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El transporte de Baleares precisa 200 chóferes más para no tener problemas en 2023

Las empresas de autocares turísticos y de mercancías advierten del riesgo de no poder atender la demanda en abril, junio y septiembre

El transporte turístico es uno de los sectores afectados por la escasez de conductores. M.Mielniezuk

Durante el próximo año va a ser necesario incrementar la plantilla de conductores de autocares y camiones de Baleares en unas 200 personas si se quieren evitar problemas a la hora de prestar los servicios de transporte turístico o de mercancías, según afirma el presidente de la federación balear que agrupa a las empresas del sector (FEBT) y de su asociación del discrecional, Rafael Roig. Su homólogo en la sectorial de mercancías, Ezequiel Horrach, comparte la afirmación, pero eleva su alcance: «En mi opinión, Rafael Roig se ha quedado corto, y el déficit que sufrimos es superior».

Los dos representantes empresariales reconocen que durante este año se han visto sobrepasados por la fuerte demanda existente y la falta de disponibilidad de conductores, agravada en el caso del transporte de mercancías por las protestas que se desarrollaron en este sector durante el mes de marzo. Y aunque se apunta la posibilidad de que durante 2023 la temporada turística tenga una intensidad inferior a la del presente ejercicio ante las incertidumbres que la inflación y la crisis energética han abierto en países emisores como Alemania y el Reino Unido, ambos señalan que ese aumento de las plantillas de conductores será necesario si se quiere evitar problemas.

Para Ezequiel Horrach, el momento clave pare el transporte de mercancías se va a registrar en su sector durante el mes de abril, al producirse el inicio de temporada y la reapertura de muchos establecimientos que quiere volver a llenar sus almacenes, lo que multiplica el riesgo de registrar un colapso.

En el caso del transporte discrecional (turístico), los momentos más conflictivos son dos, según señala Rafael Roig: junio y septiembre. El motivo es que durante esos meses hay actividad en el transporte escolar y el turístico está ya a unos niveles de temporada alta, y los descansos exigidos por la legislación para los chóferes hacen muy difícil compaginar ambas actividades en un contexto de plantillas debilitadas.

Colectivo envejecido

Los dos presidentes de patronales señalan que el sector se enfrenta a un problema muy serio a la hora de reponer personal. El actual colectivo de conductores nace en buena medida de la obtención de forma gratuita del carné para llevar estos vehículos de mayor tamaño mientras se realizaba el servicio militar, y está ya notablemente envejecido, con un importante ritmo de salidas debido a las jubilaciones. Pero los jóvenes se están incorporando a esta profesión con cuentagotas por un motivo fundamental: obtener el carné para poder llevar camiones o autocares cuesta unos 5.000 euros, según destacan.

Desde estas organizaciones empresariales se señala que el Govern es consciente de este problema y va a subvencionar la obtención de estos carnés profesionales, pero se admite que aunque su coste final se abarate, seguirá siendo demasiado alto para poder ser asumido por la mayoría de los jóvenes, cuyos recursos económicos son muy limitados.

Hay que recordar que para poder conducir estos vehículos se necesita el carné de categoría C para los camiones rígidos, el D para el transporte de personas (autocares) y el E para los camiones articulados (remolques).

Ezequiel Horrach subraya que este problema se agrava en el caso del transporte de mercancías peligrosas, para el que se exige que los conductores se tenga que volver a examinar cada cuatro años.

En cualquier caso, Roig y Horrach advierten de que la citada escasez de conductores no es el único problema al que los transportistas de las islas va a tener que hacer frente durante el próximo año, al añadirse otro igualmente grave, como es la reposición de sus flotas.

En concreto, se señala que existe también una apreciable escasez de mecánicos, lo que provoca la parada durante semanas de camiones y autocares, un hecho que resulta especialmente grave cuando coincide con puntas de actividad como las estivales. Como ejemplo, Roig afirma que esa paralización ha llegado a durar un mes en algún autocar destinado al servicio discrecional.

A ello se añaden los problemas para conseguir vehículos nuevos debido a la crisis que ha generado la escasez de semiconductores. En este caso el ejemplo lo pone Horrach: se ha llegado a esperar un año para poder recibir un camión que se había encargado para reforzar una flota.

Subida de precios del 15%

Todo lo expuesto se está dando en un contexto de fuerte encarecimiento de los costes. Eso explica que las empresas del discrecional estén planteando a touroperadores y agencias de viajes subidas en sus tarifas para el próximo año del 15% al 20%, según destaca Rafael Roig, que apunta que esta negociación se encuentra todavía en una fase muy inicial.

Ezequiel Horrach indica que también los transportistas de mercancías van a poner sobre la mesa incrementos en sus precios similares para 2023, escudándose igualmente en el alza que sus costes han registrado de la mano de los carburantes y de los repuestos, entre otros factores.

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