El ‘lujo’ ha pasado a ser de ‘más lujo’ en el sector inmobiliario mallorquín. Es decir, las residencias de alto nivel que se han vendido durante la pandemia han sido principalmente las más caras, según se desprende del último informe presentado por la inmobiliaria Engel & Völkers, que en su caso ha registrado un aumento del precio medio de las propiedades comercializadas que ha ido de los 1,5 millones de euros en 2019 a los 1,6 millones en 2020. No se trata de que los precios hayan aumentado (están estabilizados) sino de que el producto que encuentra una salida más fácil es el de mayor nivel. (Vea aquí la galería)

El director general para Mallorca Suroeste de esta firma, Hans Lenz, pone de relieve que si el número de operaciones de compra residenciales cayó un 27% durante el pasado año en Mallorca (en el conjunto de Balears lo hizo en la misma proporción ), alcanzando las 8.982; el valor de las mismas se situó en los 2.725,2 millones de euros, con una reducción de solo el 17% (la bajada media balear es de un 12%), demostración de que aunque se han vendido muchas menos viviendas, las comercializadas has tenido un precio medio mucho más alto.

La explicación ante esta evolución es que las restricciones a la movilidad han provocado este descenso en la adquisición de propiedades de alto nivel en la isla (eso ha hecho que se disparen al alza las consultas y visitas virtuales que se han realizado por vía telemática), pero también que el mercado inmobiliario de mayor lujo tiene un comportamiento ajeno a las crisis y se ha mantenido como el más dinámico.

Por zonas, en Palma los precios medios más altos aparecen en los chalés de Son Vida, y se sitúan por encima de los 4,7 millones de euros. En el caso de Génova, alcanzan el millón de euros, mientras que en el Casco Antiguo se mueven entre los 700.000 y los 800.000 euros.

En la zona suroeste de la isla, destaca el caso del Port d’Andratx, donde esa media supera los 4,3 millones, y en la zona oeste es Deià la que ostenta ese liderazgo, con 2,9 millones de euros.

Formentor aparece como el punto más caro del norte mallorquín, con valores medios en los chalés y villas de lujo de seis millones de euros, mientras que en el noroeste es Artà la que se sitúa en cabeza, con más de 1,7 millones.

En la Mallorca central destaca el caso de Santa María, con 1,8 millones y en el sureste el de Santanyí, con 1,6 millones, precio medio similar al de Cala Blava en el sur.