Restaurantes y discotecas de Mallorca abren bien la temporada pero con menos fuerza que en 2022

Restauración y ocio nocturno hacen un balance positivo de abril y consideran que están ante el reflejo de lo que va a ser un muy buen verano

Las discotecas han tenido una reapertura irregular dependiendo de las zonas.

Las discotecas han tenido una reapertura irregular dependiendo de las zonas. / BCM

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

Durante el segundo año postpandemia, el champán sigue saliendo de la botella del ocio nocturno y de la restauración, aunque un poco más desbravado que en 2022. Los presidentes de las patronales que agrupan a ambos colectivos en Balears, Miguel Pérez-Marsá y Alfonso Robledo respectivamente, ponen en valor que la pasada Semana Santa se ha cerrado con unos excelentes resultados para una apertura de temporada, pero con balances que oscilan de forma apreciable dependiendo de las zonas de Mallorca en el caso de las discotecas, y con una pérdida de velocidad superior a la de 2022 una vez superados los días festivos en bares y restaurantes.

Robledo reconoce que el balance de la pasada Semana Santa en el caso de la restauración ha sido muy similar al que se alcanzó durante el pasado ejercicio, lo que supone que la afluencia de clientes se ha mantenido «como un cohete». La diferencia ha radicado en que una vez superadas las fiestas, la actividad se ha reducido de una forma apreciable, algo que tradicionalmente resulta normal, pero que contrasta con la estabilidad que se registró durante 2022, ejercicio en el que la demanda se mantuvo extraordinariamente alta durante el resto de abril y durante mayo.

"Siguen las ganas de salir"

Pese a la desaceleración que se ha dado en esta ocasión en la afluencia de clientes, el presidente de Restauración-CAEB valora el hecho de que «la gente sigue con ganas de salir, y no se percibe un miedo excesivo a la inflación».

En este sentido, apunta que los establecimientos mejor ubicados para la recepción de turistas han podido subir sus precios en torno a un 8%, porcentaje que desciende de forma apreciable en los casos en los que la clientela es fundamentalmente local.

También el presidente de la asociación balear de ocio nocturno (ABONE) señala que la Semana Santa y la reapertura de discotecas y salas de fiestas ha tenido un balance positivo, aunque apunta importantes matices.

Desastre en el Paseo Marítimo

En el caso de los locales situados en el Paseo Marítimo, subraya que la caída de actividad por las obras está siendo superior a la que se había previsto, y denuncia un aumento de los delitos en una zona que se ha vuelto «inhóspita». Por ello, no duda de calificar de «desastre" la situación que están viviendo esos empresarios.

También apunta que la temporada se ha iniciado en Platja de Palma con excelentes resultados, mientras que a los negocios de Magaluf les está costando algo más arrancar su actividad.

En este sentido, coincide con Robledo en que la reapertura de este año «se parece más a la de 2019 que a la de 2022», reconociendo que esta última fue especialmente positiva debido a la «explosión de ocio» que se vivió.

Con este balance inicial, Robledo y Pérez-Marsá afirman que todo permite augurar una buena temporada turística durante 2023, lo que en el caso del ocio nocturno supone dejar atrás los ‘números rojos’ que se acumularon durante los años de la pandemia y dejar sus cuentas saneadas. Ambos se felicitan de que «este año se va a ganar dinero, aunque quizás no tanto como en 2022», algo que se interpreta como una paulatina vuelta a la normalidad.

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