Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Antoni Cerdà: "He perdido la cuenta de los políticos que hemos detenido en estos años"

"Espero que a los que gobiernan ahora no los tengamos que investigar el día de mañana" - "No creo que la sociedad sea muy dura con la corrupción, parece un poco anestesiada" - "La ley que pone plazos a la instrucción puede hacer que investigaciones complejas se malogren"

El comisario Antoni Cerdá, jefe hasta el pasado martes de la brigada de Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía. Manu Mielniezuk

El comisario Antoni Cerdà se jubiló el martes. Ha sido policía nacional durante 45 años, los diez últimos al mando de la brigada de Policía Judicial, lo que le ha convertido en uno de los principales responsables de la lucha contra la corrupción en las islas. Algunas de las investigaciones que dirigió han llevado a prisión a un expresidente de Balears y a una expresidenta del Parlament, y a toda una Infanta de España a sentarse en el banquillo.

-En 2009 me anunció en otra entrevista que todavía habría sorpresas en las investigaciones sobre corrupción que comenzaban entonces. ¿Ha salido ya todo lo que esperaba o habrá más en el futuro?

-Hay investigaciones en marcha, pero no de casos recientes. La corrupción siempre está relacionada con el poder, y yo espero que a los que están ahora gobernando la comunidad autónoma no los tengamos que investigar el día de mañana. Hay investigaciones en marcha, pero son de hechos ocurridos hace años. Espero que salgan adelante en poco tiempo.

-Así que en los últimos años no han recibido ninguna nueva denuncia ni abierto ninguna nueva investigación.

-Se ha recibido alguna denuncia, pero no ha derivado en ninguna nueva investigación.

-Usted ha estado casi diez años al frente de Policía Judicial. En en este tiempo han sido condenados un expresidente de Balears, una expresidenta del Parlament, tres exconsellers y numerosos altos cargos, por no hablar de una infanta sentada en el banquillo ¿Esperaba llegar tan lejos cuando comenzaron estos casos?

-No. Ahora, el día que un juez, un fiscal y la Policía Judicial se ponen en marcha, pueden llegar lejos. Igual cada uno por su lado tendrían poco recorrido, pero la unión de los tres, que creo que es la verdadera policía judicial, llega lejos.

-¿Lleva la cuenta de cuántos políticos ha detenido su brigada en estos años?, ¿se ha parado alguna vez a contarlos?

-La verdad es que no. Algunos los hemos detenidos varias veces en casos distintos. Podrían ser cerca de un centenar.

-Lo cierto es que durante muchos años aquí en Balears hubo sospechas de corrupción en la política, pero parecía algo imposible de erradicar, algo con lo que había que convivir. ¿Qué cree que es lo que ha cambiado en estos años para lograr meter mano a los corruptos?, ¿cree que ha habido un cambio en la concienciación de la gente, en la forma de trabajar de la Policía?

-Creo que ha sido el modo de trabajar. La percepción por parte de la Policía, pero también por parte de jueces y fiscales ante la corrupción. Porque personalmente, no creo que la sociedad sea muy dura ante la corrupción, parece como si estuviera un poco anestesiada. En Mallorca, la primera investigación importante fue el caso Andratx, que hizo la Guardia Civil en 2006, y que era algo escandaloso. Después nosotros hicimos la operación Relámpago y se tocó al Bufete Feliu. Y mucha gente estaba asombrada de que nos atreviéramos con ellos, porque se pensaban que eran intocables. Y comienzan a salir otros casos. Y ahí sí que vi jueces y fiscales valientes, dispuestos a llegar hasta el final. También coincide que se crea una fiscalía anticorrupción fuerte. Este trabajo en equipo de juez, fiscal, Agencia Tributaria y Policía te da una gran fuerza. A ver quién lo para. Pero sinceramente, no veo que la sociedad esté tan sensibilizada, porque un partido con tantos casos de corrupción tendría que perder las elecciones, y vemos que sigue ganando.

-Dice del caso Andratx que las tropelías eran muy descaradas. ¿Era algo generalizado?, ¿los corruptos tenían tanta sensación de impunidad que ni se preocupaban por ser discretos?

