Entrevista

Rafael Argullol: «Para banalizar no hay nadie como la clase política actual»

«Se evita buscar la verdad con el entretenimiento, el consumo y la inmediatez»

«Es absurdo decir que los jóvenes de antes eran mejores»

El catedrático de Estética y Teoría de las Artes en la Universitat Pompeu Fabra, Rafael Argullol

El catedrático de Estética y Teoría de las Artes en la Universitat Pompeu Fabra, Rafael Argullol / Manu Mitru

Raquel Galán

Raquel Galán

El narrador, poeta, ensayista, filósofo y catedrático catalán Rafael Argullol protagoniza este miércoles en la Fundación March de Palma las ‘Conversaciones con Sergio Vila-Sanjuán’. Hablarán de escritura transversal, ejemplificada en sus dos últimos libros, Danza humana y Visión desde el fondo del mar, donde comparte travesías con el lector.

Las preguntas que se hace en Danza humana: ¿He sido libre, justo, amado...? ¿Deberíamos hacérnoslas todos?

No sé si tendría que ser una obligación, aunque sí que es una inclinación del ser humano llegar a hacerse estas preguntas.

¿En qué momento?

A medida que uno adquiere una experiencia de vida, tiene una visión más compleja de estas preguntas para abarcarlas. Uno puede hacérselas en cualquier momento, aunque es evidente que yo no podía escribir un libro como este a los 20 años.

¿Por qué no hay respuestas?

No es que no haya, sino que son como viajes circulares, ya que a medida que uno va planteando la pregunta, obtiene respuestas provisionales que incitan a más preguntas. Como si fueses a una isla y, una vez explorada, te das cuenta de que hay otras islas y al final ves que es un archipiélago. Las preguntas y respuestas son como archipiélagos.

Cada vez hay más personas que buscan conocerse, aunque usted afirma que es imposible y propone ignorarse.

Creo que sería lo mejor para evitar el excesivo narcisismo que existe en la actualidad en nuestro entorno. Estaría muy bien tener esa capacidad de aligerarse y de ignorarse a uno mismo.

Sus dos últimos libros tienen más de mil páginas y unen todos los géneros. ¿Por qué lo define como género travesía?

Son como una travesía en la que el lector debe ser cómplice del autor. También he hablado de escritura transversal y tanto uno como otro, Visión desde el fondo del mar y Danza humana, son ejemplos de ese tipo de escritura a la que aspiro. No son extensos por mero capricho, sino porque lo necesitaba para desarrollar los argumentos literarios.

En Danza Humana rescata viajes pasados a Mallorca.

Rememoro un viaje en barca por el puerto de Andratx en el que había muchas medusas. En mi vida me había picado una y creía que nunca ocurriría, pero aquel día me picó. También aparece un amigo y antiguo compañero de colegio que es mallorquín y hacía muchísimos años que no había visto el mar, pese a que reside en la isla. Era una decisión tomada de forma voluntaria.

Rafael Argullol

Rafael Argullol / Efe

Participó en las Converses de Formentor y ahora viene a la Fundación March. ¿Qué se lleva del contacto con el lector?

Es muy enriquecedor tener este tipo de encuentros porque escribir es un oficio muy solitario, aunque no lo considero estrictamente un oficio. En la soledad desarrollas una serie de puentes con los lectores futuros y cuando tienes la posibilidad de entrar en contacto con el lector presente, contrastas en cierto modo lo que tú pensaste con lo que es.

Los políticos de aquí no paran de hablar de la importancia de la cultura para atraer turismo. ¿Se está banalizando?

Si lo dicen ellos, seguro. Para banalizar no hay nadie como la clase política actual. Además, lo último que necesita Mallorca es más visitantes. Está ahogada por la cantidad que hay.

¿Con la polarización se ha vuelto a una época de supuestas verdades absolutas?

Es lo que podríamos llamar la verdad del energúmeno, que es una verdad muy limitada porque sus preguntas también lo son. Creo que estamos en una época donde la sociedad maneja pocas verdades y en cambio vive una especie de relativismo absoluto. La búsqueda de la verdad es algo muy importante y complejo, pero actualmente se trata de evitar a través del entretenimiento, del consumo y de la inmediatez.

¿Por qué se potencia el éxito inmediato frente a la carrera de fondo?

Porque en esta sociedad se ha impuesto la competitividad, la rentabilidad y la utilidad máxima en el menor tiempo posible. El problema en esta carrera es que la gente piensa que solo existe el corto plazo, por lo que si falla, se siente muy desprotegida y frágil.

La amnistía preocupa poco a los españoles, según el CIS, pero los políticos y los medios siguen a vueltas con ella.

Porque los políticos no hablan siempre de lo que preocupa a los españoles, precisamente. Lo que sí debería preocuparnos a todos es lograr la reconciliación entre los ciudadanos.

Lleva toda una vida dedicado a la enseñanza universitaria. ¿Qué le ha aportado?

Muchas cosas. Por una parte, me ha dado tiempo para escribir, y por otra, una especie de eterna juventud gracias al contacto con los jóvenes de forma continua.

¿Han cambiado mucho?

Han cambiado porque es su obligación cambiar, pero yo diría que el tanto por ciento de jóvenes interesantes y el de necios es igual en cada generación. Lo único que cambian son las máscaras, por lo que el argumento nostálgico de que en otra época eran mejores es una absurdidad.

¿El arte es una herramienta de transformación?

Es un arma de interrogación ante la condición humana, el tiempo, la muerte... Se pregunta qué hay más allá de esos límites y a veces roza lo inexpresable.

¿Al final triunfa la belleza?

Como dijo Dostoievski, es lo que salvará al mundo.

Suscríbete para seguir leyendo