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Edificación residencial

La inversión en construcción sube un 12% y supera los 1.000 millones en 10 meses

Aumenta el dinero destinado a la edificación de viviendas, reformas turísticas y obra pública y solo baja el dedicado a oficinas y comercios - La patronal admite que las nuevas residencias tienen un precio excesivo para los isleños

La inversión en reformas hoteleras ha mantenido una evolución positiva en 2016. G. Bosch

La inversión en la construcción balear mantuvo durante el pasado año la senda de crecimiento iniciada en 2013 y durante los diez primeros meses de 2016 superó los 1.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 12,7% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, según los datos facilitados por la patronal isleña. Las claves de esta fortaleza hay que buscarlas en el impulso mostrado por la edificación de viviendas, más que suficiente para compensar la caída de la rama menos importante: la de la edificación no residencial, como puede ser el caso de instalaciones comerciales y oficinas.

La principal fortaleza del sector constructor del archipiélago ha pasado por la apreciable reactivación de una de las actividades que más han sufrido durante la crisis, como es la edificación residencialedificación residencial. Según los datos aportados por la gerente de la asociación de constructores de Balears, Sandra Verger, entre enero y octubre del pasado año los proyectos tramitados alcanzaron un valor de 496,3 millones de euros, frente a los 376,2 millones del mismo periodo de 2015, lo que equivale a un crecimiento del 31,9%. Verger hace un matiz: estas cifras no incluyen los proyectos de legalización de viviendas en suelo rústico promovida por la denominada Ley Company al no suponer una edificación real de esos inmuebles.

Para valorar este impulso hay que tener en cuenta dos aspectos que también son destacados por la gerente de la citada organización empresarial. El primero de ellos es la durísima caída que durante la crisis ha registrado la construcción de viviendas, lo que explica en parte los importantes incrementos que ha mostrado durante los últimos años. Y el segundo es que pese al citado aumento, la demanda de los residentes sigue sin quedar cubierta. Porque buena parte de los proyectos residenciales que se están tramitando corresponden a viviendas de alto nivel y elevado precio, al ser la única que en estos momentos puede afrontar el elevado coste del suelo que las islas registran. Se trata en muchos casos de nuevos inmuebles destinados a segunda residencia para extranjeros o que se compran como inversión para su posterior alquiler.

También resulta apreciable el incremento registrado en los proyectos vinculados al sector turístico. Durante los primeros diez meses del pasado año se tramitaron actuaciones por valor de 249,7 millones de euros, frente a los 225,5 millones del mismo periodo de 2015, lo que implica un crecimiento en este apartado del 10,7%.

También aquí Sandra Verger hace una matización: este crecimiento se sustenta en buena medida en la edificación de un nuevo establecimiento hotelero en Calvià, un proyecto de carácter excepcional que previsiblemente no se va a repetir en próximos ejercicios.

En el apartado de inversión privada, el único dato negativo es el de la edificación no residencial, relacionada con instalaciones comerciales, oficinas o naves industriales, por citar algunos ejemplos. Entre enero y octubre de 2016 estos proyectos sumaron un valor de 45,5 millones de euros, muy por debajo de los 90,7 millones del ejercicio anterior. En este caso, la caída ha sido del 49,8%. La explicación es simple: tras unos años con importantes iniciativas en esta materia, ha entrado en vigor una moratoria que impide la construcción de nuevas grandes superficies comerciales.

De esta forma, la inversión privada en esos diez meses alcanzó durante el pasado año un valor de 791,5 millones de euros frente a los 692,5 millones de 2015, con un incremento del 14,3%.

Inversión pública

A estas cifras hay que sumar la inversión vinculada a la obra pública que desarrollan las Administraciones. Entre enero y octubre del pasado ejercicio alcanzó un importe de 299,9 millones de euros, frente a los 275,3 millones de 2015, con un crecimiento del 8,9%.

Pero también aquí hay que hacer matizaciones, ya que unos 39 millones de euros del año pasado corresponden al proyecto de electrificación del ferrocarril, que realmente no tienen una repercusión efectiva sobre el sector constructor de las islas, según señala la gerente de su patronal.

De este modo, la inversión total durante los diez primeros meses del pasado año fue de 1.091,4 millones de euros, frente a los 967,8 millones del ejercicio anterior, con el crecimiento del 12,7% antes mencionado.

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