Gabriel R.M. y Juan Carlos E.P., dos de los principales gestores de la empresa de informática Minser, fueron los dos detenidos que primero prestaron declaración ayer en la Jefatura Superior de Policía. Los empresarios, defendidos por Eduardo Valdivia, rechazaron las imputaciones del fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán y no quisieron colaborar con los investigadores aportando nuevos datos sobre la presunta trama.

Francesc Buils, representado por Mateo Sedano, fue subido de los calabozos de Jefatura a las dependencias del grupo de Delincuencia Económica de la Policía a declarar hacia las 8 de la noche. Buils se acogió a su derecho constitucional a no declarar. Jacinto Farrús, defendido por Llorenç Salvà, también aguardó muchas horas su turno para deponer. Los cuatro arrestados permanecieron separados entre ellos en las celdas de Comisaría para preservar el secreto sumarial. En la primera fase de Voltor los interrogatorios en la Jefatura de Policía se prolongaron hasta altas horas de la madrugada del día en que los cinco arrestados pasaron a disposición del juez de guardia.