La diputada popular y ex consellera de Obras Públicas, Vivienda y Transportes, Mabel Cabrer ha afirmado hoy sentirse "perseguida y angustiada" por la denuncia formulada por el Govern de una presunta desviación en el pago de la obra del metro en la pasada legislatura y ha afirmado estar "tranquila" al respecto.

"Estoy harta de la manipulación política que se ha hecho de las cifras del metro", ha dicho Cabrer en una rueda de prensa, sobre la denuncia de la Conselleria de Movilidad y Ordenación del Territorio de haber detectado irregularidades en varias facturas relacionadas con las obras del metro, construido la pasada legislatura.

Según Cabrer, quien dice contar con un informe de la consultora Quatre Cases acerca de la construcción de la citada infraestructura, "los desfases multimillonarios que han vendido del metro son falsas" y la liquidación de las obras todavía no se ha llevado a cabo y le corresponde al actual Govern.

Cabrer ha detallado que el presupuesto de adjudicación del metro fue de "132 millones de euros y los complementarios, que ninguno supera el 20 por ciento que reconoce la ley (como margen de desviación), sumaron 17,8 millones de euros".

Según la diputada popular, dichos "modificados complementarios" son reconocidos por la ley "y se dan en todas las obras públicas".

La ex consellera ha precisado que "el metro ha costado 150 millones de euros, no 300" y ha asegurado que la liquidación de dicha obra corresponde al actual Govern porque en el anterior no dio tiempo a llevarla a cabo.

El ex director gerente de Serveis Ferroriaris de Mallorca (SFM), Rafael Pons, que ha acompañado a Cabrer en la rueda de prensa, ha explicado que "en una obra, las certificaciones mensuales se pagan a cuenta porque es lo que dice la ley y cuando acaba la obra es cuando se hace la medición real de lo que se ha hecho".

De esta forma, según Pons, hasta que se pague a las constructoras la liquidación final de la obra, no se podrán evaluar las posibles desviaciones del coste.

"Nosotros no dejamos aprobadas las liquidaciones porque no teníamos nada que ocultar y dejamos expresamente que la hicieran ellos", ha dicho Pons, trámite que tiene un año de plazo.

Acerca de la denuncia realizada por Movilidad, de haber hallado facturas pagadas de obras no ejecutadas, Pons ha explicado que "si hay alguna partida que no se ha hecho, la tienen que cuadrar con otra en la que se haya hecho de más".

El margen de dicha desviación, según ha detallado Pons, es de un 10 por ciento sobre la obra total, que en este caso "serían 10 millones y dicen haber detectado desviación de 2,5".

"Su responsabilidad es tomar medidas y revisar las certificaciones que se han pagado a cuenta", ha resaltado. "Yo firmé los pagos de estas certificaciones y no me he quedado nada", ha añadido.

La ex consellera Cabrer ha reiterado que tiene "la conciencia tranquila de todo lo que se hizo" en la Conselleria de Obras Públicas cuando ella era su máxima responsable.

Se ha manifestado "contenta de haber hecho la estación intermodal, el metro y la carreteras", pero ha añadido que se arrepiente "de haber hecho tantas cosas".

"Trabajamos mucho y el resultado no es que no me dan las gracias, es que me llevan a la Fiscalía", ha firmado.

"Yo veo que van a por mí -ha dicho-, tenía claro desde el primer día que la primera Conselleria a por la que iban era Obras Públicas, porque es la que más ha gastado".

Y ha advertido: "Lamentamos tener que padecer este proceso, lo sufriremos y daremos respuesta".

Según Cabrer, la auditoría encargada a la consultora Quatre Cases y autorizada por el PP, será su defensa frente a la acusación de presuntas irregularidades.

"Cuando vi el cariz que cogía lo del metro, dije que tenía que hacer mi estrategia jurídica", ha dicho para justificar el encargo de dicha auditoría.

"Tengo todos los informes técnicos que he podido recopilar -ha señalado- porque tengo que tener mis armas contra lo que considero que es una persecución".