Entrevista

Eugenia Tenenbaum: «Las ferias de arte solo se preocupan de vender y deberían hacer disfrutar»

«Los museos están cada vez más llenos de gente gracias a las redes sociales y no tanto a los propios museos», afirma la historiadora del arte y divulgadora, con casi 120.000 seguidores en Instagram

Eugenia Tenenbaum ayer en Mallorca antes de la charla, a la que acudieron 160 personas

Eugenia Tenenbaum ayer en Mallorca antes de la charla, a la que acudieron 160 personas / M. Mielniezuk

Raquel Galán

Raquel Galán

La historiadora del arte y divulgadora Eugenia Tenenbaum ha estrenado este jueves el ciclo Art en pantalla, de Es Baluard Museu, y ha hablado de la difusión de la Historia del Arte a través de las redes sociales, donde es muy activa, y desde una perspectiva de género, su especialidad. 

Ver un cuadro en la pantalla del móvil no es lo mismo que en un museo. ¿En qué ayudan las redes sociales?

A conocer muchas de las obras que hay en los museos, ya que tal vez cuando los visitas terminas tan saturada que no llegas a todas las salas. Las redes también son un acercamiento a través de un contexto, porque al ver la foto de la obra e información sustituyes la explicación de la cartela que hay en el museo.

¿Atraen al público amateur o también al especializado?

Creo que más al amateur. Se produce una aproximación al arte más cercana, más horizontal y por lo tanto más democrática. De hecho, los museos están cada vez más llenos gracias a las redes y no tanto a los propios museos.

¿Se desacraliza el arte?

Desde luego que sí. La mayor parte de la población tiene fácil acceso a las redes sociales, más que a los museos, por lo que con ellas se refuerza esa sensación de horizontalidad y todo lo que se democratiza acaba dejando de ser sagrado. Para mí eso es quizá lo más importante: tenemos que dejar de concebir estos espacios culturales como templos y verlos como lugares públicos al alcance de todo el mundo.

¿Cómo debe ser la generación y divulgación de contenido?

Creo que los museos deberían hacer este trabajo confiando en la gente joven y escuchando lo que piden los movimientos sociales, es decir, que dejen de venderse como espacios al margen de la política o la ideología. Deberían romper una lanza por la mirada crítica y la diversidad, teniendo en cuenta a las mujeres blancas y todas las personas racializadas, además de incluir la perspectiva de clase para entender cómo se generan las obras.

Sus casi 120.000 seguidores en Instagram aprenden arte con una perspectiva de género y también conocen sus reflexiones e historias personales. ¿A qué se debe esta combinación?

Empecé utilizando las redes como un medio de expresión y disfrute, y así sigue siendo, pero he acabado convirtiéndome en divulgadora casi por sorpresa. Quiero que mi perfil continúe mostrando a alguien atravesada por múltiples inquietudes, entre ellas tanto la Historia del Arte como la perspectiva de género. No me interesa utilizarlas como objeto de consumo o solo a nivel profesional porque perderían el sentido que les doy.

La historiadora del arte, Eugenia Tenenbaum, en Mallorca

La historiadora del arte, Eugenia Tenenbaum, en Mallorca / Manu Mielniezuk

¿En la plataforma Patreon ofrece otros contenidos?

Aquí sí hablo únicamente de Historia del Arte y puedo hacerlo con mucha más profundidad y longitud que en redes sociales. Me considero una privilegiada por tener un grupo de personas que apoyan este trabajo con una cuota mensual y me permiten abordar determinados análisis desde la perspectiva de género y la deconstrucción de la mirada a través de mis artículos.

¿Qué camino queda aún para llegar a la igualdad?

Uno larguísimo, por desgracia, que no terminaremos ninguna de las mujeres que estamos vivas a día de hoy, pero lo importante para mí es facilitar las cosas a las niñas de ahora, las que serán las futuras mujeres.

Recientemente participó en ArtMadrid, la alternativa de arte emergente paralela a ARCO. ¿Iniciativas así son necesarias frente al discurso oficial?

Sí. ARCO es un monstruo del arte contemporáneo que obliga a pagar 40 euros para acceder. El circuito de ferias tradicional es exclusivista, antidemocrático y más vinculado al mercado que a la propia historia y evolución del arte. Estas ferias consideran que han sido un éxito si venden obra, solo se preocupan de eso y no de si han tenido gran afluencia de gente. Son espacios que tendrían que aprovecharse mucho mejor para hacer disfrutar al visitante mostrándole qué está haciendo actualmente el mundo del arte. Por eso está muy bien que surjan alternativas. ArtMadrid inició el año pasado las rutas guiadas que permiten acercarse de otro modo a las propuestas expositivas.