Carlos Moyà, entrenador de Rafa Nadal, explicó que el partido del US Open se decidió en la parte mental. "En el partido tratas de animar, porque no se puede decir nada con el asunto del coaching. Le intentas hacer ver que el rival está cansado también, aunque te lo inventes. Fueron momentos tensos, cuando estás tan cerca de ganar, en un partido tan importante para Rafa, que de repente se iguale e incluso le de la vuelta. Intentas que aguante mentalmente. Fue una batalla mental increíble. Me recordó a un combate de boxeo, donde se pegan todo el rato y los dos están hechos polvo pero siguen y siguen. Rafa tuvo el mérito de tener más habilidad en esos momentos, pero el rival fue de una dureza increíble", resumió.

"Ha costado. Pasamos muchos nervios y mucha tensión. Fue un partido increíble. Uno de los partidos más emocionantes que he visto en mi vida. Se juntó emoción con calidad de tenis. Dos estilos totalmente distintos. Al final se llegó a la meta sano y salvo y muy contento. Al acabar le di la enhorabuena. Estaba hecho polvo, le dieron calambres en el vestuario. No se podía poner ni los vaqueros, le tuve que ayudar a ponérselos después de la ducha", añadió en declaraciones a la Cadena Ser.

El balear alabó el papel de Medvedev en la final. "Medvedev ha tenido un verano increíble. Llevaba tres finales consecutivas, con un título en Cincinnati, que es el último Másters 1000 que se juega antes de llegar a Nueva York. Aquí ha ido solventando sus compromisos. Ha sido difícil, con altercados con el público, pero practicando un gran tenis. Pensábamos que iba a llegar un poco cansado, pero la verdad es que aguantó de manera increíble, a nivel físico y a nivel mental. Nos dio muchísima guerra. Cuando parecía que el partido estaba casi cerrado en el tercer set revivió y le dio la vuelta. El susto ha sido tremendo", explicó.

Cuestionado acerca de si fue mejor que la final de 2008 en Wimbledon, Moyà cree que no son comparables. "El rival es distinto, igual para el público no es tan conocido como Federer. Pero la calidad fue muy alta. La final de Wimbledon 2008, por lo que significó el partido, fue un pequeño cambio en la historia, al derrotar a Federer en su terreno. Son situaciones distintas, muchos años de diferencia, y las dos con muchísimo mérito", puntualizó.

La evolución en el juego de Rafel Nadal fue otro de los aspectos que mencionó Moyà. "El Rafa de 2008 y de 2019 son dos jugadores muy distintos. Uno con 20 años y otro con 33. Tenían características diferentes pero una mentalidad increíble. Ha habido una evolución, tu cuerpo va cambiando pero tu mente es más abierta. Entiendes mejor el juego y en eso Rafa se ha adaptado de manera perfecta. Los rivales de hace doce años son distintos a los de ahora pero te conocen mucho más. Para estar arriba, ha tenido que haber una evolución sí o sí y él siempre ha estado dispuesto a estar al día en este deporte, a ser competitivo en en el tenis moderno", agregó.

Sobre Si Nadal es el mejor deportista de la historia, Moyà cree que aún es pronto para valorarlo. "Es difícil comparar épocas. Estamos hablando de un deporte con más de 100 años de historia. No se puede comparar el tenis actual con el tenis de los años 50. Por otra parte, la carrera de Rafa no ha terminado por ahora. Ahora se cuentan los Grand Slam para catalogar quién es el mejor de la historia. Es un grande de la historia, sin ninguna duda. Para saber en qué lugar le colocamos hay que dejar que termine su carrera", finalizó.