-Muchos se creían impunes. No se disimulaba mucho. En los casos en los que nosotros trabajamos el Grupo de Delinciencia Económica no solían encontrar grandes dificultades para descubrir las irregularidades. No era una ingeniería financiera muy sofisticada. Los expedientes sin publicidad, los fraccionamientos de los pagos... resultaban bastante evidentes.

-¿Y hubo casos de políticos que no se preocupaban en ocultar un alto tren de vida?

-No. En general no se traducía lo que se estaban llevando en ostentación.

-Bueno, el palacete de Matas sí.

­-Sí, pero creo que era la excepción. En la mayoría de los casos no había mucha ostentación.

-Eso cuadra con el carácter mallorquín.

-Sí, solemos ser discretos.

-Cuando durante tantos años se produjo una corrupción tan generalizada es porque fallaron los sistemas de vigilancia. ¿Cree que es posible que se repitan estos casos?, ¿cómo se puede garantizar que un político que tiene que gestionar el dinero público no nos robe?

-Mire, si después de todos los casos que se han destapado, a los que están ahora en el Govern se les ocurre volver a las andadas, es para hacérselo mirar. Tiene que servir como aviso. ¿Que los controles internos no funcionaron? Efectivamente. En toda administración hay funcionarios, secretarios, interventores que deberían haber realizado una labor fiscalizadora que no se hizo. En muchos casos prefirieron mirar para otro lado para evitarse problemas. Porque, ya le digo, había muchas irregularidades que eran bastante evidentes.

-Usted se quejó alguna vez de que tenía pocos medios para hacer frente a algunas de estas investigaciones que eran muy arduas. ¿Cree que es necesario reforzar estos grupos?

-Sí. La sección de Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) lleva todos los casos de blanqueo, propiedad industrial, intelectual... Pero además tienen delincuencia económica y delitos tecnológicos. Durante los últimos seis años los delitos tecnológicos han experimentado un auge tan grande, y es necesario darle una respuesta. Es necesario aumentar este grupo, mejorar sus medios materiales y recursos humanos. Es verdad que los casos de corrupción política están disminuyendo, pero los flecos, como Son Espases, nos están dando todavía mucho trabajo.

-¿Y qué opina de la nueva ley, que impone un límite temporal para cerrar la instrucción de los casos?

-Yo coincido en esto con algunos jueces y fiscales. Es algo incomprensible. En las fases de investigación nos encontramos con constantes recursos de los defensores que ralentizan el proceso. Y está bien, porque son garantías del investigado que hay que respetar. También hay trámites sencillos que por la burocracia se demoran un mes. Y nos encontramos que, en lugar de solucionar esto, nos ponen un límite para concluir una investigación.

-¿Cree que estos plazos van a malograr investigaciones en marcha?

-Estos plazos no se pueden cumplir. Cuando se pone una denuncia, la Policía realiza la investigación, que en estos casos suele ser compleja. Luego el juez hace la instrucción. Y luego los abogados ponen recurso tras recurso... Acomodar investigaciones ya iniciadas a la nueva ley nos puede causar problemas.

-Pero la cuestión es: ¿puede haber investigaciones que no lleguen a buen puerto por esto?

-No quiero decir que se malogre todo, pero sí que nos causarán problemas.

-No me acaba de contestar. ¿Puede haber investigaciones que se pierdan por esta ley de plazos?

-Yo creo que sí. Puede ser que alguna se malogre.

-¿Y algunas de las investigaciones que han realizado estos últimos años, si hubieran tenido que cumplir este plazo...?

-Imposible. Aquí están saliendo ahora asuntos que se comenzaron hace cuatro años. Y si alguien pregunta si ha sido por dejadez, yo tengo que decir que no, ¡que no! Cuántas veces nos hemos encontrado con constantes recursos que han tenido las gestiones paralizadas durante meses. Y está bien, es legal. Pero ahora nos podemos encontrar que estos recursos nos impiden culminar un caso.

