Diego Vasallo (ex Duncan Dhu): "Creo que puede haber poesía en los cuadros, por supuesto en las canciones, y en cualquier expresión artística"

El cofundador de Duncan Dhu, que inició su carrera en solitario en 1997, también es un apasionado de la pintura

Este sábado presenta su primera exposición en Mallorca, en la Galería Dionís Bennàssar de Pollença

Diego Vasallo, ex de Duncan Dhu

Diego Vasallo, ex de Duncan Dhu / Gabi Rodas

¿Cuándo descubrió su vocación por el dibujo y la pintura?

Realmente yo descubrí mucho antes la pintura y el dibujo que la música. Fue mi vocación primera, todo apuntaba a que mi vida se enfocaría hacia ese terreno, el de las artes plásticas. Fui un chaval que estaba siempre pintando y dibujando. La música se cruzó en mi vida un poco más tarde, hacia la adolescencia, y eso trastocó un poco los planes, de hecho ha sido a lo que me he dedicado de una manera profesional. Nunca he dejado de pintar y sigo a día de hoy compaginando como puedo el componer canciones y pintar.

Aunque en el principio fue el cómic.

Sí, fue a lo que me dediqué en mis primeros años y me sigue pareciendo un medio fascinante. Es un cruce entre la literatura y el cine, y lo que más me atrae del cómic es que es algo muy asequible, lo puede hacer cualquiera con unos lápices, unas pinturas y unos papeles. De alguna manera es algo cercano al punk. Siempre me atrajo todo ese mundo de fotocopias grapadas, los fanzines.

Usted iba para arquitecto.

Sí, estuve un año en la Facultad de Arquitectura de San Sebastián, pero enseguida me di cuenta de que esa no era mi vocación Me hubiera gustado hacer Bellas Artes pero me lo quitaron de la cabeza, en aquella época parecía que era una cosa que no tenía muchas salidas, en fin, esos prejuicios un poco ya antiguos. Luego estuve tres años en dos academias de diseño gráfico, hasta que el grupo empezó a funcionar y me dediqué del todo a la música.

¿Fue en la etapa de Duncan Dhu cuando se alejó más de la pintura?

Sí, era imposible. La actividad era frenética y el ritmo de una banda como Duncan Dhu era endiablado. No quedaba mucho tiempo para nada más. Cuando terminó Duncan Dhu, desde entonces hasta ahora, quizá ha sido la época de mi vida en la que me he tomado de una manera más profunda y en serio el trabajo pictórico. Es cuando empecé a hacer exposiciones. Desde el 2001 no he parado, y en ello estoy.

Una obra de Diego Vasallo

Una obra de Diego Vasallo / DM

¿Qué aprendió de una aventura como la de Duncan Dhu?

Duncan Dhu fue como ir a la universidad, y a varios masters. Es donde realmente he aprendido todo lo que sé, el oficio, cómo funciona la industria, cómo se mueve uno en este mundo tan complicado, el del espectáculo, el de la música... Y ahí sigo, en realidad nunca se termina de aprender en esto. No es un oficio para cualquiera. Tiene su lado romántico y también sus penurias. Ya es tarde para cambiar, así que seguiremos hacia adelante.

¿Cómo ha logrado combinar las dos facetas, la musical y la pictórica?

No es fácil, porque son dos actividades que tienen funcionamientos realmente diferentes. La pintura es un oficio que requiere soledad, mucha constancia, estar en tu taller prácticamente todos los días, y es así como la pintura evoluciona y cómo se aprecian los cambios, y cómo la obra va conformándose y adquiriendo más profundidad e interés. Me hubiera gustado quizá dedicarle más tiempo a la pintura y ver qué hubiera pasado. En realidad estoy conforme con lo que voy consiguiendo día a día, y veremos hasta dónde llega la obra. Es la obra la que tiene que definirlo absolutamente todo, la que define al artista, y por la que hay que guiarse. Casi aunque no quieras, la obra camina ella sola.

¿Qué define una exposición como ‘Fulgor y caída, la trama del caos’?

Fulgor y caída puede ser una metáfora del hallazgo imprevisto que se da inevitablemente en el proceso creativo, una epifanía, algo que no te esperas. Y la caída haría referencia al inevitable fracaso que comporta el dedicarse a la creación, siempre se va a fracasar en el arte porque las ambiciones artísticas, las expectativas, siempre van a estar por encima de los resultados. Es inevitable y creo que tiene que ser así. Dedicarse a un trabajo artístico es como retar a los dioses, siempre van a ganar, y los humanos estaremos aquí abajo haciendo un poco lo que podemos. Yo creo más en el compromiso que en el resultado.

Una obra de Diego Vasallo

Una obra de Diego Vasallo / DM

¿La abstracción es su lenguaje?

