Alicia Carbonell, primera entrenadora de un equipo senior masculino: «Una semana después de tener a mi hija ya estaba en el campo de fútbol»

Alicia Carbonell Beckert (1985) rompió el pasado domingo una barrera en el balompié balear: ser la primera entrenadora de un equipo senior masculino. El Algaida de Regional Preferente, segunda categoría autonómica en importancia, ha apostado por ella después de media vida en sus filas desempeñando otras funciones. Esa igualdad de género y de oportunidades entre hombres y mujeres ha llegado al fútbol balear, o al menos empieza a tener ejemplos en un ámbito en el que todavía resta mucho por hacer.

El caso de Alicia Carbonell Beckert es, también, un ejemplo de superación y de voluntad. “Es lo que me ilusiona desde pequeña y lo que siempre he querido hacer”, señala orgullosa en una conversación con DIARIO de MALLORCA. Lo hace tras ser madre monoparental hace apenas tres meses.

Para entrenar y acudir a los partidos necesita a su madre -su padre falleció hace ocho años- para que le guarde a la niña, Alisson, dado que sería casi imposible conciliar su vida laboral y deportiva con la maternidad. Por esta circunstancia al hacer esta entrevista pidió que se pusiera su nombre con los dos apellidos -Carbonell Beckert- para homenajear a su madre. «Me ayuda un montón y tengo claro que sin ella todo sería muy difícil», afirma.

Alicia Carbonell, la primera mujer en dirigir un equipo de hombres en el fútbol mallorquín

De hecho, en su debut el pasado domingo en Algaida ante el Esporles, su equipo acabó perdiendo por 1-2, Alicia saltó al campo con su hija y dio sus últimas instrucciones con ella en brazos. Al empezar el duelo se la entregó a su madre para evitar que la bebé recibiera balonazos y para que le diera el biberón, ya que cada poco tiempo come. Todo un encaje de bolillos para que pueda entrenar.

«Estoy muy contenta de que gracias a mí se rompan barreras en pro de la igualdad en nuestro fútbol»

Aunque ya hay entrenadoras en las categorías base desde hace un tiempo, ella se ha convertido en la primera mujer en dirigir a un equipo amateur. Hasta la semana pasada era la segunda técnica del CE Algaida de Regional Preferente y la nombraron primera entrenadora tras el cambio de Juan Carlos Calafell, quien dejó el club. Esta pionera tiene el título nivel UEFA A y llevaba doce años preparando equipos de fútbol base.

«Para mí es muy positivo que hayan pensado en mí para este reto para las últimas jornadas de la Liga y en una situación deportiva complicada del equipo», manifiesta antes de su primer entrenamiento. «Estoy muy contenta de que gracias a mí se rompan barreras en pro de la igualdad en nuestro fútbol. Empecé el año pasado a entrenar ayudando al primer técnico después de jugar al fútbol y tras doce años entrenando futbol base», subraya esta administrativa.

«No me marco ningún límite»

Alicia Carbonell es consciente de haber roto moldes, aunque también quiere hacer carrera en los banquillos. «No me marco objetivos a un largo plazo, quiero ir poco a poco y paso a paso. Hay que ver cómo van las cosas. Hace tres meses fui mamá, que se junta con esto. Soy mamá monoparental y, claro, ahora la niña está con mi madre y no sé hasta qué punto podré llegar a conciliar mi vida con el deporte», reconoce instantes antes de comenzar su primer entrenamiento, del que es testigo este periódico, y añade: «El fútbol es mi pasión ya que una semana después de tener a mi hija ya estaba en el campo de fútbol. Si la situación me lo permite no me marco ningún límite».

Esta preparadora subraya que aún existe mucho trabajo por hacer en cuanto a la igualdad entre hombres y mujeres en el fútbol español. Y pone un ejemplo. «Hay más de once mil fichas de entrenadores masculinas por tan solo 700 femeninas. Lo fácil y la tendencia para una mujer es entrenar a un equipo femenino, pero en mi caso siempre he tenido claro que mi reto era entrenar a la primera plantilla masculina tras muchos años como jugadora. Lo tenía claro», explica.

«Sin duda que todos los éxitos del fútbol femenino español, especialmente de la selección, incidirán positivamente en un auge de las fichas»

Sobre los motivos de esa enorme diferencia entre las fichas masculinas y femeninas, Carbonell Beckert señala: «Es la realidad del fútbol aquí en España. Aquí hace poco que tiene repercusión. En Alemania, mi madre es de allí, cuando yo era pequeña ya miraba partidos de fútbol femenino por la tele. Aquí en España poco a poco va creciendo, pero estamos hablando que hace casi nada el fútbol femenino estaba muy atrasado en comparación con otros países. Sin duda que todos los éxitos del fútbol femenino español, especialmente de la selección, incidirán positivamente en un auge de las fichas, tanto de futbolistas como de entrenadoras». «Un ejemplo es que si tú has sido jugadora, que de cada día hay más, muchas de ellas al finalizar su periplo en activo se van a dedicar a entrenar. Espero que den el paso, que se animen», resalta.

«¿Los jugadores? Me ven como una más en el equipo»

Uno de los aspectos que preocupaba era cómo recibiría la plantilla la noticia de que su nuevo técnico era una mujer. «Ellos no ven a una mujer, me ven como una más en el equipo. En este caso como la entrenadora que soy. No me puedo quejar, es un grupo muy bueno y nunca he tenido ni un problema con ellos y esto también ayuda mucho. Me han recibido muy bien. El año pasado ya fue espectacular en cuanto a condición humana. He hablado con todos los jugadores y están muy animados y me respetan, del primero al último, dentro y fuera del vestuario».

«Casi toda la plantilla es de Algaida y tienes que sacar el máximo rendimiento a ese grupo, no hay más. Quiero hacer una piña, un bloque, que todos vayan a una»

Alicia Carbonell entiende la particularidad de entrenar en un pueblo. «Lo he aprendido en el fútbol base, cada año es diferente. No es lo mismo entrenar en una ciudad que en un pueblo. Tú puedes decir ‘me gusta mucho defender o atacar’, pero tengo lo que tengo de jugadores y me tengo que adaptar a las circunstancias. Casi toda la plantilla es de Algaida y tienes que sacar el máximo rendimiento a ese grupo, no hay más. Quiero hacer una piña, un bloque, que todos vayan a una», dice.

Además, se muestra satisfecha por el compromiso de sus pupilos: «Puede ser que no tengamos a los mejores jugadores, y eso que tengo a futbolistas extraordinarios que están aquí porque quieren, que podrían estar en categorías más altas, pero lo que lo que es indiscutible es la lucha y el sacrificio. Eso es innegociable. Quiero un equipo que luche y que se sacrifique, eso tiene que venir con el dni de cada uno. Luego puedes ganar o perder».