La Oficina de Defensa de los Derechos del Menor (ODDM) considera que es "una necesidad imperiosa" hace reformas en los centros de justicia juvenil como Es Pinaret y Es Fusteret.

Estos centros para menores que han de cumplir medidas judiciales no reúnen, según la ODDM, las condiciones básicas para acometer el necesario trabajo con los jóvenes.

Así lo señala la ODDM en las conclusiones de su memoria de actividad de 2017, un informe que el director de la Oficina, Serafín Carballo, presentó ayer al presidente del Parlament, Baltasar Picornell.

El documento analiza el cumplimiento de los derechos de los menores en las islas y en lo que se refiere a la atención que reciben los menores infractores la Oficina considera que es necesario "buscar un equipo nuevo para Es Fusteret" dado que "no se cumplen las condiciones físicas mínimas ni es un espacio adecuado para el trabajo educativo y rehabilitador de los menores".

Respecto a Es Pinaret, la memoria señala que a pesar de que en 2017 se ha producido un "incremento muy significativo" de nuevas contrataciones de personal y de mejoras, en general,de la plantilla, "tampoco no se cumplen las condiciones básicas para el trabajo que se ha de hacer con jóvenes con medidas judiciales". El texto concluye que "la reforma actual se ha de poder completar cuanto antes mejor"

Justo la semana pasada el sindicato STEI hizo público un comunicado quejándose de la situación de Es Pinaret, lamentando que las instalaciones "están anticuadas, son poco adecuadas para alojar menores y provoca que se amontonen en espacios cada vez más reducidos". La entidad sindical aseguró que los planes de ampliación de los módulos y las obras de modernización de las instalaciones que se iniciaron tras el fallecimiento de un menor en el centro en el año 2015 están "prácticamente paralizadas".

Por su parte, la ODDM ve necesario crear "espacios dignos" para las visitas de los familiares a los menores residentes en los centros de justicia juvenil; un aspecto previsto en los proyectos de ampliación de Es Pinaret y de traslado de Es Fusteret, según reconoce la memoria. Por último, la Oficina de Defensa de Derechos del Menor ve necesario "poner una extensión de la línea del bus hasta Es Pinaret".

Además de estas conclusiones, la memoria recoge también las llamadas recibidas en el teléfono de atención a la infancia: más de 1.800 menores de edad llamaron el año pasado al teléfono de la Fundación Anar (116111) por motivos relacionados por maltrato (físico, psicológico, de género, en el ámbito escolar...). La violencia motivó el 70% del total de 2.608 llamadas atendidas en este servicio, que ofrece asesoría e información, derivación y si es necesario intervención.

El teléfono Anar permite a los menores de edad ponerse en contacto telefónico las 24 horas del día y los 365 días de año con un servicio profesional multidisciplinar (con psicólogos, juristas, trabajadores sociales...) de una manera gratuita y confidencial. Se garantiza así su derecho a ser escuchados.

La Oficina de Defensa de los Derechos del Menor realizó un total de 279 actuaciones el año pasado, que derivaron en la apertura de 157 expedientes por la posible vulneración de los derechos del menor. El año anterior, en 2016, la Oficina realizó 306 actuaciones que derivaron en la apertura de 254 expedientes.

El resto de intervenciones realizadas por la ODDM en 2017 (un 43%) fueron por consultas y asesorías de temática variada. El 60% de las acciones se realizaron con menores adolescentes.

La mayoría de acciones hacían referencia a cuestiones relacionadas con la integración social y la protección jurídica del menor. Por ejemplo, hubo tres intervenciones por menores que estaban en situación de riesgo y en cuatro ocasiones se actuó por cuestiones relacionadas con menores extranjeros; desaparecidos o víctimas de la discriminación o explotación laboral.