Alberto Jarabo, Francina Armengol y Biel Barceló se reunieron ayer de urgencia y a escondidas de los medios para tratar de rebajar la tensión y salvar un pacto que por el momento no cuaja. La primera semana de negociaciones para forjar un gobierno tripartito que desaloje al PP del poder se ha saldado con un evidente atasco. Ayer mismo las conversaciones entre los tres partidos de izquierdas quedaron en punto muerto en Palma, por la exigencia de los socialistas de ostentar la alcaldía, y lo mismo en el Consell d´Eivissa, en este caso por pretender Podemos-Guanyem hablar primero del reparto de cargos que de las políticas a aplicar, según criticaron los socialistas.
Mientras en el Parlament continuaban las negociaciones, Armengol, Barceló y Jarabo se citaron en secreto y hablaron durante unos 45 minutos de todo lo acontecido desde su primer encuentro. Fue un contacto informal, aseguran, pero acordaron acelerar el calendario de trabajo a partir del lunes, para cerrar las coincidencias programáticas y entrar ya en el espinoso asunto del organigrama de cargos. Hoy y mañana habrá sesiones de trabajo sectoriales, sin los cabezas de lista, como ayer. También el lunes los tres partidos reunirán a sus respectivas direcciones. Será fundamental ver si se produce un cambio de chip.
A nivel autonómico, Podemos, PSIB-PSOE y Més no avanzan porque esquivan abordar la cuestión clave: quiénes formarán parte del nuevo Govern, y quién lo presidirá. Formalmente, los tres partidos escenifican su intento de llegar a un acuerdo de gobernabilidad; en la práctica nadie aclara si será solo de investidura. Esta indefinición tensa enormemente la dinámica de trabajo. Es un secreto a voces cuál es la voluntad de Podemos respecto al PSOE, y viceversa, pero ninguno de ellos verbaliza el veto cara a cara en la mesa de negociación, lo que al final genera más desconfianza entre ellos.
Entretanto, los econacionalistas siguen haciendo tándem con Podemos aunque esta semana han ido recolocándose en un plano más neutral. "Es obvio que el PSIB no quiere a Podemos dentro, y que Podemos solo quiere estar en el Govern si nosotros lo presidimos", resume un representante de Més.
El tercer socio en liza rechaza la intención de los socialistas, que querrían un gobierno solo a dos bandas con Podemos sustentando la mayoría de izquierdas en el Parlament. "Nosotros tenemos claro que el nuevo Govern solo puede funcionar si los tres partidos estamos dentro, así que son ellos dos los que tienen que entenderse", reitera este miembro de Més su posicionamiento. Otro cargo econacionalista apunta que una de las causas del actual bloqueo es que "el PSIB no termina de asumir su nuevo papel y sigue instalado en la idea de que es el más votado y por tanto debe ostentar las presidencias". Recuerda que la suma de votos de Més y Podemos "supera los apoyos que tuvo el PP el 24-M" y supone cuatro escaños más que los obtenidos por Armengol. Asimismo, la fuente admite que la actitud desafiante de Podemos contra el PSIB "no facilita el entendimiento".
"Somos muy antagónicos"
"Las posiciones de Podemos y PSOE son muy antagónicas", reconocen sin tapujos fuentes del partido de los círculos. A su juicio, la semana que viene será decisiva para ver si el partido de Biel Barceló "abandona su equidistancia" y se desencallan las negociaciones.
Podemos pasa pues la pelota al tejado de Més: "Les pedimos que den un paso adelante, que digan si hacemos frente común o si apoyan a Francina". Reitera que "la imagen de cambio que el electorado ha expresado no viene representada por la figura" de la líder socialista.
Podemos asegura que pese a haberse ralentizado la gestación de un tercer Pacto de Progreso, "hay voluntad de todos de que esto avance, por supuesto que sí". Es más, "en Podemos nos seguimos viendo dentro [del nuevo Govern], depende principalmente de Més, de si se mojan o no", resaltan estas fuentes. El lunes los econacionalistas tienen ejecutiva "y deben tomar la decisión de qué es lo que quieren", apostillan.
Esta es en resumen la salida más idónea que en estos momentos ve el partido revelación para alcanzar un acuerdo de gobernabilidad a tres bandas. Con todo, Podemos recuerda que tiene margen de libertad desde Madrid para, llegado el caso, "votar una investidura del PSOE si se cumplen las condiciones". También avanza que la semana entrante puede aparecer otro elemento sobre el tablero: que el líder del partido morado en Mallorca, Alberto Jarabo, se postule finalmente como candidato a futuro presidente. Es un planteamiento que "está ganando puntos", explican desde Podemos. De hecho, será uno de los temas a tratar en la reunión del consejo ciudadano -el equivalente a la ejecutiva de los partidos tradicionales- del lunes.
Desde el principio "hemos dicho que veíamos más factible un Govern presidido por Biel Barceló que por Francina [Armengol]", pero si Més renuncia, la opción propia de Jarabo "siempre ha estado ahí y no se descarta", sostiene Podemos.
Método de trabajo farragoso
Un aspecto que preocupa a los negociadores, tras varios días de reuniones, es que "la metodología no acaba de funcionar", explica uno de ellos. En Podemos asumen que su exigencia de "entrar al detalle" en muchos de los puntos que se tratan quizás embarranca la mecánica. A su vez, desde el PSOE muestran su asombro ante algunas de las cuestiones planteadas por la formación morada, que "parecen cuestionar el mismísimo sistema de representación parlamentaria y la separación de poderes".
Pese a la dificultad para sortear el escollo de la presidencia -vista la disparidad de criterios-, en Més y Podemos están convencidos de que se encontrará una solución y habrá Pacto de Progreso. No lo dan tan por seguro en casa de los socialistas, "aunque no se perderá por nosotros", afirman.
