Con grandes dosis de emoción e ilusión. Así recibieron ayer varias familias mallorquinas la llegada de casi una veintena de menores procedentes de la zona del desastre nuclear de Chernóbil, en Ucrania, participantes en un programa de acogida en la isla. La crisis sanitaria había obligado a suspender este programa durante los dos últimos años, por lo que el reencuentro era un momento muy esperado por todos los participantes en la iniciativa promovida por la asociación Per Ells. Los menores de Bielorrusia no pudieron venir en esta ocasión por la crisis política abierta entre la Unión Europea y el gobierno de Aleksandr Lukashenko. Sobre las cuatro de la tarde, la delegación ucraniana llegó al aeropuerto de Son Sant Joan, donde esperaban, expectantes, las familias de acogida. Hubo abrazos, sonrisas y alguna lágrima. Ahora, a los menores les aguardan unos días de estancia en la isla, coincidiendo con las fechas navideñas. Unas jornadas que, como comentó Esperanza Seguí, de la entidad Per Ells, aprovecharán para hacer actividades de ocio, incluidas las típicas celebraciones de Navidad, así como para visitar a varios especialistas médicos, como puedan ser oftalmólogos, dentistas y pediatras. «Muchos vienen con problemas de estatura, que es la adecuada para su edad, con falta de vitaminas…», explicó Seguí. Estos niños son el ejemplo más palpable de los efectos que provocó el accidente núclear de Chernóbil, ocurrido en 1986. Los 18 niños ucranianos tienen edades comprendidas entre los 7 y los 13 años. De ellos, 13 ya habían venido en otras ocasiones a Mallorca, mientras que los otros cinco estrenaban experiencia, según datos aportados por la asociación. Serán acogidos por 16 familias mallorquinas, repartidas por toda la isla. Su estancia se prolongará hasta el próximo 22 de enero. En verano, se hará otro programa de acogida, para el cual se buscan familias (contacto: associacioperells@yahoo.es).