La izquierda repesca a Bauzá y azuza el miedo a recortes y ataques al catalán

La izquierda balear considera que el rechazo que genera la legislatura de José Ramón Bauzá puede ser un elemento clave a la hora de movilizar a su electorado —todas las encuestas apuntan que los votantes de derechas tienen muchas más ganas de votar que hace cuatro años— después de su convulsa legislatura en la que perdió el poder en favor de Francina Armengol, quien ahora aspira a su tercer mandato. El expresidente del Govern ha sido una referencia constante en el Parlament balear durante esta legislatura, aunque en los últimos meses se han intensificado las críticas hacia el PP. 

Los partidos del Pacto repescan cada pocas semanas al político para recordar que la actual candidata de los ‘populares’, Marga Prohens, fue la portavoz parlamentaria durante su mandato, aunque la actual cúpula reniega del eurodiputado de CS: «Es parte del pasado».

El quid de la cuestión para la izquierda es el posicionamiento del candidato de Vox, Jorge Campos, quien formó parte del Govern de Bauzá. El número uno del partido ya ha dejado claro que quiere acabar con la inmersión lingüística y derogar la ley educativa de Baleares para que el catalán deje de ser la lengua vehicular. Incluso en 2019 aseguró que «me gustaría que [Bauzá] se afiliara a Vox». Este planteamiento sirve a los partidos progresistas para azuzar el miedo a un posible retorno de los recortes y ataques al catalán, que sacaron a la calle a 100.000 personas. Campos, que anunció que pedirá la conselleria de Educación si su partido obtiene una fuerza importante el 28 de mayo, consideraba que el TIL era el «punto de partida para mejorar la calidad educativa».

Sobre una posible coalición PP/Vox, Armengol pide que este domingo «ningún voto progresista puede quedarse en casa» y asegura que «juntos y juntas no dejaremos» que vuelva a ganar la derecha después de ocho años. La candidata socialista lo resumía así en el Ara Balears: «La alternativa a nosotros sería un gobierno de derecha y extrema derecha que haría que el de Bauzá fuera una broma».

La consellera de Salud y número tres de la candidatura del PSIB al Parlament, Patricia Gómez, también aprovechó para comparar su gestión y la del Govern de Bauzá: «Hemos hecho que la asistencia sanitaria vuelva a ser para todos, mientras el PP se la retiró a 26.000 personas en Baleares; hemos vuelto a hacer gratuitos los medicamentos para los pensionistas, cuando con el PP los jubilados los copagaban; hemos reabierto los centros de salud por las tardes después de que el PP los cerró a las 15 horas; hemos contratado a 5.000 profesionales sanitarios porque el PP despidió a 1.400». Armengol siempre ha achacado los problemas sanitarios a que «nos la dejaron en una situación realmente preocupante» y Antònia Jover, candidata de Unidas Podemos, preguntaba ayer «qué servicios públicos recortará» con la bajada de impuestos que presentan.

"Hace 8 años veníamos de la manifestación de las 100.000 camisetas verdes y lo primero que hicimos cuando llegamos al Gobierno fue abrir las puertas del Consolat para escuchar la comunidad educativa. Hemos garantizado la paz social dentro del mundo educativo y lo hemos hecho desde el diálogo y desde la complicidad con toda la comunidad educativa", reivindicó ayer Armengol.

En esta línea, preguntado por si el pacto PP/Vox puede movilizar el voto de izquierdas, el candidato de Més per Mallorca, Lluís Apesteguia, se muestra poco convencido aunque apunta que sería lo más parecido a una nueva legislatura de Bauzá: «Estaba Marga Prohens de diputada y Jorge Campos como miembro del Govern. Esta coyuntura ya se ha producido y vimos lo que significó en derechos y para el modelo de convivencia».

Armengol, al conocer ayer que el Tribunal Constitucional avala que se impidieran las visitas de Vox en colegios en horario lectivo, expresó: «Mientras estemos en el Govern, no dejaremos que entren. Estamos y estaremos con docentes, alumnos y equipos directivos; con la autonomía de los centros; con un modelo educativo de éxito que lleva años mejorando». Cuatro días para las elecciones más decisivas.

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