Entrevista | Entrevista

Laura Gost: «No descarto presentarme al Ciutat de Palma, pero me gustaría que fuese en catalán»

Con 'Les cendres a la piscina', la escritora mallorquina ha ganado el Premi Proa de novela, que ha sido el primer concurso de narrativa al que se ha presentado

Gost cuenta con un Goya como creadora y guionista del corto de animación ‘Woody&Woody’

Laura Gost presenta su última novela ‘Les cendres a la piscina’

Manu Mielniezuk

Montse Terrasa

Montse Terrasa

Laura Gost (sa Pobla, 1993) está en plena promoción de Les cendres a la piscina, con la que ha ganado el Premi Proa de novela. Tras La cosina gran y El món es torna senzill, la escritora presenta un relato sobre una familia mallorquina, con varios personajes que giran en torno a uno principal, Sebastià, el patriarca, que abandona el mundo rural y se enriquece construyendo hoteles.

¿Se ha topado con mucha gente como Sebastià? 

En realidad, Sebastià se inspira en una persona en concreto y muy cercana, de mi entorno, me he centrado en intentar captar esos elementos de él. Pero sí creo que representa un perfil de persona que sería extrapolable a mucha gente, sobre todo a muchas personas de su generación que vivieron un cambio de paradigma en todos los niveles.

¿Esa persona cercana de la que habla es uno de sus abuelos?

Sí, mi abuelo paterno, con el que no tuve mucho contacto y, por tanto, siempre lo percibí como una figura con luces y sombras, con una vida que era una semilla fantástica para la ficción. Y como lo que conocí de él se nutría de episodios aislados, de anécdotas y testimonios más fragmentados, la ficción me permitía acercarme, creando un personaje evidentemente de ficción, pero inspirado en estros elementos reales.

Todos los personales son muy reales, podríamos conocer a cualquiera de ellos. 

La ficción puede ser una manera muy honesta de retratar, sobre todo, vivencias pasadas y especialmente vivencias del pasado que han afectado a personas que no eres tú y que incluso pertenecen a generaciones diferentes. Pese a que la novela sea de ficción, era importante crear una cierta coherencia, una verosimilitud en estos personajes, que no pareciesen estereotipados, que no fuese una novela de buenos y malos, sino de personas que en un escenario concreto actúan de una determinada manera, a veces con contradicciones, con dudas. Para mí era importante que el lector los humanizase mucho y que la historia fuera cercana, incluso familiar.

"El personaje de Laura es intencionadamente explícito, con estos paralelismos tan evidentes entre su vida y una parte muy concreta de la mía

Hay una Laura, que es escritora y trabaja con su pareja... 

El personaje de Laura es intencionadamente explícito, con estos paralelismos tan evidentes entre su vida y una parte muy concreta de la mía. Pensé que era justo, e incluso un ejercicio de transparencia, que si me apropiaba de anécdotas o experiencias de otras personas, también debía ser consecuente y al hablar de un personaje que es asimilable a mí, a mi generación, y que representa mi mirada, que al final es la que impregna toda la narración. Su capítulo quiere reflejar una forma de transición, porque la novela refleja muchas transiciones diferentes y puntos de inflexión.

Laura Gost está en promoción de su última y premiada novela.

Laura Gost está en promoción de su última y premiada novela. / Manu Mielniezuk

Vemos cómo van cambiando las circunstancias de una familia, pero también las de toda la isla. Y cómo determinadas tradiciones se van perdiendo...

Sí, todo lo que les pasa a los protagonistas está muy impregnado de esta idiosincrasia mallorquina, pero pienso que hay una serie de cambios convulsos, cambios de modelo, que se podrían trasladar a otros lugares y especialmente a aquellos sitios que vivieron esta llegada de extranjeros. Este cambio de usos y costumbres, sobre todo con el personaje de Sebastià, esta gestión del cambio de estatus, la manera de encarar a las personas que formaban parte de tu escenario, y quizá te recuerden de dónde vienes, mientras que tú deseas construir otra persona con otro escenario... Todos estos cambios y la manera de procesarlos de cada uno es lo que me interesaba explorar.  

Sebastià pasa de trabajar en el campo al turismo.

Hay muchos Sebastians. Creo que la mayoría de lectores conocerá a alguien que les abocará a este personaje. Era importante acercarme a él procurando ponerme en su piel, sin justificarlo ni juzgarlo. Simplemente intentaba entender, a través de la ficción, qué podía motivar a personas de 20 o 30 años, que solo habían conocido el campo, a actuar de determinada manera cuando aparecía esta posibilidad de dinero rápido. Y en cambio, qué hacía que otras no quisieran formar parte de eso. Ahora, yo soy consciente, he vivido las consecuencias de todo esto, pero hace 60 o 70 años, ¿cómo lo podía gestionar alguien que tuviera la edad que tengo yo ahora? Era un ejercicio que era un reto.

Supongo que en esa época lo veían como una oportunidad de mejorar.

Lo que para nosotros ahora es un freno a una idea de calidad de vida, a una tranquilidad, o incluso a la sostenibilidad, que no existía en aquel momento, entonces se percibió al revés, como una mejora sustancial de la calidad de vida. Intento buscar coherencia en los personajes, pero sin que esto implique posicionarme.

La familia es de sa Pobla. ¿Se le ha acercado alguien que se haya sentido aludido? 

Es inevitable, por mucho que digas que es ficción, hay un punto de curiosidad, morbosa... Al final, no es tan importante qué es real y qué no. Lo importante es que todo sea posible, que nos creamos que una familia haya podido vivir así, que el lector compre esta idea y la disfrute sin ver estereotipos.

"El Premi Proa tiene una carga asociada a un prestigio y una tradición literaria que como lectora tengo muy interiorizada

¿Qué le ha supuesto el Premi Proa?

Me siento afortunada porque me hacía ilusión presentarme a un premio literario de narrativa, que no lo había hecho aún, sí de teatro y de audiovisuales... El Premi Proa tiene una carga asociada a un prestigio y una tradición literaria que como lectora tengo muy interiorizada. 

¿Se presentaría al Ciutat de Palma?

Sí, me lo he planteado. Evidentemente preferiría que se mantuviese en catalán..

"El Ciutat de Palma se debería mantener en catalán sin ningún tipo de complejo, que en castellano ya hay muchos

Le iba a preguntar en qué modalidad lo haría...

De hecho, no me gusta este cambio que se ha producido ahora y por tanto no sé hasta qué punto sería agridulce ganarlo en estas circunstancias. Es un premio que se debería mantener en catalán sin ningún tipo de complejo, que en castellano ya hay muchos. Al margen de esto, el Ciutat de Palma es un premio que ha reconocido a grandes autores y no descarto presentarme en un futuro, me haría ilusión, pero me gustaría que fuera en catalán.  

Vive de nuevo en Mallorca. ¿Sentía la necesidad de volver?

En Barcelona estoy muy bien y me he sentido muy bien acogida, pero confluyeron una serie de elementos: en parte, la muerte de mis dos abuelos y la conciencia de que mis abuelas ya son mayores, y mi hermana, que es mi mejor amiga, se quedó embarazada, no me lo quería perder. A mi pareja la conocí en Barcelona, pero también es de aquí, todo invitaba a volver. El vínculo con Barcelona existe y si escribes en catalán es bueno que haya esas sinergias.

Suscríbete para seguir leyendo