La asociación Per Ells, que tiene un programa de acogida para niños de Bielorrusia y de la zona de Chernóbil, en Ucrania, ve con mucha preocupación la guerra que Rusia ha iniciado esta madrugada en Ucrania. En junio estaba prevista la llegada de unos cincuenta niños a Mallorca y en la entidad esperan que para entonces la situación se haya estabilizado.

"Ahora mismo es muy difícil saber qué pasará en Ucrania, nosotros vamos a preparar todos los papeles para ver si los niños pueden venir. En cambio Bielorrusia empieza a abrirse y estamos luchando, pero nos ponen condiciones muy difíciles", lamenta Esperanza Seguí, presidenta de Per Ells.

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"Sabemos que muchas de las familias de acogida de la isla han hablado con los niños y están bien. Ellos están en el norte del país y de momento allí los bombardeos les cogen un poco lejos, pero todos cuentan que no han ido a la escuela. No salen de casa, hay problemas en los bancos... Es difícil porque en general son niños de familias desestructuradas", señala Seguí. 

Estas primeras horas de guerra están marcadas por el desconcierto, pero en la asociación seguirán con sus planes de acogida. Dieciocho niños ucranianos llegaron a Palma el pasado diciembre para pasar un mes en la isla después de dos años sin poder hacerlo por la pandemia.