En frente

SECOT: el valor de la experiencia

Los séniors integrados en la asociación trasladan -como voluntarios- sus conocimientos y su experiencia en el ámbito empresarial a las generaciones más jóvenes

Iñaki Miranda y Ricardo Moreno, respectivos fundador  y presidente de SECOT Baleares

Iñaki Miranda y Ricardo Moreno, respectivos fundador y presidente de SECOT Baleares / Guillem Bosch

Más sabe el diablo por viejo que por diablo; la experiencia es un grado... Son frases que uno ha escuchado a lo largo de toda su vida en referencia a la sabiduría que la vida aporta a las personas mayores. Así, de la misma forma que existen los ‘JASP’ (Jóvenes Aunque Suficientemente Preparados), en nuestra sociedad tenemos también a los miembros de SECOT, una asociación compuesta por séniors suficientemente motivados e ilusionados para transmitir sus conocimientos en el ámbito empresarial a las generaciones más jóvenes. Todo ello sin cobrar un euro, sino a través del voluntariado.

Activos ha reunido a tres de ellos para conocer su experiencia, sus motivaciones y sus ilusiones en este campo. Se trata de Iñaki Miranda (de 69 años) voluntario y fundador de SECOT en Baleares; Ricardo Moreno (68 años), actual presidente (lo es desde 2019), y Carmen Perrote (67 años), que se incorporó a esta particular travesía el pasado año. Miranda es ingeniero y ha pasado buena parte de su vida laboral en CEMEX, donde sigue trabajando en el régimen de jubilación activa; Moreno ha desarrollado su actividad en el mundo de la banca, como también lo ha hecho Perrote, si bien ella se ha dedicado asimismo al ramo de los seguros.

La primera pregunta que se plantea es obligada: ‘¿Qué es SECOT? ¿De qué entidad estamos hablando?’ Perrote tiene la respuesta preparada: “Es una asociación sin ánimo de lucro, independiente y apolítica. Está constituida por voluntarios séniors, profesionales, directivos y empresarios que finalizan su actividad y se dedican a prestar altruistamente su experiencia y conocimiento en términos empresariales o académicos”.

Cabe anotar que SECOT se constituyó en España en 1999, pero no fue hasta 2013 que se creó la delegación de Baleares. Iñaki Miranda tuvo mucho (o todo) que ver en ese alumbramiento. “Al jubilarme vi la necesidad que se me generaba al pasar de estar súper ocupado a plantearme qué haría al día siguiente con mi tiempo; me veía con la agenda vacía. Entonces fui a la Cámara de Comercio y pregunté qué podía hacer. Me dijeron que había un tema de emprendedores que funcionaba en Barcelona y Madrid, pero no aquí. Y así nació SECOT. Lo pusimos en marcha Juan Dueñas, gerente de Mercapalma, y yo mismo, con la ayuda de Fernando Alzamora, que estaba al frente de Sa Nostra. Con la salida de varios ejecutivos de esa entidad, entre ellos Guillem Mirla, Carlos Huertosy el añorado Bernardí Seguí, tuvimos la masa crítica para poder empezar”, recuerda el propio Miranda.

“El hecho de integrarnos en SECOT -añade Moreno- nos ayuda personalmente porque hay muchas personas que lo pasan fatal cuando dejan de trabajar, al jubilarse o prejubilarse. Lo que hacemos a través de SECOT es buscarnos una alternativa para envejecer de una manera activa, que entendemos como algo fundamental. El ‘trabajo’ consiste en poner a disposición de la sociedad nuestra experiencia”.

Esa sociedad a la que alude el actual presidente de SECOT en Baleares se concreta en hombres y mujeres (generalmente jóvenes) que tienen interés por emprender o por mejorar la empresa ya constituida. En el primer caso se agrupan el 80% de las personas mentorizadas y el 20% restante se corresponde con empresarios y empresarias al frente de compañías ya existentes.

Tres grandes ejes

Las líneas de actuación de SECOT se circunscriben a tres ejes fundamentales: asesoramiento-mentorización-innovación es el primero; formación-orientación, el segundo; y fomento del voluntariado y envejecimiento activo, el tercero. En el primer eje, se trata de ayudar a aquellas personas que quieren empezar su propio proyecto empresarial, su negocio. También a aquellas otras cuyo negocio no acaba de funcionar por uno u otro motivo. “A día de hoy, tenemos seis mentorizados con su propio negocio en marcha. En cualquier caso y por lo general la mentorización se lleva a cabo a lo largo de un año, a razón de un encuentro de una hora o dos cada dos o tres semanas”, expone Moreno.

En el segundo eje, el de formación-orientación, se incluyen visitas de miembros de SECOT a diferentes centros (sobre todo de Formación Profesional) para imbuir a la juventud el espíritu emprendedor, en colaboración con la Dirección General de Formación Profesional y los ayuntamientos de Palma, Inca, Manacor y Calvià. La entidad dispone asimismo de un catálogo de talleres que se va actualizando según las necesidades.

Finalmente, en el tercer ámbito se incide en intentar frenar o reducir la brecha digital de las personas mayores. Así, miembros de la asociación visitan centros de día o residencias al objeto de mostrar a los usuarios de esos servicios el funcionamiento básico del móvil, el ordenador o la tablet.

