La reapertura de fronteras eleva la demanda de vivienda por extranjeros

La patronal del sector advierte de que la escasez de producto y la presión de las peticiones están aumentando los precios

Los promotores subrayan el creciente peso de las nuevas edificaciones dirigidas a la demanda extranjera.

Los promotores subrayan el creciente peso de las nuevas edificaciones dirigidas a la demanda extranjera. / Manu Mielniezuk

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

La paulatina reducción de las restricciones para viajar a Mallorca aplicadas por diferentes gobiernos europeos está teniendo un impacto directo en el mercado inmobiliario de la isla. Durante los dos últimos meses, la demanda de viviendas por parte de extranjeros se ha incrementado entre un 25% y un 30% respecto a los niveles que eran habituales antes de la pandemia, algo que el presidente de la Asociación Empresarial de Promotores Inmobiliarios de Balears, Luis Martín, achaca a que aquellas personas que durante el pasado año no pudieron ver cumplido su deseo de disponer de una residencias en la isla por no poder salir de su país, se están volcando ahora en la búsqueda de su casa mallorquina.

Luis Martín subraya no solo el apreciable crecimiento de la demanda de viviendas nuevas por parte de ciudadanos de otros países, sino además que se trata de un comprador de residencias de alto nivel, para el que es habitual que el valor del inmueble alcance el millón de euros, y que solo en contadas ocasiones recurre al crédito hipotecario al disponer de liquidez suficiente para hacer frente al desembolso que supone la compra.

Pero en este mensaje respecto a la reactivación de la demanda hay también una advertencia. Porque el representante del sector subraya que la ralentización de las obras y en la tramitación de las licencias durante la pandemia han hecho que el producto que haya actualmente en el mercado sea escaso, y que la presión que se está dando por parte de los compradores esté comenzando a provocar un aumento de los precios.

El riesgo de los precios al alza

En este caso, el miedo de Luis Martín es que este encarecimiento de las viviendas de alto nivel de la isla contagie al precio del suelo, lo que implicaría hacer todavía más difícil que las familias residentes de clase media puedan acceder a un inmueble.

Aunque apunta el riesgo de un encarecimiento excesivo de la vivienda, recordando que «todos los mercados tienen un techo», descarta rotundamente cualquier posibilidad de una nueva ‘burbuja’ en el sector, alegando que la anterior vino impulsada por una concesión indiscriminada de préstamos por parte de las entidades financieras, en muchas ocasiones sobreestimando el valor real del inmueble, lo que dio después paso a una avalancha de impagos y expropiaciones.

En estos momentos, recuerda Martín, la estrategia de las entidades financieras es radicalmente opuesta, y los requisitos para la concesión de las hipotecas se consideran incluso extremadamente rigurosos.

Demanda latente

En cualquier caso, el presidente de los promotores destaca que lo que se está poniendo en evidencia durante esos dos últimos meses es que la caída en las ventas que se registró durante el pasado año lo único que reflejó es que una parte de la demanda permanecía latente a la espera de que se eliminaran las restricciones para viajar hasta la isla.

En este sentido, Luis Martín coincide con el presidente de la asociación inmobiliaria ABINI, Hans Lenz, respecto a que los confinamientos y el impulso del teletrabajo han incrementado el interés de muchos extranjeros por contar con una residencia en Mallorca.

«Espejismo» es el término utilizado por el presidente de la asociación balear de promotores, Luis Martín, para calificar los buenos datos sobre la edificación residencial aportados tanto por el colegio de aparejadores como por la patronal de los constructores.

Como se recordará, los primeros han cifrado en un 29,1% el aumento de viviendas visadas en Mallorca para iniciar su edificación durante el primer trimestre de este año respecto al mismo periodo de 2020, mientras que los constructores sitúan en un 4,2% el aumento de la inversión para levantar nuevas residencias, y en un 22,4% el alza en el número de esos inmuebles.

Luis Martín admite esa reactivación, pero pone de relieve que está centrada en el producto de alto nivel, al que no pueden acceder la mayoría de los residentes de clase media de Mallorca.

Restricciones de la banca

Hay que tener en cuenta que las dificultades que la banca aplica actualmente a la hora de conceder sus hipotecas, ante el temor a un nuevo aumento de los impagos, está haciendo no solo que sea más difícil encontrar compradores, sino también contar con financiación para iniciar cualquier proyecto residencial.

El presidente de los promotores de las islas lamenta que Mallorca se enfrente a un problema estructural derivado de la escasez de un suelo que además resulta demasiado caro, lo que impide promover viviendas a precio asequible y obliga en estos momentos a las clases medias a recurrir a la compra de los restos de propiedades que les quedan a los bancos, a la segunda mano o, con suerte, a alguna de las escasísimas nuevas promociones de que se impulsan y que no van dirigidas específicamente a una clientela de un elevado poder adquisitivo.

El «espejismo» de los datos positivos sobre nuevos proyectos en Mallorca

«Espejismo» es el término utilizado por el presidente de la asociación balear de promotores, Luis Martín, para calificar los buenos datos sobre la edificación residencial aportados tanto por el colegio de aparejadores como por la patronal de los constructores.

Como se recordará, los primeros han cifrado en un 29,1% el aumento de viviendas visadas en Mallorca para iniciar su edificación durante el primer trimestre de este año respecto al mismo periodo de 2020, mientras que los constructores sitúan en un 4,2% el aumento de la inversión para levantar nuevas residencias, y en un 22,4% el alza en el número de esos inmuebles.

Luis Martín admite esa reactivación, pero pone de relieve que está centrada en el producto de alto nivel, al que no pueden acceder la mayoría de los residentes de clase media de Mallorca.

Restricciones de la banca

Hay que tener en cuenta que las dificultades que la banca aplica actualmente a la hora de conceder sus hipotecas, ante el temor a un nuevo aumento de los impagos, está haciendo no solo que sea más difícil encontrar compradores, sino también contar con financiación para iniciar cualquier proyecto residencial.

El presidente de los promotores de las islas lamenta que Mallorca se enfrente a un problema estructural derivado de la escasez de un suelo que además resulta demasiado caro, lo que impide promover viviendas a precio asequible y obliga en estos momentos a las clases medias a recurrir a la compra de los restos de propiedades que les quedan a los bancos, a la segunda mano o, con suerte, a alguna de las escasísimas nuevas promociones de que se impulsan y que no van dirigidas específicamente a una clientela de un elevado poder adquisitivo.

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