Angy Fernández: “Me ilusiona la idea de Eurovisión pero hay que ir paso a paso”

La cantante mallorquina, una de las 16 elegidas para el Benidorm Fest, actúa estos días en el Teatro Fígaro de Madrid, donde representa la comedia 'Una terapia integral'

"En mi profesión siempre estamos con el qué dirán, si gustará la canción o no, así que la inseguridad siempre ha estado. Yo quería dar un paso al frente y que esa inseguridad dejara de paralizarme", afirma

"Nunca me llaman de la isla, y yo quiero ir a mi tierra a hacer cosas", lamenta

Angy Fernández , seleccionada para el Benidorm Fest

Angy Fernández , seleccionada para el Benidorm Fest

La 68 edición del Festival de Eurovisión se celebrará en Malmö, el 11 de mayo de 2024. ¿Ya sueña con Suecia?

¡Madre mía, qué fuerte, y en el 50 aniversario de Abba! Mi gran sueño era sacar música, atreverme, y luego ya el Benidorm Fest, que ahora mismo es lo principal para mí, porque significa volver a cantar delante de muchos espectadores. Por supuesto que me ilusionaría representar a mi país en Eurovisión, estoy con todas las ganas, pero como me dice la psicóloga y la gente que me quiere, hay que ir día a día. Los eurofans, que son los que saben de esto, elegirán el mejor tema para nuestro país. Pero nunca se sabe, a veces quedamos bien y otras mal. Esto es una lotería.

Hay quien dice que tenemos que soñar menos y trabajar más.

Yo me lo he trabajado pero siento que también he tenido suerte. A veces me dicen: ¡jo!, tienes que valorar todo lo que llevas. Lo podría haber trabajado más, porque he estado apartada de la música un tiempo, me rendí un poco ante ella, pero he dicho que no, que ya basta. ¿Por qué no puedo seguir cantando siendo actriz y estando en el teatro, que es lo que estoy haciendo ahora? ¿Por qué tengo que renunciar a uno de mis sueños?

¿Qué obra está interpretando ahora mismo en el teatro?

Una terapia integral, una comedia en la que también interviene Antonio Molero. Es un poco una crítica sobre los gurús que, sin ser psicólogos, hacen terapias para ayudarte a sanar tus traumas. La representamos en el Teatro Fígaro de Madrid. Ojalá vengamos con ella a Mallorca aunque de momento no hay gira. Nunca me llaman de la isla, y yo quiero ir a mi tierra a hacer cosas.

Angy representa estos días en Madrid la comedia 'Una terapia integral'

Angy representa estos días en Madrid la comedia 'Una terapia integral' / .

¿Qué fue lo primero que se le pasó por la cabeza cuando escuchó su nombre en el Teatro Alameda de Sevilla, donde RTVE celebró la presentación de las candidaturas para el Benidorm Fest?

Fue un subidón. Los eurofans se enteran de todo, y ya se estaba filtrando quiénes íbamos a estar. Pero cuando salí y escuché mi nombre, y de repente vi a la gente coreándolo, contenta por verme ahí, me emocioné mucho. Yo soy muy de llorar y no pude aguantarme. Me dije: esto está pasando, esta gente te quiere ver aquí, te aprecia, qué guay, lo estás consiguiendo. Después de tantos años, eso es un logro.

¿La inseguridad le ha pesado en alguna ocasión a lo largo de su carrera?

La inseguridad me pesa todos los días de mi vida. En mi profesión siempre estamos con el qué dirán, si gustará la canción o no, así que la inseguridad siempre ha estado. Yo quería dar un paso al frente y que esa inseguridad dejara de paralizarme.

¿Es la suya una profesión que desgasta?

Sí, mentalmente desgasta mucho. Habrá quien diga: pero de qué se quejan, si lo tienen todo y ganan mucho dinero. Y eso no es verdad. Hay épocas que tienes que estar viendo a ver cuándo volverás a trabajar, otras en las que tienes una buena racha y trabajas en una serie o en el teatro, y otras en que no tienes nada y tienes que tirar con lo ahorrado. La fama no es sinónimo de tener dinero, y siempre hay que estar luchando. Hay profesiones más difíciles pero esta a nivel mental requiere tener una estabilidad.

El pasado jueves se celebraron en Sevilla los Grammy latinos. La estuve buscando pero no la vi.

