­La juez Carmen López interrogó a Alexander Romanov durante 10 horas. Es uno de los interrogatorios más largos de los últimos tiempos realizados a un detenido. El presunto miembro de la mafia rusa se sentó ante la magistrada a las 12:00 horas de la mañana del sábado y concluyó su declaración sobre las 22:00 horas. Solo se realizó un receso de una hora para poder comer sobre las 16:00 horas. Durante este tiempo, la juez intentó desvelar los negocios del empresario ruso y el contenido de la gran cantidad de documentación incautada en la mansión de Peguera propiedad de Romanov y su esposa, Natalia Vinogradova.

Juez, fiscales y abogados permanecieron hasta las cinco de la madrugada del domingo tomando declaración a los 7 detenidos en la operación Dirieba. La necesidad de utilizar interpretes de una lengua tan complicada como el ruso dilató de forma muy importante los interrogatorios.

La propia juez salió bien entrada la noche para informar a los agentes de la Guardia Civil y periodistas que las declaraciones se prolongarían hasta la madrugada. Querían concluir los interrogatorios antes del lunes.

El juzgado de guardia se convirtió en un ir y venir de abogados y familiares. Algunos letrados decidieron marcharse a su casa a la espera de que tocara el turno de su defendido.

Por otra parte, otro de los aspecto que dilató de forma especial el interrogatorio a Romanov fueron los 28.000 gigas de documentación almacenados en sus ordenadores y que la Guardia Civil incautó en Peguera. La mayoría de ellos son documentos financieros que están en ruso y su traducción se presume larga y laboriosa.