Tribunales

Montse Tomé declara que no convocó a Jenni Hermoso en su estreno como seleccionadora por motivos deportivos

Confiesa también que pesó el ambiente mediático que reinaba por el beso no consentido que le propinó Rubiales tras la final del mundial

Montse Tomé, en la Audiencia Nacional.

Montse Tomé, en la Audiencia Nacional. / EFE

Ángeles Vázquez

La entrenadora nacional de fútbol femenino, Montse Tomé, aseguró ante el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge que los motivos para no convocar a la jugadora Jenni Hermoso fueron deportivos, al considera que había jugado pocos partidos con su equipo en México. No obstante, admitió que también pesó el ambiente mediático que reinaba en ese momento por el beso no consentido que le propinó el expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales tras la final del Mundial.

Tomé, que había sido citada como testigo por el juez tras ordenárselo la Sala de lo Penal de la Audiencia, al estimar el recurso interpuesto para ello por la defensa del exseleccionador masculino Jorge Vilda, negó que este le hubiera presionado de alguna forma para que no la convocara. Fuentes presentes en la declaración señalaron que había asegurado que ni habló con él a la hora de hacer la lista de jugadoras que representarían a España en sus primeros partidos al frente de la selección.

Sí dijo, en cambio, que fue Vilda quien le pidió que asistiera a la asamblea del 25 de agosto en la que se esperaba que Rubiales presentara su dimisión por lo ocurrido en la final del Mundial, pero en lugar de eso gritó justo lo contrario: "No voy a dimitir". En los 20 minutos que duró la declaración, que comenzó con un importante retraso, Tomé añadió que ella no quería haber dio a ese encuentro, aunque en las imágenes del público se la pudo ver entre las personas que aplaudieron las palabras de Rubiales.

La declaración de Tomé, que coincidió un par de años como jugadora con Jenni Hermoso (ella en el Barça y esta en el Rayo), se fijó después de que el juez De Jorge dictara el auto en el que daba por terminada la instrucción y proponía juzgar a Rubiales, tanto por lo ocurrido tras la final del pasado Mundial, celebrada el 20 de agosto en Sídney, como por las presiones posteriores a la jugadora.

También sienta en el banquillo al director de la selección masculina, Albert Luque, el exentrenador de la selección femenina Jorge Vilda y el exresponsable de marketing de la Federación Rubén Rivera por las supuestas coacciones para que la jugadora manifestase públicamente que el beso había sido consentido.

Las defensas han pedido al juez que declare la nulidad de ese auto, al entender que no se puede concluir la instrucción con la declaración de Tomé pendiente. Con independencia de lo que acuerde finalmente el juez, si redacta un auto nuevo o mantiene el ya dictado, no cambiará los téminos contenidos en su primera resolución. Es decir, que ni Rubiales ni Vilda se salvarán de ser juzgados por lo ocurrido en Sidney.