Estaba invitada. María Eizaguirre [directora de Comunicación y Participación de RTVE] hizo una alfombra aparte para que pudiéramos ir todos pero al final, como yo sigo en el teatro, decidí quedarme en casa. Luego me arrepentí, porque me perdía algo único. Necesitaba descansar un poco, vienen meses duros de trabajo y me apetece mucho vivirlos.

¿Con qué momento de la gala se quedó?

Con el de Rosalía. Me gustaría conocer a Alejandro Sanz, a Shakira, pero a la que más me apetece dar un abrazo y agradecerle su entrega y su talento es a Rosalía.

¿Qué le diría a Rosalía?

Que es una curranta y es una inspiración para mí y para la mayoría de las personas que nos dedicamos a esto. No aspiro a ser como ella porque eso es imposible. Cada uno somos unos artistas únicos.

¿Qué hace única a Angy?

¡Ay no lo sé! Todos somos únicos pero todos nos inspiramos en alguien. Lo que no me gusta es cuando dicen: esa ha copiado a la otra. No es copiar, es inspiración, admiración. Oasis, por ejemplo, salieron a raíz de los Beatles. Si algo funciona dices: hostia, voy a intentar hacer algo para que yo también funcione. Y si no funciona es porque a lo mejor no es tu camino, porque no crees realmente en eso o lo que sea. Yo no me siento única, siento que soy una persona natural, no suelo tener filtro y creo que eso es lo que hace que llegue a la gente.

Angy

Angy / RTVE

Al margen de Rosalía, ¿quiénes han personificado su inspiración?

Cuando empezaba, Christina Aguilera; luego, Michael Jackson; y más tarde ya empecé a escuchar rock, pero no tenía referentes femeninos, salvo Blondie, me encantaba Debbie Harry y su look. Cuando llegó Avril Lavigne dije: ¡esta quiero ser yo!

El suyo es uno de los nombres más conocidos por el público. ¿Eso puede ser una ventaja a la hora de ganar el Benidorm Fest?

Puede serlo y puede no serlo. El año pasado fue Blanca Paloma, que no era tan conocida como otros que se presentaron. Mientras yo haga lo posible por no defraudarme a mí y a los demás… Es verdad que al ser conocida tienes como esa doble presión de que habrá más críticas, dirán si la canción les gusta o no… Tengo más miedo por eso que por otra cosa.

¿De qué hablan en los últimos días las redes sociales sobre Angy?

Sinceramente, solo he leído un mal comentario y no me ha molestado, al contrario, me ha hecho gracia. Era un tuit que ponía: sabemos que vamos a llevar a Angy a Eurovisión pero sabéis que va a quedar última, ¿verdad? Yo dije: si pensáis eso, a mí no me llevéis (risas). Si quedo última, pues última quedo. Hay mucho talento en el mundo. Todo los demás comentarios que he leído son buenos. El consejo que me dieron fue que me quitara enseguida el Twitter, porque ahí nos apoyan pero también hay mucho crítico. Estoy recibiendo mucho amor, todos son buenos comentarios y hay ganas por escuchar el tema. Como yo siempre he hablado abiertamente de lo que me pasa supongo que hay gente que se siente cerca de mí, y esa cercanía hace que lo vivan como yo.

Su papel de Paula en la serie de Antena 3 ‘Física o química’ dejó huella en el público. ¿También en usted?

Por supuesto. Gracias a ese personaje estoy donde estoy, y también gracias a Factor X, que llegó antes. Paula me dejó huella por todo lo que viví, lo que aprendí. Cuando hacía teatro en Mallorca yo quería dedicarme a ser actriz, lo que pasa es que no sabía si se podía elegir esa profesión. Lo típico, cuando estaba en 4º de la ESO, yo estudiaba en el IES Llompart, nos decían: venga, tenéis que elegir ya qué vais a estudiar de Bachillerato, y fíjate, yo al año ya me fui a Factor X. Yo no quiero nada de esto, decía. Me cambió la vida.

Almácor, Dellacruz, Lérica, Mantra, Marlena, Jorge González, Nebulossa, María Peláe, Noan, Quique Niza, Miss Caffeina, Roger Padrós, Sofía Coll, St. Pedro y Yoli Saa. ¿Los conocía a todos antes de fueran seleccionados?

No. Lo que sí hice es escuchar las canciones de algunos que se decía, por Twitter, que seguro iban a ir, como Marlena. Hay muchos estilos diferentes. Sí conocía a Lérica, Jorge González, María Peláe… Miss Caffeina son colegas. Qué guay, vamos a vivir esto juntos. Se ha presentado tanta gente, tantos amigos míos… Hay mucho nivel, hay gente que se ha quedado fuera con mucho nivel.

