Despacho... Del trabajar para el cliente a estar con el cliente

Domènec Biosca

Domènec Biosca

El lector es posible que se pregunte si el despacho es ¿un valor? Ante esta sorpresa le invitamos a reflexionar juntos, por qué, en el mercado de oferta, tener despacho era un símbolo de prestigio dentro y fuera de la empresa. Habitualmente el despacho, significaba autoridad y nivel jerárquico, poder, marcar el territorio, la superioridad, la distancia, la privacidad, incluso investir de la verdad a las opiniones expresadas por el que lo ocupaba. Estas circunstancias fueron posibles en el nuevo olvidado y facilón mercado de oferta, donde los clientes se conformaban con tener y/o estar. En este mercado, a los empleados en general sólo se les exigía su obediencia al jefe y su trabajo.

Pero llegó el complejo, veloz, cambiante y exigente mercado de demanda, donde los clientes quieren premiarse con su talla de calidad, pudiendo opinar en las redes sociales, dándonos la oportunidad de hacer más y mejor con menos, siendo imprescindible y urgente sumar activadores de voluntades, de inteligencias, de experiencias y de imaginación si de verdad deseamos seguir teniendo este nuevo éxito.

Para conseguir estos activadores hay que aproximarse a todos los actores que nos rodean, ejerciendo un liderazgo de proximidad, eficiente y contagiador, que nos permita vivir el partido de la felicidad de los clientes y el de la ilusión de nuestros empleados en vivo y en directo.

Les recomendamos convertir la empresa en su despacho especialmente en las horas calientes con sus momentos de la verdad y/o abrir su despacho con la ayuda de las nuevas tecnologías, lo que le permitirá vivir a tiempo real los momentos del éxito de su empresa.

Le recomiendo “convertir su despacho” en un espacio vivo, dinámico y que lo ubique allí donde toque en cada momento para conseguir los beneficios de:

  1. Mejorar el trabajo eficaz y positivo.
  2. Mejorar la orientación hacia la excelencia.
  3. Aprender a captar las distintas tipologías de clientes.
  4. Aprender a practicar la venta proactiva y personalizada.
  5. Desarrollar un conjunto de ofertas conociendo las tallas solicitadas por los clientes.
  6. Crecer la comprensión en las relaciones en todos los puntos de venta con sus tentaciones.
  7. Reducir la rotación laboral por la implicación de los profesionales.
  8. Creces el orgullo de pertenecer a una empresa orientada a la felicidad de los clientes y de sus profesionales.
  9. Aprender la independencia ética para ser más rigurosos con los compañeros que no pongan en marcha las “enseñanzas
  10. Facilitar e incrementar la innovación.

Es posible que usted mi apreciado lector, al leer estas reflexiones, aprendidas gracias a estar cada día orientando a todos los profesionales a convertirse en conquistadores, tanto de los clientes como de los profesionales siendo imprescindible sentir amor por las personas, pasión por los clientes y alegría al conseguir hacer felicidades a todos.

¡No olvide que tenemos la suerte de crecer en el negocio de la felicidad!

Como siempre quedo a su disposición en dbiosca@educatur.com tanto en las coincidencias como en las discrepancias