Balears va a ser la comunidad autónoma que más va a tardar en superar la crisis económica derivada del coronavirus y su actividad turística va a tardar varios meses en poder reactivarse, según reconoció ayer el conseller de Trabajo y Modelo Económico, Iago Negueruela, que admitió también que los malos datos de empleo del mes de marzo no reflejan en realidad lo que se espera para el de abril, donde se vaticina que la parada de la actividad se va a mostrar ya en toda su dureza.

Primera advertencia del conseller: las islas van a sufrir previsiblemente el parón de actividad más largo del país, por su dependencia del turismo. En este sentido, señaló que se va a ir reactivando la apertura de empresas en los sectores más esenciales, dejando para el final aquellos que impulsan la movilidad de las personas, como es la actividad turística.

El segundo aviso es que el archipiélago no depende de sí mismo, sino de la evolución que pueda darse en los principales países emisores, como el Reino Unido y Alemania, que han entrado en la crisis sanitaria algo más tarde que España y cuyos ciudadanos también van a ver sus ingresos recortados por ajustes de empleo o sus vacaciones anticipadas, lo que no predispone a viajar.

Por todo ello, precisó que las islas van a necesitar de medidas de ayuda especiales y que el objetivo es que en esta crisis "nadie se quede por el camino". Así, señaló que se ha de elaborar un "plan de reinicio" de la economía de las islas.

El conseller aportó algunos datos más para estimar lo que está sucediendo y el impacto que se está dando en el empleo: ya se ha llegado prácticamente a los 10.000 expedientes de regulación temporal de empleo en Balears. Si durante todo el pasado año se tramitaron unos 50 expedientes para ajustar las plantillas, ahora se van a alcanzar los 450 diarios, lo que refleja que se está viviendo una situación desconocida hasta el momento.

A partir de ahí, la foto del mercado laboral balear durante marzo muestra que la cifra de parados se ha situado en 62.769, lo que supone 8.008 más que el año pasado por estas mismas fechas, con un incremento del 14,6%, una tasa que solo supera Andalucía, con un 17,4%, en ambos casos muy por encima del 9% del conjunto del país.

Pero esta cifra solo muestra una parte del daño que se está generando en el empleo balear, dado que en ese número no aparecen los trabajadores afectados por los ERTEs que se están tramitando en estos momentos, ni el de los fijos-discontinuos que aún no han sido llamados (y que obligatoriamente deberán ser incluidos en esos expedientes para mejorar su protección, subrayó el conseller), ni el de las personas que habitualmente se contrataban de forma temporal para el inicio de la temporada y que este año se están quedando sin esa ocupación. De este modo, el impacto real de la destrucción de empleos no se va a ver hasta conocer los datos de abril.

En cualquier caso, las islas cuentan con 123.320 demandantes de un empleo, cifra que incluye a parados y fijos discontinuos no llamados, entre otros colectivos, lo que refleja mejor lo que está sucediendo.

Otra cifra a tener en cuenta es que el mes pasado se cerró con 451.696 afiliados a la Seguridad Social, 6.323 menos que hace un año, lo que supone un descenso de casi un 1,4%, mucho más grave que el recorte del 0,2% estatal. La mayor bajada aparece en la hostelería, de un 9,2%.