Curiosamente vengo de una escuela figurativa incluso cercana al cómic y la ilustración, pero como decía antes la obra a veces evoluciona por sí misma y ni siquiera la podemos controlar. Las propias ilustraciones fueron configurando otro tipo de imágenes más abstractas. Sí, mi obra va ahora mismo por el camino de la abstracción aunque cada vez está más cerca de alguna manera del paisaje, algo que siempre me ha atraído mucho, sobre todo el paisaje romántico y los paisajistas realistas norteamericanos del siglo XIX. No descarto que la figuración pueda volver a aparecer. No suelo trabajar con ideas preconcebidas, procuro no programar la evolución de los cuadros.

¿Desde cuándo le interesa el paisaje?

Desde siempre, no sé si por herencia de mi padre, que era pintor de paisajes, aunque no se dedicaba profesionalmente. Los paisajes vacíos de figuras humanas me resultan algo muy evocador, una metáfora de un mundo quizá inalcanzable. También me interesa mucho el paisaje romántico como exaltación de las fuerzas de la naturaleza, y como una significación de la pequeñez de los seres humanos frente a todo lo que nos rodea.

En Mallorca el paisaje cada vez es más negro, más encementado, ¿percibe el futuro de color oscuro?

Sí, la verdad es que soy alguien que tiende más al pesimismo que al optimismo, y parece que a los pesimistas la realidad se empeña en darnos la razón. Efectivamente el mundo de hoy y el que parece que nos espera no pinta nada bien. Quizá siempre ha sido así, no lo sé, pero la percepción que uno tiene es la del momento en el que vive. Soy bastante pesimista respecto al mundo por lo menos en un futuro medio, próximo. Inquieta mucho mirar de frente.

Diego Vasallo, ex de Duncan Dhu

Diego Vasallo, ex de Duncan Dhu / Gabi Rodas

¿Se considera un poeta?

Realmente no me considero un poeta en el sentido literal, en el sentido de alguien que dedica su tiempo a escribir poesía, pero sí pienso que la poesía es algo que me gustaría que conformara el espíritu de parte de mi obra. No necesariamente escribiendo poemas, creo que puede haber poesía en los cuadros, por supuesto en las canciones, y en cualquier expresión artística. Creo que la poesía es un concepto bastante intangible, y me acerco a ella casi como si fuera algo desconocido que debe impregnarlo todo en el proceso creativo. Eso es lo que yo entiendo por poesía.

‘Déjame ser lo que aún no he sido’, canta en una de sus últimas canciones, ‘Malo ni bueno’. ¿Siente que le queda mucho por cantar?

Yo soy de los que piensan que las mejores obras están por llegar, así que me gusta pensar que me queda mucho por decir, por escribir, por componer. No soy alguien dado a la nostalgia, la nostalgia es algo muy peligroso para un artista, y sin embargo pienso que hay que mantener encendida la llama de la ambición artística. Sin una ambición grande, artísticamente hablando, las obras no pueden llegar muy lejos.

Su nuevo EP está solo a la venta en su web y en bandcamp, y es su primer trabajo íntegramente autogestionado. ¿Está molesto con la industria?

La industria en las últimas décadas ha tenido un cambio radical, una especie de movimiento sísmico que ha derribado todas las estructuras que conocíamos los que nos dedicamos a esto desde hace 40 años. La industria actual, basada en el consumo por streaming y el consumo inmediato, y prácticamente gratuito, es algo que nos ha relegado a muchos a tener que autogestionar nuestras obras porque al no generar dinero la venta de discos pues no hay presupuestos. Si no hay presupuesto para grabar discos uno tiene que tirar de donde puede. En ese aspecto el streaming creo que ha sido muy dañino, muy negativo, no sé si alguna vez se podrá conseguir que las grandes plataformas paguen de una manera justa a los artistas creadores, aunque lo dudo mucho porque se han apoderado del negocio y han montado una industria que beneficia solamente a las grandes plataformas y a las grandes multinacionales discográficas. En este sentido los artistas nos hemos tenido que buscar la vida e ir a los márgenes.

El éxito que tuvo con Duncan Dhu y su inercia, ¿le ha permitido ser libre en la música, hacer lo que quiera, sin rendir cuentas a nadie?

Sí, efectivamente. El éxito que tuve con Duncan Dhu me ha permitido desarrollar mis proyectos y mi carrera en solitario como he considerado y como he querido. Soy consciente que mi música no es para todos los públicos pero siento que es la música que quiero hacer y que me gustaría seguir explorando.

¿Su música está cada vez más en los márgenes?

Es posible. Me gusta investigar, descubrir artistas que no conozco, que me motivan y me remueven, y todos los días encuentro artistas buenísimos todos los días. Es lo único bueno que le veo a las plataformas streaming. Lo que ya no me interesa nada es el pop entendido como pop de consumo, eso me cansa.

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