Empleo
Madrid releva a Galicia y Asturias a la cabeza de la tasa de fracaso de autónomos
Un 17% del colectivo estaba en pérdidas en 2021 frente al 21% de 2020 por la crisis del COVID
Su facturación bate récord, aunque de media declaran unos 10.000 euros
Julio Pérez | @JulitrosPerez
Los trabajadores por cuenta propia que se hayan dado de alta en Galicia desde el pasado 30 de septiembre recuperarán el desembolso a la Seguridad Social cuando la Xunta active con el cambio de año su medida estrella de “cuotas cero” en la Agenda Impulso Autónomo Horizonte 2027 para revitalizar el colectivo. Se potenciará también la Red de polos de emprendimiento y la formación especializada, con el lanzamiento de un Paquete de inicio del autoempleo que combinará cualificación, asesoramiento y ayudas a la inversión. La administración autonómica aspira a crear un “ecosistema competitivo” para frenar la caída constante de los autónomos.
Hay 205.600 ahora mismo, unos 31.000 menos que antes de la crisis financiera que estalló en 2008. Concentran casi el 20% de las afiliaciones y alcanzan el 21% y el 25% en Ourense y Lugo, respectivamente. La estrategia de la Consellería de Promoción do Emprego e Igualdade pasa también por mejorar la calidad de los proyectos emprendidos para blindar su continuidad y limar la elevada tasa de fracaso.
La pandemia fue un bombazo para los autónomos y los pequeños empresarios de la comunidad. A pesar de la prestación por cese y el resto de inyecciones públicas directas a los diferentes sectores, el 21% cerró el 2020 en números rojos, tres puntos más que el ejercicio anterior (17%). La mejora de la pandemia y la reactivación de la economía dispararon la facturación del colectivo y el porcentaje de trabajadores por cuenta propia con saldo negativo en sus actividades bajó de nuevo al 17,1% en 2021, según los datos que acaba de publicar la Agencia Tributaria. Galicia suele liderar junto con Asturias (17,3%) la tasa de fracaso en España. Pero en la salida progresiva de la pandemia la situación cambió. Ese lugar lo ocupó Madrid, donde más del 17,5% de sus autónomos acabaron el 2021 con un agujero en las cuentas.
La tasa de fracaso en el conjunto del Estado –sin contar con País Vasco y Navarra, que no suelen aparecer en las estadísticas vinculadas al IRPF por su diferente sistema fiscal– se quedó por debajo del 15%. Los territorios con menor proporción de autónomos en pérdidas fueron Extremadura (12,7%), Aragón (12,2%) y La Rioja (11,9%).
Merma la tasa de fracaso en Galicia a pesar de que el número de empresarios aumentó. El confinamiento y las restricciones a la actividad comercial durante la primera ola del COVID-19 fueron la guinda para muchos negocios cojos o con sus propietarios en edad de jubilación ya. En ese primer año con el coronavirus desaparecieron alrededor de 6.600, una caída superior al 3%. En 2021 hubo un rebote del 1,3%, (2.600 nuevos), hasta los 207.089. Cerca del 57% son hombres. Por edades, destaca el grupo de más de 55 años: 79.516, el 38% del total. Les siguen los de 46 a 55 años, casi 57.300. Por debajo de los 26 años solo hay 3.200.
De los más de 207.000 empresarios de alta en el último ejercicio analizado por la Agencia Tributaria, la inmensa mayoría, 193.600, eran empresarios individuales. Sus rendimientos por actividades económicas ascendieron a 1.931 millones de euros tras un incremento del 31% respecto a 2020. Se trata de la mayor cifra de facturación desde que se realiza el estudio, superior incluso a la etapa previa al estallido de la burbuja inmobiliaria (1.832 millones en 2007, cuando, además, había 20.000 empresarios más que en este momento). La declaración media crece con mucha fuerza también, pasando de 7.812 a 9.970 euros. La cuantía sube hasta los 12.700 euros en las declaraciones por estimación directa y a los 10.500 en los que usan módulos. El rendimiento en estimación agrícola ronda únicamente los 1.600 euros.
Por rentas del trabajo, el colectivo suma otros 1.500 millones (14.400 euros de media). Las del capital mobiliario alcanzaron los 84,5 millones y unos 132 millones las procedentes de inmuebles. Hay, además, otros 12.500 empresarios clasificados en rentas imputadas con un rendimiento medio de 12.500 euros en 2021.
El 88% de los titulares de negocios acabaron 2021 con beneficios. En el caso de los productores de mejillón, el volumen de rendimientos positivos llega al 96% y al 91% en el sector de la energía y el agua. En comercio, restaurantes y hospedaje fue el 81%, igual que en construcción. Dentro de la categoría de profesionales, predominan los relacionados con actividades financieras, jurídicas, seguros y alquileres. El 90% ganó dinero.
¿Cuáles pagan más en impuestos por sus actividades económicas?
El tipo efectivo atribuible medio fue del 19,6%, con picos del 27% entre los profesionales vinculados al sector de la energía, agua, minería e industria química; y un mínimo del 9,9% en empresarios agrícolas y ganaderos. ¿Y en qué comunidades el desembolso es mayor? De lejos, Madrid, que salta el 26% de tipo efectivo atribuible en el colectivo, cuatro puntos por encima del conjunto del país (21,7%). Castilla-La Mancha y Extremadura tienen los más bajos: 16,8% y 19%, respectivamente.
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