¿Sigue pensando que en España es muy difícil que una cantante sea considerada también actriz?

Cuando vi el primer Benidorm Fest dije: esto es la leche, yo quiero ir ahí. Y siempre, algún eurofan, o amigo, me animaba a presentarme. Yo decía que no, pensando que no me beneficiaría como actriz, temiendo que no me cogieran en nada. Tengo un poco el síndrome del impostor. Me da miedo que digan, ha vuelto a cantar, y ya no nos interesa. Yo sigo siendo actriz y se puede hacer todo. Deseo y espero que las cosas hayan cambiado.

No me puede decir nada sobre el tema con el que competirá pero dé alguna pista.

Es una canción que creo es lo que se espera de mí, una Angy más madura.

¿Qué letra le ha puesto?

La letra habla de cómo me siento a veces. Es lo que me sale al escribir. Como todos, sigo sanando mis heridas. Hablo de eso pero de una manera positiva.

Uno de los tres compositores de su tema es Thomas Gustafsson, cuya canción Euphoria ganó con Loreen el Eurovisión de 2012. ¿Loreen es un espejo en el que mirarse?

Loreen me fascina. Yo también iría a Eurovisión con algo como lo que hace ella, porque Angy no solo escucha rock. Soy actriz, me gusta expresar, y lo que hace Loreen es expresar mucho, interpretar con el cuerpo. Hay algo de ella que me gusta.

¿Qué relación ha mantenido con los productores a lo largo de su carrera?

Yo empecé muy joven, muy pronto, y no tenía ni puñetera idea de lo que quería hacer. Con 16 años tenía un equipo muy majo, en Sony Music, una discográfica gigante. A todo lo que me preguntaban les decía que me parecía bien. Y no hice nada realmente, solo me dediqué a cantar. Pero eso ya no pasó más, después, cuando he sacado alguna cosa más, lo he decidido yo, y en esta canción igual: he decidido cómo quería que sonara, aquí quiero esto, aquí quiero más voz, aquí más guitarra… Y yo siempre estando abierto, porque trabajo con productores que llevan muchos años y saben mucho, así que me he dejado mucho guiar.

¿Cómo se está preparando mentalmente para el Benidorm Fest, y de ganar, cómo se enfrentará a Eurovisión?

¡Madre mía! No quiero ni pensarlo. Tengo mi psicóloga, mis amigas, los pies en el suelo, un equipo que me conoce y sabe que soy muy nerviosa y que tendré mis momentos de duda y de miedo… Trabajo duro para que al menos lo que llevemos sea lo que queríamos llevar. El Benidorm Fest es un regalo.

¿Alguna vez pensó en arrojar la toalla?

Sí, muchas veces. Soy muy sentida y he pasado momentos malos. Cuando te repiten el no en los casting y tú dices qué hago ahora. Mi familia me decía: vente a Mallorca y estarás aquí tranquila. No quería renunciar a todo, pero me lo planteé. Quiero volver a estar en boca de la gente. Cuando estás en la palestra es más fácil que te salga trabajo. Y si no es así al menos espero que esto sea positivo para mí. Yo voy a seguir en el teatro, dedicándome a lo mío, volveré a sacar una canción y poco a poco, paso a paso.

¿Dónde empezó todo?

En el barrio palmesano de Son Oliva, de donde soy. En mi familia cantamos todos un poco: mi tía, que ya falleció, estuvo en Madrid cantando; mi padre, que también falleció, cantaba y tocaba la guitarra; mi madre cantó en un coro; y mi hermana canta muy bien, de hecho hicimos un programa juntas en Telecinco, hace unos años, que se llamaba Levántate. Tuve una infancia feliz, pero fue difícil, mis padres se separaron cuando yo era muy pequeña. Mi madre y mis abuelos, ya fallecidos, siempre se encargaron de que yo estuviera bien. Recuerdo pasármelo muy bien en el barrio, bailar, mi madre me apuntó a piano, cantaba… Yo era una niña que todo el rato quería divertirse y jugar.

¿Cuál fue la primera canción con la que alucinó?

Mi padre me grababa siempre con la videocámara y tengo un vídeo en el que aparezco con dos años tarareando el Black or White de Michael Jackson. Esa canción siempre me dio muy buen rollo.

Me despido no sin asegurarle que ganará.

No me pongas esa presión. Ganará el que tenga que ganar. Ganar también da miedo.