactamente sobre dónde colocar estos megaparques», exige. Para Miquel Coll de APAEMA se ha de llegar a un consenso entre todos, pero sobre todo han de ser los municipios que junto a los vecinos lo decidan a partir de una planificación trazada por el Consell y el Govern. 

En estos momentos, hay decenas de payeses desplazados en la isla por las multinacionales chinas, italianas, alemanas, españolas y de otros países que planean montar parques fotovoltaicos para amortizarlos en cinco, seis o siete años (el cálculo es del director general de Energía Pep Malagrava). Una hectárea de placas requiere una inversión aproximada de un millón de euros. El tap de cortí es uno de los cultivos que también se ha visto afectado. El ganadero ecológico Antoni Noguera de Can Ferrerico también alzó la voz hace seis meses: «En dos años he tenido que dejar un centenar de quarterades por ventas [para construir chalés] o por la instalación de placas solares». A medida que aumenta la presión de estos parques, más difícil es que los payeses hablen públicamente. Rafel Coll de Lloseta también ha tenido que dejar una parcela o Toni Seguí de Son Jover. Éste ha tenido en cambio una experiencia positiva con los parques fotovoltaicos. Gestiona cultivos compensatorios financiados por empresas promotoras de estas centrales. «El complemento de las placas hace que la finca sea viable. La agricultura no es el mejor negocio de la vida. En la finca que explotábamos se va a hacer un parque solar de diez hectáreas, por lo que tendremos una compensación. Debajo de las placas los animales pueden pastar. En una misma finca se puede tener el uso agrícola, el ganadero, la energía de estas instalaciones y la materia orgánica de los animales. Hay que ir investigando más para ver qué uso se puede sacar de la tierra que queda bajo las placas», apunta. 

Toni Seguí de Son Jover.

Toni Seguí de Son Jover. / Bernardo Arzayus

La Assemblea Popular de Son Sardina ha dado también la voz de alarma porque ha contabilizado hasta nueve proyectos de parques en la zona que supondrían 91,5 hectáreas de placas solares. «Es muy contradictorio porque hace un año se firmó el protocolo para desarrollar en toda esta área el parque agrario de Palma», denuncian. 

Mesa redonda sobre parques solares organizada por la Assemblea Popular de Son Sardina.

Mesa redonda sobre parques solares organizada por la Assemblea Popular de Son Sardina. / Assemblea Popular de Son Sardina.

Silencio de los payeses y alguna presión

Que hay muchos intereses económicos detrás de estas centrales es una realidad. Muchos payeses prefieren callar para no disgustar a los terratenientes de Mallorca ante el temor de perder más fincas e incluso algún ciudadano ha tenido que denunciar ante la conselleria de Transición Energética haber recibido la llamada de un propietario tras haber hecho alegaciones a un proyecto de parque solar que va a levantarse en su finca. «Prefiero no revelar mi nombre. El dueño me llamó a mi móvil días antes de que terminara el periodo de alegaciones. También me envió un mail. Me dijo que sabía que yo había presentado algunas y que quería explicarme una serie de cosas. Le corté de inmediato. Cómo había conseguido mis datos. El mismo día envié un escrito a la conselleria denunciando lo que me había sucedido y que temía por mi integridad. Para mí es un caso de presión indirecta». 

VÍDEO | Las placas solares invaden el campo de Mallorca

Bernardo Arzayus