Un estudio que se ha financiado con el impuesto del turismo sostenible, realizado por voluntarios y coordinado desde la conselleria de Medi Ambient, señala el buen estado en el que se encuentran en estos momentos las praderas de posidonia del fondo marino balear. Si bien ha mejorado el estado, la situación todavía "no es óptima", por lo que estas extensiones todavía precisan de mayor protección.

Esta conclusión es el resultado del análisis que ha realizado la Xarxa de Monitoratge de la Posidonia. Se ha realizado un seguimiento periódico de las 39 estaciones fijas repartidas por las cuatro islas de Balears. El proyecto ha sido supervisado por la dirección general de Pesca y Medio Marino. El informe fue presentado ayer por el director general, Joan Mercant, junto al jefe de servicio de recursos marinos, Antoni Grau. También asistió a la presentación Elena Burgos, que ha coordinado el proyecto junto a María del Mar Gil.

Esta red que estudia esta alga marina trabaja desde el año 2002, bajo la supervisión de la dirección general de Pesca. Diez años más tarde se interrumpió el proyecto, pero en el año 2017 volvió a recuperarse, gracias a la financiación del impuesto turístico. Con esta ayuda económica, en la última fase del proyecto se pudieron recuperar los datos de las 36 estaciones que se establecieron al inicio del programa. Además, también se han incorporado tres nuevas estaciones de estudio, si bien una de ellas se perdió.

El informe demuestra que las densidades máximas de praderas de posidonia se sitúan en la zona marina de Son Bou, en Menorca, y en Cala Lliteras, en Mallorca. En ambas áreas los valores se sitúan por encima de los 1.100 fajos de alga por metro cuadrado.

En cambio, la zonas más castigadas se sitúan en Cala Figuera, donde los valores se sitúan entre los 270 y 300 fajos por metro cuadrados.

Los técnicos destacan que las tendencias temporales entre el inicio de la monitorización de estas áreas marinas y la situación actual muestran una situación estable, tanto a nivel de densidad, como de cobertura. Tanto es así que, analizando el conjunto de los resultados obtenidos, se destaca un estado general de conservación para cada estación de bueno,o muy bueno, en 27 de las estaciones. En cambio, en nueve de las zonas de posidonia analizadas la situación es regular, mientras que en las otras tres el estado es preocupante.

Las zonas donde estas praderas de alga sufren un mayor castigo se concentran en la isla de Mallorca, en especial en la bahía de Palma. Los espacios que están algo mejor se ubican en el sur y en el oeste de la isla de Mallorca.

Como consecuencia de los proyectos para proteger esta alga, según los estudios que se han realizado, en la mayoría de las estaciones donde se ubican las praderas, la posidonia se encuentra estable o en proceso de recuperación. Se ha detectado un aumento de densidad y de cobertura en la llamada posidonia oceánica, mientras que en otras especies se ha comprobado el fenómeno contrario, es decir, han perdido densidad y cobertura. La navegación no es el único peligro que afecta al desarrollo de esta alga. Las zonas más amenazadas, donde las cifras de densidad son más negativas, se ubican en las proximidades de los grandes puertos. Pero o mismo ocurre en los numerosos lugares de vertido de aguas residuales que se reparten por las cuatro islas.

Cabe recordar que está prohibido, y se sanciona con multas económicas, que un barco pueda situar su ancla sobre una zona de posidonia.

Los centros de inmersión han colaborado en el proyector

La conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación quiso agradecer ayer la implicación que ha mostrado la sociedad civil para seguir luchando por la protección del fondo marino de Balears. En este estudio hasta 21 centros de inmersión han participado en las labores de campo. Sus integrantes recibieron una formación previa. En el estudio del fondo marino de Mallorca han participado Big Blue Diving, Blausub, Dive Cornet de Tap, Isurus, Mallorca Diving Adventure, Mar Balear, Mero Diving, Octopus, Palma Diging, Petro Divers, Siete Mares, Subdelmar, Topdive, Tramuntana Diving, Tuent Adventures y Tursiops.