Quizá Jaume Matas ha perdido el juicio antes siquiera de ser juzgado por el culebrón Urdangarin, pero pocas veces un imputado había disparado de forma tan certera contra sus propios intereses como lo hizo el expresident el domingo en una entrevista con Jordi Évole para LaSexta. De sus palabras de inmolación se desprenden hechos tan flagrantes que los investigadores de la causa estaban ayer pensando seriamente en incorporar el esclarecedor programa de televisión al sumario judicial.

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