-Recientemente la Dirección General de la Policía ha denegado las propuestas de medallas para los responsables de la investigación de Nóos. ¿Qué ha pasado?, ¿se han encontrado con que son actuaciones que no gustan demasiado en Madrid?

-Esto partió de una petición de recompensa en vista de los informes de jueces y fiscales. Recuerde que la misma fiscalía nos hizo un homenaje, porque ha sido una de las investigaciones más largas y complejas que hemos hecho. Cada paso había que medirlo muy bien, pero tuvimos una dirección impecable por parte del juez y fiscal. Bien, entonces se hizo una petición en la que estaba yo mismo, y a mí se me concedió. Pero me causó un sentimiento agridulce, porque al resto de miembros del grupo que estaban en Palma no se les concede, y tampoco al fiscal que se propuso, el señor Pedro Horrach. En cambio, en la misma petición iban incluidos dos policías que ya no están destinados aquí, pero que trabajaron firmemente en el caso, y a estos sí se les concede. Entonces te queda un regusto amargo. No se tuvo en cuenta el trabajo realizado.

-¿Y ha llegado a enterarse de qué pasó?, ¿dónde se frenaron estas condecoraciones?

-Lo que me dijeron a mí es que había mucha gente propuesta y que hubo que cortar , y se hizo un corte aleatorio. Sé que hay algún recurso contra esta decisión, y es muy desagradable tener que llegar a esto. Nosotros, como policías, no podemos meternos en esto. Pero quiero destacar que ha habido pocas investigaciones tan rigurosas como esta, en la que cada dato era repasado una y otra vez. Y no es por el hecho de que estuviera metida la Infanta o su marido. Por eso te deja una mala sensación que hayan sido tan cicateros.

-¿No tiene la sensación de que si no llega a estar la Infanta y su marido por medio esas condecoraciones hubieran llegado?

-Creo que igual alguna más habría salido.

-¿Alguna vez ha recibido alguna llamada de alta instancias tratando de frenar alguna de estas investigaciones?

-Jamás. Ni yo la hubiese admitido.

-¿Y no pensó nunca, madre mía, en qué lío nos estamos metiendo?

-Sí, sí que lo piensas. Pero es lo que le decía antes. ¿Alguien se cree que el 4 de agosto de 2009, cuando comenzamos a mirar los primeros expedientes del caso Nóos, sabíamos lo que había ahí? Se habían ido abriendo piezas separadas del caso Palma Arena, hasta que llegamos a la pieza 25. Dijimos: vamos a ver qué hay aquí, y empezamos a tirar del hilo. Pero cuando comienzas a investigar, no sabes adónde vas a llegar

-Usted ha dirigido también la investigación sobre la corrupción de la Policía Local, que ha desvelado las actuaciones de un grupo que actuaban como una auténtica mafia, con el cobro de protección, sobornos y coacciones. Y esto se prolongó durante muchos años. ¿Tiene la sensación de que durante mucho tiempo se aprovecharon de la pasividad de muchos compañeros y jefes, que prefirieron mirar para otro lado?

-Antes que nada tengo que decir que ha sido una investigación muy dolorosainvestigación muy dolorosa, que me ha afectado. El otro día fui a despedirme de los jefes de la Policía Local, y la verdad es que en el cuartel se respira un ambiente de mucha tristeza. Y es injusto, porque la gran mayoría de los policías son profesionales honestos. Pero es verdad lo que usted dice. Si no era así es imposible que estas actividades se hubieran podido mantener tantos años. Nunca pensé que las cosas hubieran llegado hasta este punto. Nosotros trabajábamos con la Patrulla Verde cuando teníamos que hacer una inspección en un local. Y ahora te quedas un poco mosqueado pensando en alguna vez que la cosa salió mal, si pudo haber algún chivatazo. Resulta que esto ocurría hace años. Y ves que lo que ha faltado es un control interno.

-La investigación continúa ¿Puede haber más detenidos?

-La investigación está ya muy avanzada, pero no le digo que no. La intención del juez y el fiscal, con todo nuestro apoyo, es llegar hasta el final.

Compartir el artículo

stats