Hay que remontarse a la etapa final de la ‘burbuja inmobiliaria’ para encontrar en Mallorca un primer trimestre del año con tantos proyectos para la edificación de nuevas viviendas, según se destaca desde el Colegio de Aparejadores. Durante estos tres primeros meses de 2021, este colectivo ha visado planes para levantar 807 nuevas residencias en la isla. Este dato no solo supone un incremento del 29,1% respecto al mismo periodo de 2020 (durante la mayor parte del mismo no había aún estado de alarma), sino que además implica la apertura de un ejercicio más potente desde 2008 (momento en el que la crisis anterior comenzaba a dar sus primeros pasos), cuando en sus tres primeros meses se alcanzó la cifra de 1.588 viviendas. Desde el citado organismo se achaca esta reactivación de la actividad promotora a la perspectiva de una mejoría en la situación económica durante este año.
El impulso que los proyectos de nuevas viviendas ha comenzado a registrar entre enero y marzo del presente ejercicio (tendencia que se mantiene durante las primeras semanas de abril) se pone en evidencia con los datos de los visados realizados por los aparejadores, un paso previo al inicio de las obras. Los 807 inmuebles que se quieren desarrollar superan ampliamente los 625 contabilizados durante el primer trimestre de 2020, los 477 del mismo periodo de 2019 o los 416 de esos tres primeros meses de 2018. Es decir, no se trata de que en este momento se estén recuperando las cifras precoronavirus, sino que se están superando ampliamente.
En este sentido, el presidente del citado colegio profesional, Daniel Tur, reconoce que la pandemia hace difícil hacer previsiones ante las incertidumbres que sigue generando, pero subraya que lo que ha sucedido durante el inicio de 2021 es un reflejo de que las empresas comienzan a ver la luz al final del túnel, a lo que se suma la evidencia de que existe demanda residencial en Mallorca, reforzada también ante la perspectiva de que comienzan a regresar potenciales compradores extranjeros a medida que se van suavizando las restricciones a la movilidad.
Además, Tur pone en valor que el hecho de haber visado más de 800 viviendas durante el primer trimestre garantiza un nivel apreciable de actividad para el sector de la construcción a lo largo de los próximos meses.
Hay que recordar el temor de estas últimas empresas a que en 2021 se pueda registrar una fuerte caída de su actividad debido a un posible recorte tanto en la inversión residencial como en las reformas hoteleras.
Tipo de inmuebles
De las 807 viviendas visadas entre enero y marzo, 190 son chalés, mejorando el dato de 2020 pero no el de 2019, cuando se registraron 203, y 66 son adosados, por debajo de los 80 del año anterior.
De este modo, el gran salto aparece en las edificaciones plurifamiliares. Durante los tres primeros meses del presente ejercicio se han contabilizado 551 visados de este tipo, muy por encima de los 384 de 2020, y más que duplicando los 212 del mismo periodo de 2019. Hay que recordar que la vivienda plurifamiliar suele tener un precio inferior a la de unifamiliares y adosados.
Sin embargo, desde el Colegio de Aparejadores se advierte de que esta evolución al alza no significa que se vayan a poner en el mercado residencias cuya compra conlleve un desembolso asumible para la mayoría de las familias residentes, ya que lo que se está impulsando es un producto dirigido a las clases media-alta y alta.
En este sentido, se apunta que 439 de estas futuras viviendas plurifamiliares se concentran en Palma, municipio en el que las nuevas edificaciones residenciales que se están levantando se concentran en el citado segmento de mayor poder adquisitivo.
