Toca hacer balance del peor año que se recuerda en la isla y las pequeñas empresas son las que salen más desfavorecidas de la crisis sanitaria: una de cada cinco pymes se plantea cerrar en 2021y siete de cada diez ya anticipan que seguirán con dificultades financieras en 2021. Pimem hizo ayer un repaso de lo que ha supuesto 2020 para el sector turístico y los resultados según una encuesta son «muy preocupantes» porque el 19 % baraja abandonar la actividad, según reconoció ayer su presidente, Jordi Mora.
El líder de los pequeños empresarios presentó los resultados de una encuesta realizada a principios de mes, antes de que Mallorca entrara en fase 4 del nivel de alerta sanitaria con el fuerte incremento de la restricciones que ha supuesto para la actividad económica. El 21 % de las empresas enfrentan morosidad con el cobro de sus facturas y el 15 % tienen problemas incluso para pagar los suministros de luz, agua o gas. La mitad también encaran problemas de tesorería y siete de cada diez, a pesar de que en 2021 mejore la situación económica, ya están anticipando problemas financieros , sobre todo aquellas que funcionan con una o dos personas. También un 21% ya está barajando aplicar Expedientes de Regulación de Empleo.
Junto con Jordi Mora, hicieron balance de 2020 los representantes de los sectores de pequeños hoteles, alquiler turístico, restauración y rent a car.
«Ya entramos en crisis en octubre de 2019», afirmó Juan Manuel Ordinas, presidente de Petis i Mitjans Hotels», pues fue entonces cuando muchos establecimientos tuvieron sus últimos ingresos. Para Ordinas, los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo no deberían tener fecha de caducidad, sino que «tendrían que morir solos» y habría que alargarlos hasta el final de la próxima temporada. Ante la dependencia de Mallorca de las restricciones de viajes en los mercados emisores, Ordinas cree que hay que pensar «en un plan B»: los corredores turísticos.
A Habtur, la patronal del alquiler turístico, con buenas perspectivas para 2021, le preocupan la obligatoriedad de PCR para los viajeros, que desincentivan loso viajes, por lo que se deberían permitir los test de antígenos, más económicos, defendió Maria Gibert, gerente de la asociación.
