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Caso Cursach

El Fiscal acusa a Cursach de hostigar a casi 40 locales de la competencia

El relato de la acusación detalla cómo agentes de la policía local al servicio del magnate realizaban inspecciones "arbitrarias" en bares y discotecas - Exigían pagos a los dueños a cambio de protección

El Fiscal acusa a Cursach de hostigar a casi 40 locales de la competenciab. ramon

El Fiscal ha contabilizado casi cuarenta locales de Palma, Platja de Palma y PalmaCalvià cuyos propietarios fueron extorsionados presuntamente por agentes de la policía local que actuaban al servicio de Bartolomé Cursach entre 2000 y 2016. Según el escrito de acusación, el magnate "les agasajó con prebendas" que incluían fiestas sexuales. A cambio, los agentes acosaban a empresarios que competían con los negocios del Grupo Cursach.

Inspecciones: "Policías uniformados y armados"

'Sa Trobada' cerró sus puertas después de años de"inspecciones continuadas e injustificadas", subraya el Fiscal. El escrito considera que el caso de 'Sa Trobada' era paradigmático de lo que sucedía con el resto de locales que competían con Cursach: "Sufrió inspecciones constantes con policías uniformados y fuertemente armados que paralizaban la actividad (encendiendo la luz, apagando la música, etc) hasta que la clientela se desplazó a otros locales".

También hubo inspecciones "arbitrarias" en 'Mi botellón' (anteriormente conocido como 'The Luxory', local ubicado en Palma y competencia directa de 'Diamonds', regentado por uno de los agentes vinculados a Cursach.

"En estas actuaciones los acusados intervenían y hacían suyas las sustancias estupefacientes de las que se desprendían los clientes, sin levantar actas de intervención". El local acabó por cerrar.

Algunos de los agentes acusados también fueron al local 'Bésame Mucho', a donde "acudían con asiduidad con prostitutas del club 'Delfos' o con mujeres clientes del local". Durante esas visitas exigían al propietario "entrega de dinero a cambio de no hacer inspecciones", obteniendo cada vez "cantidades próximas a los 300 euros".

También sufrió la visita de los agentes la propietaria de 'Mi Cacharrito', en Palma. "Le manifestaron que no la inspeccionarían si les pagaba por el momento solo 150 euros semanales porque estaba empezando en el negocio". Uno de ellos incluso le exigió sexo con él. La propietaria se negó y los agentes le clausuraron el local pese a tener licencia.

'De Luxe' recibió "incontables inspecciones de la Patrulla Verde". Estaba ubicado muy cerca de Tito's y Pachá, propiedad del Grupo Cursach y por tanto "competencia clara" del multiimputado.

Acoso: 'Level': 33 sanciones en tres años

El propietario de 'Bahía Longe' y 'María Bonita' también sufrió "constantes inspecciones gratuitas". Los acusados le ofrecieron la salida habitual a cambio de no volver al local: pagar.

También se repitieron las inspecciones en 'Beach', otro establecimiento cercano a 'Tito's' y 'Pachá'. Los agentes de la Patrulla Verde llegaban al local acompañados por policías "uniformados y armados". De nuevo se intimidaba a los clientes, que continuaban la noche en los establecimientos de Cursach.

'Sunset', ubicado en la zona de Portopí y por tanto cercano a las discotecas del Grupo Cursach, "sufrió un incesante acoso por inspecciones injustificadas con el pretexto de que "los vecinos oían ruido". Nunca constaron esas reclamaciones vecinales.

Uno de los agentes investigados acudía a locales después de haberse jubilado utilizando un carné policial caducado y una placa manipulada. En estas circunstancias inspeccionó 'Los Álamos', local ubicado en la calle Manacor, mientras consumió bebidas alcohólicas que "no abonó".

Asimismo, los acusados sancionaron al dueño de 'Divitar' "por incumplimiento de horario" solo porque la hermana de un camarero estaba tomando una consumición con el local cerrado.

