Opinión

¿Falta de suerte, de puntería o de calidad en el Mallorca?

El conjunto rojillo recibe el máximo castigo ante la Real Sociedad el día que menos lo mereció al combinar a partes iguales tres factores decisivos en el fútbol

Muriqi controla el balón perseguido por el realista Zakharyan.

Muriqi controla el balón perseguido por el realista Zakharyan. / EFE

Ricard Cabot

Ricard Cabot

En el deporte, y concretamente en el fútbol, la suerte es un factor en ocasiones determinante para el devenir de un equipo. Pero no lo es todo. Una única victoria en diez partidos, como es el caso del Mallorca, no se explica únicamente por la teórica mala fortuna que haya podido tener en algún encuentro. Unas veces está de tu lado -como en Balaídos, donde sumó sin merecerlo el triunfo que figura en su pobre casillero- y otras no, como el sábado ante la Real Sociedad, ante la que sin duda mereció más. ¿Pero fue todo falta de suerte? ¿O hubo algo más? ¿Se redujo todo a una falta de puntería, o de lo que estamos hablando es que falta calidad en los últimos metros, donde se deciden los partidos?

La negación de Larin

El delantero canadiense fue la principal novedad en el once de Javier Aguirre. Si hubiera marcado las tres claras ocasiones de que dispuso estaríamos ahora hablando de un atacante mortífero, letal en el área. Pero fue precisamente en esta zona del terreno de juego donde falló de forma estrepitosa. El guardameta Remiro, el gran héroe del partido -fue de risa que no resultara elegido MVP y no Kubo- tuvo gran parte de culpa, pero Larin puso de su parte. En el primer minuto sufrió un ligero agarrón de Pacheco que impidió que su remate tuviera la fuerza necesaria para hacer daño. A los diez minutos, tras un caramelo de Dani, tuvo un cara a cara con Remiro, pero su remate fue al muñeco. Y a los seis minutos de la segunda parte volvió a chutar al cuerpo del guardameta donostiarra, que se incorporaba tras lucirse a un disparo de Dani. ¿Falta de suerte, de puntería o de calidad? Quizá un poco de las tres. El tanto por ciento que corresponde a cada uno, pónganlo ustedes.

Samú para lo bueno y lo malo

El partido de Samú Costa fue para enmarcar. Omnipresente, el portugués es el chico para todo, el jugador que cualquier entrenador quiere tener en su equipo. Despeja como el mejor defensa y remata en ataque, aunque el sábado no como el mejor. En el minuto 76 dispuso de una clara ocasión, pero su remate de cabeza, con todo a favor, no fue ni entre los tres palos. Remató a ciegas, sin saber dónde estaba la portería. ¿Falta de suerte, de puntería o de calidad? En este caso, a lo mejor a Samú hay que pedirle otras cosas, que sí las hace muy bien, y no hacerle responsable de no marcar. 

Samú Costa intenta arrebatar el balón a Kubo.

Samú Costa intenta arrebatar el balón a Kubo. / Efe

Muriqi y Amath, un poco de todo

El kosovar no tuvo su mejor día, pero sí dispuso de la que posiblemente fue la ocasión más clara, un cabezazo al larguero en el minuto 88. La jugada la inició, muy bien, Amath, que tras superar a dos defensas se encontró con Remiro, quién si no. Tras el remate de cabeza de Muriqi -en este caso mala suerte-, el balón volvió a caer en los pies del senegalés, que remató flojo. ¿Falta de suerte, de puntería o de calidad?  

La posible candidatura a la presidencia de la Federación puede estar en el retraso del anuncio de Alemany al Atlético

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Pasan los días y las semanas y lo que parecía el inminente fichaje de Mateu Alemany como director deportivo del Atlético de Madrid se está retrasando sin que nadie diga ni pío. La única razón del retraso del anuncio solo puede estar en las elecciones a la presidencia de la Federación, a las que no se puede presentar Rocha y sí podría meditar hacerlo el ejecutivo mallorquín.

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