En el país donde el paro es la principal preocupación de sus ciudadanos, hay empresas preocupadas por falta de mano de obra. Esa inquietud también está en Balears. Y lejos de lo que sería fácil pensar, no tiene que ver con el récord de turistas en las islas. Son las empresas tecnológicas y las que operan online las que pelean por cubrir sus plantillas: ingenieros informáticos y de telecomunicaciones son los perfiles que escasean en el archipiélago.
Así se lo trasladan las empresas del sector al gerente de la Fundación Bit, Pere Fuster, que admite que ya resulta “un problema” la falta de estos perfiles profesionales en el mercado laboral balear. “Las empresas nos lo hacen saber. Hay una falta de técnicos cualificados que afecta al sector tecnológico”, explica Fuster, quien añade que “en este sector no hay gente en el paro y la gente acaba encontrando trabajo seguro”.
Los perfiles más buscados son titulados en Ingeniería Informática, Ingeniería de Telecomunicaciones y también con estudios de Formación Profesional de Grado Superior en Informática. No obstante, Fuster destaca que más allá de las titulaciones, las empresas tienen dificultades por la precisión de los perfiles que buscan: “A veces se buscan expertos en algún programa o sistema informático y puedes encontrarte poca gente o a nadie”, describe la situación.
Las empresas no sólo deben competir entre ellas por captar a los profesionales que requieren, sino que luego deben conseguir que se queden. “Se debe hacer un refuerzo en retenerlos, porque, una vez los contratas les llegan otras ofertas”, explica la responsable de recursos humanos de la empresa de reformas online Habitíssimo, ubicada en el Parc Bit, Lidia Nicolau, que admite que en los últimos años han tenido que recurrir a profesionales de otras comunidades o de otros países.
Esa es una de las salidas que encuentran, según señala Fuster, aunque tampoco es fácil. “En Madrid, Barcelona, Berlín o Londres se encuentran salarios muy elevados y ahí no puedes estar compitiendo”, explica Nicolau. Los sueldos para este tipo de perfiles oscilan entre los 30.000 y los 40.000 euros en Balears, mientras alcanzan los 50 mil o 60 mil en Madrid o en el resto de Europa. Y aquí más difícil lo tiene la empresa pública en su competencia con la privada: “Las empresas públicas que tienen los salarios regulados lo tienen mucho más complicado: sacamos hace poco cinco plazas a concurso y sólo quedaron dos cubiertas. Primero, porque falta gente, y, luego, porque la que se adapta al perfil prefiere seguir en la empresa privada”, explica el gerente de la Fundación Bit.
Pocos titulados nuevos
Su escasez en las islas se debe a que el sector crece más rápido de lo que la universidad los va formando. “Ingenieros Informáticos se pueden licenciar 8 al año. Acaban muy pocos. En algunos casos llevan tres años y las empresas ya los fichan”, señala Fuster. El problema no se limita a Balears. El Ministerio de Educación expresó su preocupación por el descenso de los estudiantes en carreras técnicas en España: en una década han caído una cuarta parte.
Además, otro de los problemas en cuanto a la formación de estas especialidades es que la tasa de abandono durante el primer año es de las más elevadas.
“Y no sólo van creciendo las empresas, sino que van surgiendo de nuevas. Se irá necesitando más gente”, explica Fuster. Por ello, desde la administración pública como desde as empresas asumen esta situación de escasez de personal como un problema al que buscarles soluciones. En ambos casos coinciden en la principal estrategia: hacer atractivo el trabajo más allá del sueldo, en el que no pueden competir con empresas de otros destinos. “Lo principal es que el proyecto sea atractivo. En nuestro caso promovemos acciones especiales para este perfil como dar tiempo al trabajador para proyectos propios”, detalla Nicolau.
Desde la Fundación Bit llevan varios años trabajando en un programa con la Universitat de les Illes Balears (UIB) para animar a los jóvenes para estudiar ingenierías y ciencias. Por otra parte, la empresa pública está estudiando abrir una plataforma donde puedan publicitarse ofertas y demandas de trabajo en el ámbito del Parc Bit y de las empresas tecnológicas, si bien, según Fuster, “todavía debe definirse”. Finalmente, se planea promocionar el centro tecnológico a nivel internacional.