La discoteca 'Level' (después 'Divino') estaba ubicada frente a 'Tito's' y gozaba de una gran popularidad. El Fiscal subraya que Bartolomé Sbert (mano derecha de Cursach) envió de manera regular a la policía para inspeccionar el local. El escrito recuerda que en diez años 'Pachá' y 'Tito's' solo fueron sancionadas diez veces; en cambio 'Level' recibió 33 expedientes sancionadores entre 2007 y 2010.

Asimismo, varios agentes investigados cumplían las instrucciones de Sbert de "sancionar y retener a todos los autobuses que conducían a turistas hasta la discoteca". 'Level' fue "sistemáticamente perseguida", concluye el Fiscal.

Extorsión: "Consiguieron que fuera ruinoso"

Uno de los policías acusados arrendaba el local en el que desarrollaba su actividad la discoteca 'Cavalli', en Palma. "Viendo el éxito y la rentabilidad del negocio", el agente "decidió recuperar su explotación", por lo que conminó a otros agentes acusados a que levantaran actas de sonometría que acreditaran niveles de ruido superiores a los permitidos. Para ello se ayudó de un funcionario de Cort también investigado.

En 2004 el dueño de 'Splash' se negó a pagar los 6.000 euros que le exigía uno de los acusados. En 2010 lo clausuró y abrió 'Aloe' y 'La Bodeguita', en la Lonja de Palma, locales que también fueron objeto de "constantes" inspecciones.

La misma "táctica de acoso" sufrió la propietaria del 'Bruxeries', donde los agentes alegaban ficticias quejas por exceso de ruido. El 'Blues Willes', también en la Lonja, acabó cerrando: "los acusados consiguieron que el negocio fuera ruinoso y que se cerrara".

Las mismas prácticas se repitieron en el barrio de es Jonquet, donde las discotecas 'Luna', 'Palma', y 'Sabotaje' tuvieron que cerrar "al no poder acreditar la portabilidad del terreno", según el fiscal. Las cercanas 'Clan' y 'Abraxas', propiedad del Grupo Cursach, absorbieron su clientela y siguieron abiertas "pese a que tampoco podían acreditar la portabilidad del terreno".

Cursach también tenía locales en la Playa de Palma, donde según el Fiscal los locales de la competencia sufrían el mencionado "acoso". El local 'B de 5' estaba muy cerca del Megapark, propiedad del magnate, sufrió inspecciones "en las que llegaron a intervenir 40 policías locales uniformados y armados (...) con el pretexto de que buscaban 8 kilos de cocaína". Tras obligar al propietario y a los camareros a desnudarse, solo encontraron una papelina de cocaína.

El propietario "claudicó" y abrió 'La Demens', en Palma. En una de las inspecciones los agentes hallaron una colilla en el suelo y le sancionaron con 6.000 euros.

Los agentes investigados también amenazaron a un camarero de 'Tres Torres' que se negó a comprar medio gramo de cocaína para comprometer al propietario del local.

También en la Playa de Palma el 'Muppel's' llegó a sufrir "una inspección diaria en horario de máxima afluencia".

Las mismas prácticas se repitieron en Calvià. El fiscal acusa a José Tirado, presidente de Acotur, de haber exigido al propietario del 'Red Lion' una serie de pagos para autorizarle a tener 'ticketeros' en la puerta de su local. Según el escrito, Tirado "había sido nombrado por el acusado Sbert y representaba los intereses del Grupo Cursach".

En 2010 el propietario de la cafetería 'Del Boys'se negó a ceder gratuitamente parte de su solar a Cursach, que quería habilitar un acceso a uno de sus hoteles. Así que "sufrió constantes inspecciones de la Policía Local" y acabó por traspasar su local.

El dueño del pub 'Cristals', cercano a 'BCM', sufrió "hasta cinco inspecciones semanales".

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