"Queremos acabar entre los diez primeros y llegar a los cincuenta puntos". Esta frase la acuñó Gregorio Manzano el pasado 25 de mayo, justo en la víspera del choque que enfrentaba a su Mallorca ante el Athletic de Bilbao.

El empate del pasado sábado contra el Sevilla (0-0) sirve en bandeja a los rojillos la posibilidad de cumplir el segundo de los objetivos de los isleños, después de haber garantizado la permanencia. Tiene 49 puntos y ocupa la undécima posición en la tabla. Está a un solo paso. Y lo puede dar en el mítico Santiago Bernabéu en el duelo más esperado por el Real Madrid. Quiere ser campeón de Liga, pero para eso debe ganar a un Mallorca que no se lo va a poner nada fácil.

Las estadísticas a veces sólo se utilizan para abrir boca, pero a buen seguro que en ocasiones pueden suscitar intranquilidad entre algunos. Los bermellones son el equipo que más puntos ha sumado en el feudo de los blancos desde el año 2000, al acumular tres triunfos y un empate.

El Mallorca ganó con sorprendente comodidad por 0-2, 1-5 y 2-3 en las temporadas 2000-2001, 2002-2003 y 2003-2004, y empató en dos ocasiones (0-0 y 1-1) en la temporada 2002-2003, una de ellas en un encuentro correspondiente a la Copa del Rey. Precisamente con Manzano en el banquillo, aquel equipo hizo historia al humillar a los merengues ante los suyos en una noche para el recuerdo de todo el mallorquinismo. Los Etoo y compañía dieron buena cuenta de la ya denominada galaxia blanca con un 1-5 en la jornada 32 del curso 2002-2003.

Pero la racha de triunfos del conjunto insular en el Bernabeú no ha tenido continuidad en las temporadas 2004-2005 y 2005-2006, con sendas derrotas por 3-1 y 4-0 en unas circunstancias muy desfavorables para el Mallorca, ya que luchaba por evitar el descenso. En estas dos últimas campañas, los bermellones siempre han acudido con las urgencias propias de un equipo necesitado. Ahora las cosas son distintas. No ha hecho una temporada para tirar cohetes, pero sí que ha transitado con solvencia en este tramo final del campeonato, que le ha permitido asegurar la salvación con el suficiente tiempo de antelación.

Por eso, la ambición ha recobrado su esplendor en el vestuario y, aunque deportivamente no se juega nada significativo, el choque ante los pupilos de Capello se va a preparar como si se jugara la vida.

No ha sentado nada bien el hecho de que los jugadores del Madrid, incluido su presidente Ramón Calderón, celebrarán sobre el césped de La Romareda el título de Liga. O sea, que daban por hecha la victoria ante los isleños. Creen que se han precipitado y, tras el choque del sábado frente al Sevilla, afirman que irán al Bernabeú "a ganar", según manifestó el internacional Juan Arango. Precisamente el venezolano se incorporará más tarde a su selección, que prepara la Copa América, por las ganas de jugar este partido.

Aviso

Manzano también advirtió al entorno madridista de que el partido "hay que jugarlo", e insistió que en el transcurso de los noventa minutos "puede pasar de todo". Y no dudó en lanzar un aviso para navegantes. El Mallorca no lo ha hecho nada mal en el campo de los otros dos equipos que están luchando por la Liga. Sin ir más lejos, el despegue definitivo de su equipo se produjo en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Los bermellones vencieron por 1-2 y sorprendieron a la España futbolística porque los sevillistas no habían perdido ningún choque hasta la fecha. Y en el Camp Nou perdieron, pero por culpa de un gol en propia puerta de Fernando Navarro cuando el árbitro ya miraba el reloj para fijar el tiempo de descuento (1-0). Si es por cuestión de orgullo, el Mallorca plantará batalla y ya ha demostrado que puede ganarla. Seguro.