La elección de un lazo marrón para protestar contra la fórmula de actualización de las pensiones y para reivindicar que éstas sean dignas se explica por el comentario generalizado de que con el 0,25% de aumento se ha aplicado "una subida de mierda", según señaló la secretaria de Políticas Sociales de UGT en las islas, Xisca Garí.

Pero no va a ser la única actuación que se va a llevar a cabo: el sindicato se compromete a reenviar a la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, todas las cartas que los jubilados les entreguen en las que se les comunica la revalorización aplicada, de unos dos euros de media, y que según se ironizó, es menor que lo que cuesta el papel y el envío de esa misiva.