SECOT es una asociación sin ánimo de lucro, independiente y apolítica. En Baleares opera desde 2013

Miranda, Moreno y Perrote explican con detalle cómo valoran su participación activa y directa en la mentorización. “Yo destacaría -empieza relatando Miranda- la relación que se establece con los mentorizados. Cuando se ha acabado el asesoramiento, la relación sigue en muchos casos al haber derivado en amistad. Por otra parte, el consejo prioritario que les traslado es que nadie es supermán, que cabe buscarse aliados y colaboradores. Una buena decisión en un caso concreto fue el cierre de la empresa, puesto que iba acarreando más y más deuda cada mes. En contrapartida, también mentoricé a una mujer cuyo primer proyecto no cuajó, pero inició otro que le va de maravilla, con gran éxito, hasta el punto de tener varias sucursales”.

Por su parte, Moreno refiere: “Como mentores, nosotros no decimos si es una buena o mala idea la que tiene el emprendedor, sino que vamos intentando validar su proyecto para que él o ella mismo decida si está o no en el buen camino. En ocasiones, me ha tocado abordar cuestiones como la sucesión en una empresa familiar tras la muerte del líder”.

El 80% de las personas mentorizadas por los voluntarios tienen en mente crear su propio negocio

“Yo llevo muy poco en SECOT -admite Perrote- y he mentorizado poco aún. Le tengo mucho respeto a este tema, a la mentorización, porque lo que he hecho laboralmente a lo largo de mi vida ha sido estudiar riesgos y todo lo veo bajo ese prisma. A todo proyecto le veo riesgos. En todo caso, me llamó mucho la atención un proyecto de un emprendedor y dos emprendedoras que consiste en ordenar los espacios de la casa. Y les funciona muy bien”.

La evaluación de riesgos, en palabras de Moreno y Miranda, no tiene por qué ser una mala cosa, sino todo lo contrario. “Tiene su parte positiva, claro que sí -afirma Moreno-Lo que se debe intentar es hacer ver al mentorizado los riesgos que pueda tener su proyecto”. Al comentario se suma Miranda para decir muy gráficamente: “Esto es cómo subir la montaña o correr los sanfermines, ya sabemos lo que hay...”.

Dicho esto, los tres miembros de SECOT se animan a hacer un breve análisis respecto a los principales errores en que suelen incurrir los emprendedores mentorizados. “Empezar sin tener las ideas claras ni un plan de empresa -asevera Perrote-. A todos nos gustan las ideas , pero para llegar a plasmarlas se requiere saber todo el recorrido desde la idea inicial hasta que empiezas el negocio”. Moreno añade: “Yo siempre pongo el mismo ejemplo. Tengo la idea de montar un restaurante en la luna, con unas vistas impresionantes. Es una idea fenomenal, pero hay que validarla. A ver cómo lo haces... Para cualquier proyecto se requiere un análisis profundo, y ahí tenemos multitud de herramientas que debemos saber manejar; el modelo Canvas, el DAFO...”.

Defensor del trabajo en equipo, Miranda razona que “el error más frecuente es que uno mismo se crea que saber hacer todo. La experiencia me dice que es muy difícil que una sola persona se pueda ocupar de todo y salga bien librado. Por ello siempre recomiendo la necesidad de una red de colaboradores. En todo caso, valoro mucho (porque lo veo complejo) el hecho de redactar estatutos y ponerse de acuerdo para compartir responsabilidades y beneficios”. Con larga experiencia en la evaluación de riesgos, Perrote confiesa: “El trabajo en equipo es fundamental. Sin embargo, debo recordar que en los departamentos de riesgos, uno de los factores de riesgo es que en un proyecto haya varios socios”.

Moreno reivindica la necesidad de más y mejores ayudas institucionales para el colectivo emprendedor en España; afirma en todo caso que hay dos tipos de emprendedores. “Aquellos que, al no tener trabajo, deciden montar su propio negocio. Son emprendedores que surgen de la necesidad y tienen mucho riesgo. Por otra parte, están los emprendedores vocacionales”. Más allá de esa primera división, Miranda observa otra: “Abriendo el abanico, diría que cabe diferenciar además los que tienen colchón de aquellos que no lo tienen”. Perrote, finalmente, afirma: “En mi opinión, en España la gente sigue tendiendo más a asegurar un puesto de trabajo que a crear un negocio”.

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Una cuestión ampliamente debatida es la relativa al supuesto (o real) desaprovechamiento en el ámbito laboral de las personas mayores en España. 

“Mi punto de vista es de que, efectivamente, no se aprovecha debidamente la experiencia y el conocimiento de las personas mayores. Las empresas se descapitalizan a través de la renuncia a empleados que todavía tendrían mucho que decir a esas compañías”, afirma Ricardo Moreno.  

Y añade como colofón: “De joven, recuerdo observar que, tras jubilarse, una persona no solía vivir más allá de un par o tres de años más. Sin embargo, en nuestros días, hay estudios científicos que indican claramente que cada vez vivimos más años. Así, habrá en poco tiempo muchísimas personas que superarán los 100 años, con lo cual cada vez la ciudadanía tendrá más tiempo para dedicar a algo que no sea el trabajo. Por ello, actividades como las que desarrollamos en SECOT son tan interesantes e importantes. Cada vez tendremos mayor necesidad de mantener nuestro cerebro y nuestra actividad física en marcha”. 

El propio fundador de SECOT en Baleares, Iñaki Miranda, refiere la satisfacción personal que le causó el comentario de uno de sus mentorizados. “En una ocasión, un mentorizado me confesó que cuando tenga mi edad le gustaría hacer lo mismo que yo hago ahora”.

Para no estar ni sentirse desaprovechados, Moreno, Miranda y Perrote trasladan altruistamente sus conocimientos y su experiencia a través de SECOT en Baleares, en el que se integran 42 miembros, 38 de los cuales hombres y cuatro mujeres. 

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