La parroquia de Santa Creu de Palma restaura su belén histórico

Se presentará públicamente el próximo 28 de noviembre

Uno de los técnicos, trabajando con algunas de las piezas.

Uno de los técnicos, trabajando con algunas de las piezas. / SANTA CREU

La iglesia parroquial de Santa Creu de Palma ha restaurado su belén histórico durante este 2023, un conjunto de piezas que se podrá contemplar a partir del próximo 28 de noviembre. 

El rector de Santa Creu, Nadal Bernat, el conservador de patrimonio de la parroquia, Antoni Pons, el director de Xicaranda, Alfredo Claret, taller de restauración que ha desarrollado el proyecto con Pere Terrassa como encargado, han dado detalles este miércoles de esta restauración y han destacado que el belén es un conjunto de piezas de distintas épocas, facturas, materiales y procedencia de gran interés. 

Alfredo Claret, Nadal Bernat y Antoni Pons.

Alfredo Claret, Nadal Bernat y Antoni Pons. / BISBAT DE MALLORCA

Durante ocho meses, los técnicos restauradores han tenido que superar toda clase de dificultades, han destacado los responsables del proyecto. “Por una parte, no había precedentes en la isla de Mallorca de una restauración similar. No se conocían los materiales usados en la confección de las figuras, lo que ha obligado a solicitar analíticas de materiales, así como radiografías. Además, la falta de técnicos de referencia en restauración de tejidos ha hecho necesaria la colaboración con CYRTA, un taller especializado en la materia ubicado en Sevilla. Los responsables del taller, Pablo Pérez y Pablo Portillo, han tenido que viajar a Mallorca para desvestir las figuras, han restaurado los tejidos en su taller y han vuelto a la isla para vestir otra vez el belén”, ha destacado el Obispado de Mallorca en una nota.

Pere Terrassa, durante la grabación del audiovisual sobre esta restauración.

Pere Terrassa, durante la grabación del audiovisual sobre esta restauración. / SANTA CREU

Frente a los reconocidos conjuntos napolitanos conservados en Mallorca, la parroquia conserva piezas confeccionadas por talleres que tuvieron un alcance regional. Del siglo XIX, dos figuras modeladas en barro que van montadas sobre un maniquí de madera articulado, San José y la Virgen María, factura que permitía cambiar no solo las ropas que llevaban puestas, sino también modificar su postura, posibilitando así nuevas maneras de representar el Misterio. El Jesús de Olot, de final del siglo XIX o principios del siglo XX, es una pieza posterior y demuestra que el cambio de escala fue algo habitual en un belén mallorquín.

También del siglo XIX, aunque probablemente algo posterior a San José y a la Virgen María, se han conservado los animales del pesebre y un conjunto de reyes de terracota. Se trata de unas figuras cargadas de detalles, tanto de forma como de policromía. Llaman la atención los realizados en oro fino bruñido, que otorgan riqueza a las piezas. Tanto en algunas parroquias de la isla como en alguna colección particular, conocemos algunos de paralelos, aunque de unas medidas más reducidas, más sencillas y con el oro fino sustituido por purpurina.

Para acabar con la descripción del belén histórico, han explicado los expertos en patrimonio, Santa Creu conserva un conjunto de reyes con sus pajes, aunque falta uno de los pajes blancos. Son piezas de vestir que presentan las cabezas, las manos y los pies de barro cocido policromado, y el cuerpo y las extremidades formadas por un maniquí de madera fijo. Las cabezas responden sin ninguna duda a los modelos propios del taller del Mestre de les Verges Rosses, gracias a los característicos rasgos fisonómicos propios de este taller, figuras de frente amplia, ojos juntos y narices afiladas. Vestidos con ropas propias de la moda del siglo XVIII y confeccionadas con gran detalle, se consideran las piezas más antiguas de todo el belén de Santa Creu.

Esta restauración del belén de Santa Creu, han asegurado durante la rueda de prensa, se ha desarrollado con la intención de intervenir el patrimonio de la parroquia al más alto nivel científico, creando un valioso precedente para futuras intervenciones de otros conjuntos belenistas en Mallorca y añadiendo un seguimiento integral de toda la restauración a partir de un producto audiovisual documental. En este punto, Nadal Bernat ha agradecido las generosas aportaciones particulares que, junto con fondos parroquiales, han financiado este proyecto, que no ha contado con ninguna subvención institucional.