La patronal hotelera de Mallorca ha estimado que los proyectos de reforma que se están ejecutando durante este invierno en el sector turístico pueden alcanzar un valor de unos 500 millones de euros, por encima de las cifras registradas hace un año. Pero se hace especial hincapié en que todo apunta a que será a lo largo de la próxima temporada bajo cuando se consiga la inversión más importante, impulsada por unos ingresos durante el próximo verano que se esperan incluso mejores que los de 2014 y por un acceso al crédito cada vez más fácil.

Según el presidente de esta organización empresarial, Aurelio Vázquez, esta situación resulta tremendamente positiva para Balears, no solo por el impacto beneficioso sobre otros sectores, como el de la construcción, y sobre el empleo, sino muy especialmente porque la modernización de la oferta es una única vía para garantizar la competitividad del sector turístico isleño frente a otros destinos competidores.

En este sentido, el presidente hotelero considera que la declaración inicial como zona madura de la Platja de Palma, seguida recientemente de Palmanova-Magaluf, Peguera y Santa Ponça, debe de tener un "efecto domino" para que esta situación se extienda a lo largo del litoral mallorquín, con el objetivo de favorecer las inversiones en los establecimientos de alojamiento del conjunto de la isla.

Por ello, Aurelio Vázquez insiste en la necesidad de que el nuevo Govern que salga de las elecciones de mayo, independientemente de su color político, debe de mantener esta apuesta, y advierte de que un cambio de rumbo en esta materia resultaría perjudicial para los intereses de los isleños.